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02 de octubre de 2010

El PTS y la teoría de lo posible

Hoy 1300 / Envoltura de izquierda para un profundo reformismo

En los boletines de la Comisión Interna de Kraft, así como en declaraciones de Javier Hermosilla, coordinador de la misma y dirigente del PTS, se viene expresando la idea de que no es momento de luchar dentro de la fábrica, que primero hay que reorganizar el Cuerpo de Delegados.
 Esto “No se hace de un día para el otro”; “Nada de llevar a la gente de las narices, porque donde no hay unidad y decisión de la mayoría no hay posibilidades de triunfo”, dice Hermosilla en el semanario del PTS del 17 de diciembre de 2009. “Para nosotros lo central hoy es reorganizar fuerzas para poder salir a pelear cuando estemos fuertes y unidos, para poder ganar”, afirma el boletín de la Interna Nº 3.
Detengámonos un poco en estas ideas. En apariencia, Hermosilla y la Comisión Interna hacen un balance equivocado del estado de ánimo de la mayoría de los 2.700 trabajadores, asumiendo que lo que predomina es que los trabajadores fueron derrotados, y hay que “reorganizar nuestras fuerzas”.
Esto es falso, y parte de no comprender en profundidad la experiencia que han protagonizado estas obreras y obreros: la lucha más avanzada en un centro de concentración industrial en muchos años, que puso al movimiento obrero en el centro de la escena política.
Además, es una idea errónea sobre el momento político en nuestro país. Para el PTS, después de la derrota kirchnerista del 28 de junio “creció la derecha”. Desconocen que esos millones que votaron en blanco, nulo o se abstuvieron fueron mayoritarios y son la expresión electoral de un auge de luchas impresionante.
Esto está en la base de la extraordinaria jornada de lucha del 28 de septiembre, con cerca de 100 cortes de ruta en todo el país en solidaridad con los trabajadores de Kraft, que puso el país al borde del estallido social.
Como han afirmado los compañeros de la mayoría de la Interna que dirigió el conflicto contra los despidos “los trabajadores de Terrabusi no están dispuestos a retroceder”.
Decimos “en apariencia”, porque la práctica está demostrando que esta Comisión Interna busca justificar su absoluta falta de iniciativas frente a los avances de la patronal, en un supuesto derrotismo de los trabajadores.

Posibilistas
Pero queremos poner la lupa sobre otro aspecto de estas ideas de Hermosilla y su partido. “Primero organizarse y después luchar”, es la expresión de una viejísima concepción reformista, que es muy conocida en la historia del movimiento obrero. Ya en las épocas del nacimiento de la Segunda Internacional, hacia fines del siglo 19, había una corriente en Francia que disputaba con los marxistas, que se llamó “posibilismo”, porque defendía que los obreros debían pelear por “lo posible”. Estaban a favor de la lucha sindical y aborrecían la política.
Desde ese entonces hasta hoy, los revolucionarios polemizamos con esta idea, partiendo de que tenemos que hacer posible lo necesario.
Esto y no otra cosa, es lo que caracterizó a la dirección de la Interna clasista encabezada por Ramón Bogado todos estos años. Por eso los trabajadores de Terrabusi protagonizaron tantas luchas y obtuvieron tantas conquistas. Por eso se transformaron en uno de los destacamentos más avanzados del movimiento obrero argentino, no por hacer “lo posible”, ni por despreciar la lucha política.
Esto último se expresa con claridad en el más reciente boletín de la Interna de Kraft, de enero de este año. Uno lo lee y no se sabe de la Kraft de qué país está hablando. El gobierno no existe, la política menos. No consideran a los obreros lo suficientemente “capaces” de discutir y decidir el rumbo político de su lucha. Para eso está el PTS.
La práctica de dos meses de esta Comisión Interna no hace más que confirmar lo que ocurre en otras empresas con Comisiones Internas vinculadas al PTS. Pasan de un palabrerío de izquierda al más crudo reformismo.