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16 de septiembre de 2015

Extracto del “Discurso ante la Conferencia nacional del Partido Comunista de China sobre el trabajo de propaganda”, Obras escogidas de Mao Tsetung, tomo V (Ver Cuadernos hoy, números 16, 86 y 182).

El problema de la unilateralidad

De la experiencia histórica del proletariado

 

 
"Ser unilateral significa pensar en términos absolutos, es decir, enfocar los problemas metafísicamente. En la valoración de nuestro trabajo, es unilateral considerarlo todo positivo o todo negativo. Hay todavía no poca gente dentro del Partido Comunista, y mucha fuera de él, que aborda las cuestiones de esta manera. Considerarlo todo positivo es ver sólo lo bueno y perder de vista lo malo, es admitir únicamente los elogios y no las críticas.
Presentar nuestro trabajo como si fuera totalmente bueno es contradecir los hechos. No es cierto que todo sea bueno; todavía existen deficiencias y errores. Pero tampoco es cierto que todo sea malo; pensar así es, igualmente, ir en contra de los hechos. De ahí la necesidad de hacer análisis. Negarlo todo es creer, sin ningún análisis, que nada se ha hecho bien y que la grandiosa empresa de la construcción socialista, esta gran lucha en la que participan centenares de millones de personas, es un embrollo sin nada digno de elogio.
Esta manera de abordar las cosas es sumamente errónea y perjudicial y sólo contribuye a desalentar a la gente, aunque muchas de las personas que adoptan este enfoque se diferencian de las que son hostiles al sistema socialista. En la valoración de nuestro trabajo, es erróneo tanto el punto de vista de que todo es positivo como el de que todo es negativo.
A los que incurren en esta unilateralidad los debemos criticar pero, naturalmente, con una actitud de ayuda, partiendo del principio de “sacar lecciones de los errores pasados para evitarlos en el futuro, y tratar la enfermedad para salvar al paciente”. 
Hay quienes arguyen que, como se trata de una campaña de rectificación y como a todo el mundo se le pide expresar sus opiniones, la unilateralidad es inevitable y que, por tanto, al proponer evitar la unilateralidad, parece que, en realidad, se quiere impedir que la gente hable. ¿Es acertada esta observación?
Es difícil exigir que no haya en nadie un mínimo rastro de unilateralidad. La gente siempre examina y trata los problemas y expresa su criterio a la luz de su propia experiencia; por eso, es ineludible que a veces muestre un poco de unilateralidad. Sin embargo; ¿no deberíamos pedirle que supere gradualmente esa unilateralidad y mire los problemas con una visión más o menos completa? En mi opinión, se le debe pedir. Si procediéramos en otra forma, si no exigiésemos que de día en día, de año en año, hubiera un mayor número de gente capaz de enfocar los problemas con una visión más o menos completa, nos estancaríamos y estaríamos dando carta blanca a la unilateralidad, lo cual equivaldría a ir en contra del propósito de la campaña de rectificación.
Unilateralidad significa violación de la dialéctica. Pedimos que gradualmente se divulgue la dialéctica y que, paso a paso, todos aprendan a manejar este método científico. A algunos de los artículos que ahora aparecen lo que les sobra en grandilocuencia les falta en contenido, pues no saben analizar los problemas y carecen de argumentos y fuerza convincente. Es deseable que cada vez haya menos artículos de este tipo. Al escribir un artículo, uno no debe estar pensando todo el tiempo “¡Qué brillante soy!”, sino considerar a sus lectores en absoluto pie de igualdad. Si uno dice algo erróneo, la gente lo refutará, así tenga muchos años de militancia revolucionaria. Cuanto más aires se dé una persona, menos caso le hará la gente y menos se molestará en leer sus artículos. Debemos cumplir honestamente con nuestro trabajo, tratar las cosas con espíritu analítico, escribir artículos que tengan fuerza convincente y nunca darnos ínfulas para amedrentar a la gente.