La pandemia, el nombre “elegante” usado para no decir la brutal crisis sanitaria mundial del coronavirus, avanza hacia su peor momento. Lo dijo la Organización Mundial de Salud y el presidente Alberto Fernández.
La pandemia agravó la crisis social: el hambre, desocupación y la pobreza. Y detonó la crisis económica que se incubaba en el mundo. Crisis que muchos economistas advierten que puede superar los sufrimientos de la crisis de 1930.
El petróleo es clave en la economía mundial. El precio del barril petrolero Brent, que el 3/4/2008 llegó a 144 dólares, cayó por debajo de los 20 dólares el 23/4/2020. En la Argentina, la demanda de naftas cayó un 80%, el gasoil 50% y el combustible para aviones 90%. Los depósitos de petróleo están llenos.
Fracasaron los recortes acordados por la OPEP+ (OPEP más Rusia) en la producción de petróleo para levantar el precio. La demanda de 100 millones de barriles diarios antes de la pandemia, cayó a 30 millones de barriles diarios. Se agudizó la guerra por el precio del petróleo entre Arabia Saudita y Rusia.
En EE UU, esta caída histórica del precio del barril hace que en la explotación del petróleo no convencional esté provocando la quiebra de muchas petroleras, pese a las fuertes inyecciones financieras.
En la Argentina, se acabó la ilusión de que Vaca Muerta nos salve de la crisis.
La renta petrolera
Desde hace un mes vienen discutiendo el gobierno argentino y los diversos sectores de las petroleras: las que producen y refinan, las que producen y no refinan, las que refinan y las petrotécnicas.
Como el petróleo es un elemento limitado (que en algún momento se va a agotar), las petroleras imponen un sobreprecio: la renta petrolera. Se calcula que la renta petrolera anual fue, promediando los últimos años, 17.000 millones de dólares. Las petroleras se quedaron con la mitad.
El costo de producción del barril ronda los 15 dólares. Si la demanda crece, las petroleras aumentan la renta, como ocurrió en 2008 que llegó a 144 dólares. Si la demanda se achica deben bajar la producción o reducir la renta. Y si se produce una sobreproducción, como ocurre ahora, se ven obligados a reducir la renta y se desata una guerra por los mercados, con la que el precio del barril puede caer, por momentos, por debajo del costo de producción.
Los monopolios petroleros ingleses, rusos, yanquis, chinos, europeos, se llenaron los bolsillos con decenas de miles de millones de dólares, con más de la mitad la renta petrolera, durante el gobierno de Macri. Alejandro Bulgheroni, cabeza de PAE y Axion (de capitales rusos, ingleses y chinos) es el segundo mayor millonario de la Argentina con 7.300 millones de dólares (más de 300.000 millones de pesos).
Un acuerdo impuesto por las cámaras de las operadoras y de servicios especiales
Ahora, las petroleras quieren descargar las consecuencias de la pandemia y la crisis económica sobre los trabajadores petroleros y el pueblo. Hay una gran puja entre los sectores empresarios sobre el precio del llamado “barril criollo”, y mientras tanto, se preparan miles de despidos cuando venza el decreto presidencial que los prohíbe.
Se firmó un “acuerdo”, por dos meses (vence el 1° de junio), entre las petroleras y varios de los sindicatos (el de Neuquén, Río Negro y La Pampa, el de Chubut, y varios Sindicatos de Jerárquicos). Lo rechazó el sindicato de Santa Cruz. Es un acuerdo que gran parte de la masa petrolera lo acepta a condición de mantener la fuente de trabajo. Presiona la situación general, ya se han despedido miles de trabajadores petroleros, sobre todo los sindicalizados en la Uocra. Es un round de esta pelea.
El “acuerdo” puede servir para allanarle el camino a las petroleras, o puede servir para prepararnos y que no pasen los despidos y las medidas de ajuste que preparan para junio. Además debemos impedir la división entre los que están en los yacimientos y los que están en refinerías, las tecnológicas y las petroquímicas; y a los patagónicos con los del resto del país.
El protagonismo de los petroleros
Frente a la pandemia, la crisis social y la crisis económica, lo más importante es la organización y el protagonismo de los petroleros, unidos al pueblo, para que paguen las crisis los que se llenaron los bolsillos con Macri.
Hay mucha discusión entre los petroleros. Surgen propuestas muy buenas para dar vuelta el viento, con medidas que garanticen la continuidad del trabajo, sin suspensiones ni recortes salariales.
Medidas que recuperen la soberanía petrolera. Nacionalizando YPF con control de trabajadores, técnicos, la provincia y la Nación. O como hizo Evo Morales en Bolivia recuperando el 82% de la renta petrolera para los trabajadores, las provincias y la Nación, y el 18% para las petroleras (al revés de lo que era antes). Y que a las petroleras que no cumplan los contratos, como Cinopec en Santa Cruz, se las ejecute recuperando esas áreas para la explotación nacional.
Los petroleros tienen una historia de lucha, con sus cuerpos de delegados, sus asambleas multitudinarias y sus sindicatos. Han marcado un camino. Hay condiciones para avanzar por ese camino con la unidad de los patagónicos y los del resto del país, para ser protagonistas de la lucha contra la pandemia, por el trabajo y la soberanía petrolera, impulsando la unidad multisectorial con el pueblo.
El PCR y la CCC están comprometidos para impulsar ese camino.
Escribe Ricardo Fierro
Hoy N° 1813 06/05/2020