El gobierno ha aumentado de manera tal las retenciones que posibilitó enormes ganancias a las cerealeras imperialistas como Cargill, Dreyfus, Bunge y ADM. Cuando ni siquiera había comenzado la siembra de la soja, estas exportadoras presentaron en noviembre registros de exportaciones por 18 millones de toneladas sin haber comprado un grano, antes de que el gobierno aumentara las retenciones del 28% al 35%, cuando le compraron a los productores les descontaron el 35%, pero el gobierno aceptó que le pagaron el 28%, con lo que le robaron $ 1.260 millones a los productores.
El Congreso aprobó luego una ley por la que las retenciones se pagarían de acuerdo a la fecha de embarque, pero el lobby de las cerealeras y aceiteras operó por intermedio del senador Urquía, jefe de la poderosa Aceitera General Deheza, que logró que el precio de la soja se congela al momento en que se presentó el formulario de exportación, cuando valía 378 dólares la tonelada, y el nuevo aumento de las retenciones impuesto la semana pasada se cobra sobre esos 378 dólares, y no sobre el precio internacional actual de más de 500 dólares que es al que venden la soja las cerealeras. Esto significa un robo de $ 5.355 millones a los productores.
02 de octubre de 2010
