1. Las paso: engendro proscriptivo
1. Las paso: engendro proscriptivo
El miércoles 12, luego de la salida de esta edición de hoy, cierra la presentación de alianzas para las elecciones primarias abiertas y obligatorias (PASO). Estas elecciones son un filtro, parido por un pacto entre el gobierno K y la UCR, para proscribir a los partidos populares que no cuenten con el aparato, las finanzas y los medios (prensa, radio y TV). Exigen enorme cantidad de avales para la presentación de las listas, y de votantes a las listas ganadoras para poder integrar el podio de los seleccionados a participar en las elecciones generales de octubre próximo.
En las próximas PASO se filtran los candidatos para renovar parte del Congreso nacional y la mayoría de los provinciales. En esta ocasión, también han sido convocadas para elegir parte de los miembros del Consejo de la Magistratura, órgano que pasará a controlar la Justicia, de acuerdo a las leyes recientemente aprobadas.
El cierre de las alianzas para las PASO se da en medio de una marea de rumores y presiones sobre la postergación o anulación de las PASO, por la posibilidad de que la Justicia dicte la inconstitucionalidad de las elecciones a consejeros al Consejo de la Magistratura. El gobierno ratificó que las PASO se harán, pero las postergará o anulará si evalúa que le conviene. Se juega al todo o nada porque con las PASO se abre una carrera de dos años, en la que se definirá el próximo gobierno nacional.
2. Internas de los de arriba
El gobierno K sigue apostando a la re-reelección de Cristina K, para lo que necesita una amplia votación en las PASO que lo proyecte como ganador hacia las elecciones de octubre. Tiene a su favor que renueva, en el Congreso, las bancas de su peor elección, las del 2009.
La mayoría de las fuerzas de la oposición también busca proyectarse hacia octubre, en donde aspira a cerrar el paso a una reforma constitucional que habilite la re-reelección. Además, busca lograr el número suficiente de legisladores que impida que el gobierno tenga quórum propio en el Senado y el Congreso, y ganar la mayoría de la Cámara de Diputados; con lo que podría acorralar al gobierno revisando un paquete de leyes (10, definió el ex alfonsinista Caputo), entre ellas la de emergencia económica, que el gobierno K usa para manejar sin control, este año, 100.000 millones de pesos.
Además, en las PASO y las elecciones de octubre se juega una “interna” para seleccionar los candidatos de las derechas opositoras.
3. La batalla por Buenos Aires
Varias provincias tienen sus propias PASO, por lo que, además de la disputa por diputados y senadores nacionales, se abre la lucha por fortalecer a los actuales gobernadores e intendentes, o licuar su poder hacia el 2015.
En Buenos Aires se juega una batalla clave (tiene el 39% del padrón electoral). El gobierno necesita tener un amplio triunfo en este distrito, que compense resultados que no les serían favorables en la Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza (las 4 provincias que siguen a Buenos Aires en cantidad de votantes).
Clarín y La Nación han instalado que “la clave” para las elecciones bonaerenses será la decisión que tome Massa, el intendente de Tigre. Massa postergó su decisión hasta el cierre de la presentación de alianzas, por lo que es oscuro el panorama del peronismo opositor al gobierno K.
En el FAP bonaerense hubo idas y vueltas. El ex gobernador santafesino Binner nominó a Caputo (reciclado del alfonsinismo al socialismo), como candidato a diputado nacional, lo que ya implicaba una ruptura del acuerdo programático, establecido en las elecciones del 2011, con el PTP y el PCR, y otras fuerzas. Finalmente, el GEN, el PS y Libres del Sur, rompieron el FAP acordando con la UCR, a partir de que Ricardo Alfonsín resignara su pretensión de encabezar la lista de candidatos. La alianza con la UCR fue un cartucho de dinamita al programa del FAP.
Al cierre de hoy están avanzadas las negociaciones para un frente integrado por Unidad Popular, y el PTP y el PCR, y con otras fuerzas como el MST, el PSA y Proyecto Sur.
4. Otros frentes de batalla
En la Capital Federal, la alianza de Pino Solanas con Elisa Carrió dinamitó el programa con el que Proyecto Sur participó en las elecciones del 2011, además de hacer estallar por segunda vez su propio partido (ya lo había hecho antes, cuando se bajó de su candidatura presidencial). Ahora, el acuerdo de Solanas con la UCR, el sector de la CC de Alfonso Prat Gay, fue un misilazo al programa de Proyecto Sur. Prat Gay fue alto funcionario del banco yanqui JP Morgan, y su familia es parte de la más rancia oligarquía azucarera tucumana.
Al cierre de esta edición, hay conversaciones avanzadas para la constitución de un frente en la Capital Federal. Lo integrarían Buenos Aires para Todos que encabeza el diputado Claudio Lozano (y que integra Unidad Popular), Marea Popular, el MST, y el PTP y el PCR.
La ruptura del FAP bonaerense y de Proyecto Sur porteño, ha provocado mucho malestar en los militantes de las fuerzas que dinamitaron las alianzas que integraban. Es juntar votos con quienes el pueblo conoce bien. Alfonsín y Carrió integraban la UCR y la Alianza, del gobierno nefasto de De la Rúa, responsable de la política de hambre y entrega, por la que fue derrocado por el pueblo en el Argentinazo del 2001. Hay militantes de esas fuerzas que se suman a frentes con programas claramente nacionales y populares.
5. Atreverse
Como señalamos al principio, la batalla que comienza apunta a definir cuál será el próximo gobierno de la Argentina. Por eso, el desafío de las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas no es amucharse en opciones que terminarán siendo parte de las sumas y restas para cambiar algo para que nada cambie. Por eso el PTP y el PCR solo participan de alianzas que sean programáticas, públicas y equitativas.
El desafío de las fuerzas populares y nacionales es reagruparse para que se exprese en las urnas lo que está en las calles. Y en las calles, lo que avanza en el movimiento obrero, campesino, originario, estudiantil y popular, es la decisión de no seguir pagando el ajuste, la inflación y la crisis: defender lo conquistado con la lucha para ir por más. Crece el malhumor, y la bronca contra la política del gobierno K. Y muchos se preguntan, mirando las opciones de las derechas opositoras: ¿Y si no es Cristina, quién?
Hay que atreverse al armado de fuerzas opositoras de contenido nacional y popular en cada distrito, que fortalezcan las luchas y que proyecten opciones populares, claramente opositoras al gobierno K, y que desnuden las mentiras de las derechas opositoras.
Por eso, es un paso muy importante el que están conversando Unidad Popular con el PTP y el PCR, y otras fuerzas, en Buenos Aires y la Capital Federal. También los frentes ya constituidos en Río Negro, Tucumán, Santa Fe, Chaco, Neuquén, Chubut, y los que se están cerrando en otras provincias.
Al mismo tiempo, la complejidad de la situación electoral, vuelve a ratificar la importancia de la campaña por la personería del PTP. Hay que tener en cuenta que, si postergan o suspenden las PASO, se prolongará el tiempo para llegar a las personerías hasta la fecha de cierre de alianzas de las elecciones nacionales.
La pelea para que las luchas tiñan a las elecciones está abierta. También, las elecciones influyen en las luchas; los de arriba las usan para dividir a los que luchan, y los de abajo debemos usarlas para fortalecer las luchas. Para avanzar y profundizar el camino del Argentinazo, conscientes de que es el que va a permitir dar vuelta la tortilla.