En Hurlingham, que bajo la intendencia de Juanjo Alvarez ostentaba el pomposo título de “municipio modelo”, pasamos las fiestas a oscuras y con mucha bronca. Los cortes afectaron los barrios de Villa Tessei, Parque Quirno, Villa Club, San Damián. W. Morris fue uno de los más afectados, con cortes de hasta 12 horas.
Al calor insoportable se agregó la falta de agua, lo que provocó que cientos de vecinos se congregaran en las puertas de Edenor para reclamar. Los más indignados, todos pequeños comerciantes, arrojaron su mercadería en mal estado contra las puertas de la empresa, como se pudo observar en la televisión.
Nos decía uno de los afectados: “el intendente Acuña nos regaló un aumento del 30% para año nuevo, el gobierno subió las tarifas del tren y colectivo, sin contar los alimentos, y estos degenerados nos dejan a oscuras y ni siquiera dan la cara… Y después dicen que no hay crisis de energía, y me piden que ponga lámparas de bajo consumo… ¡Y yo qué culpa tengo si las privatizadas se llevan la guita y no invierten!”. También nos contó una vecina un caso particular y dramático: una casa se incendió a causa de un corto circuito, por sobrecarga en el aire acondicionado.
Se realizaron cientos de denuncias por pérdida de mercadería y quema de artefactos. Evidentemente, el pueblo está caliente y no se banca que las privatizadas de Menem, protegidas por Kirchner y ahora por Cristina, nos quieran seguir manoseando. La reacción del pueblo de Hurlingham deja a las claras que las brasas del Argentinazo aún arden bajo las cenizas; y por más esfuerzos que hagan para apagarlas los de arriba, si meten las manos se van a quemar.
02 de octubre de 2010