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28 de noviembre de 2018

Con la mayor inflación aumentan la pobreza y la indigencia

El robo a los ancianos y a los niños

Junto a negar el bono de fin de año a estos sectores, el gobierno macrista anunció la semana pasada que los haberes jubilatorios, las asignaciones familiares y demás prestaciones de la seguridad social, serán actualizadas en un 7,78% a partir del mes de diciembre.
La movilidad comprende a 7 millones de jubilados y pensionados, más de 1,5 millón de Pensiones No Contributivas (PNC) y Pensiones Universales para el Adulto Mayor (PUAM), 4 millones de Asignación Universal por Hijo (AUH) y más de 5 millones de asignaciones familiares (para las que aportan los trabajadores registrados).
La actualización del 7,78% a diciembre significa una actualización de apenas el 28,8% a lo largo de todo este año, cuando la inflación anual prevista es de casi un 50%.
Es decir que la pérdida por la inflación en todas estas prestaciones será superior a un 20% durante todo este año. Algo semejante al robo inflacionario a la mayoría de los trabajadores registrados, y ni que hablar de los informales o precarizados.
La pérdida de los mayores y los niños, como la de todos los trabajadores de bajos ingresos, es mayor si se la compara con los precios de los bienes y servicios de la canasta básica de pobreza que vienen superando el índice de inflación: acumulaban ya en los últimos 12 meses, a octubre de 2018, un aumento del 54,6%, de acuerdo a los datos del Indec.
Por ese incremento, en octubre la canasta de pobreza para una familia tipo (matrimonio y 2 hijos) ya costaba $24.241,17. O sea, $8.564,61 por sobre los $ 15.676,56 que costaba en octubre de 2017. De ahí que aún los sectores que reciban el bono de hasta $5.000 no podrán sacar siquiera la cabeza de abajo del agua.
Así asistimos a un fuerte aumento del número de pobres e indigentes a nivel nacional. La última medición del Indec, del primer semestre de 2018, ya mostraba que era del 27,3% de la población (unos 12 millones de personas sin contar los pobres del campo), cuando el último semestre de 2017 había sido del 25,7%.
Por el desboque posterior de la inflación y la caída de los ingresos reales de los asalariados formales e informales y jubilados y pensionados en relación a la misma (mayor a los 20 puntos), con el aumento de los despidos y suspensiones y la caída en la ocupación, se estima que en este segundo semestre la pobreza podría llegar al 32% (unos 14 millones de pobres urbanos).

Hoy N° 1745 28/11/2018