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02 de octubre de 2010

El proyecto oficial se impulso con fórceps

El tablero de Diputados, según quedó registrado por la televisión, cantó 128 votos para el proyecto oficialista (al que luego se agregó un voto más identificar) y 122 votos en contra. Así con el mínimo ajustado de los 129 votos, el kirchnerismo logró imponer la resolución 125, con las cosméticas que el gobierno le fue dando por la lucha chacarera y las que tuvo que agregarle en Diputados para lograr el mínimo de votos necesarios.
Junto a la imposición de la mentada resolución y sus posteriores modificaciones, el texto pretende "legalizar" la supremacía del Código Aduanero por sobre la Constitución Nacional, que establece que los Derechos de Exportación, como los demás impuestos, son un atributo exclusivo del Congreso Nacional.
En lo único que concedió cambiar, exclusivamente para la soja y el girasol, y con vigencia solo hasta el 31 de octubre, es en ampliar " compensaciones" para los pequeños productores por el último aumento en las retenciones y por los fletes a los departamentos marginales de la zona pampeana (los cereales no se tuvieron en cuenta, por lo que ahora quedan más castigados que aquellas oleaginosas). En particular se amplía la cantidad de toneladas que tenían que tener los productores para poder "acogerse" al sistema de "compensaciones", por sobre las 500 toneladas establecidas en la primera "corrección" que había hecho el gobierno el 18 de abril, tratando de sacar de la lucha a los pequeños productores.
Ahora las "compensaciones" se aumentan de manera que la "retención efectiva" quede en un 30% para los que producen hasta 300 toneladas (hasta unas 100 hectáreas); a los que producen entre 301 y 750 toneladas (de 100 a 250 hectáreas) se les "compensarían" las retenciones que pasen del 35%, y a los que van de 751 a 1.500 toneladas (de 250 a 500 hectáreas), se les "compensaría" solo por las primeras 750 toneladas lo que pase del 35% de retención.
Esto todavía queda bastante lejos de lo que viene planteando Federación Agraria sobre los porcentajes (que no era ni es el único tema) desde el comienzo de la rebelión chacarera: que las retenciones sean de un 20% para los productores de hasta 600 toneladas, de un 25% entre las 600 y 1.500 toneladas, y de un 30% para los que produzcan entre 1.500 y 3.000 hectáreas, deducibles del impuesto a las ganancias. Y que esas devoluciones no dependan de la buena voluntad de algún funcionario, o que se las hagan "adelantar" a los intendentes que -con la política del gobierno kirchnerista de juntar para él "monedita tras monedita"- no tienen fondos ni para barrer las calles, sino que sean hechas a través del Banco Nación con la sola presentación del documento de la operación de venta por el productor, en un plazo no mayor de los 30 días corridos.