“Tuvo tal fuerza el Rocazo
Cual una revolución
De hacer saltar del sillón
Al señor gobernador
Y llegar con temblor
También al de la Nación”
Así dicen las estrofas del poema de José Parra, un vecino de Roca que le escribió a la pueblada. El Rocazo fue una de las rebeliones populares más importantes del país, no solo porque el pueblo unido enfrentó en las calles al interventor militar de Río Negro, Roberto Requeijo, en medio de la dictadura de Lanusse en el país; sino porque fue el único caso de estallidos en el que el pueblo logra tomar el poder por unos días.
Fue el 4 de julio de 1972, luego de una asamblea masiva en el Club del Progreso, cuando el pueblo marchó al municipio. A través de la movilización popular se destituyó al intendente de facto Fermín Orejas y constituyó un gobierno popular.
La rebeldía, la combatividad y la masividad caracterizaron a esta pueblada que se prolongó por más de dos semanas convirtiéndose en una de las más largas y de mayor participación en la historia nacional.
En esa época en Roca había alrededor de 25.000 habitantes y había más de 6.000 personas en la calle, o sea, un cuarto de toda la población estaba en combate. “Era un polvorín, realmente esa dictadura había hambreado al pueblo”, contó Raul Rajneri quien tenía 14 años, era estudiante secundario y fue protagonista de la pueblada. Se afilió a la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR) y hoy es secretario del Partido Comunista Revolucionario (PCR) de Río Negro.
“No hay algo superior, porque se constituyó un gobierno popular elegido en forma asamblearia, los trabajadores, los estudiantes, productores, comerciantes. Ese gobierno popular cambió el sentido de las calles como una forma concreta de llamar la atención a toda la comunidad”, recordó.
El Rocazo tuvo una trascendencia vital para muchos jóvenes. “En mi caso particular signó mi vida política, me hice de izquierda y me afilié al Partido Comunista Revolucionario”, sostuvo el dirigente.
Lo que encendió la chispa en el caso del Rocazo fue la decisión del interventor militar Roberto Requeijo de crear un Juzgado Civil multifuero en Cipolletti y ese hecho llevó a la masiva protesta que devino en estallido y rebelión popular.
El Rocazo expresó la disputa entre distintos sectores hegemónicos de la dictadura imperante, pero la contradicción principal era la de dictadura-pueblo. Los y las más humildes, las y los trabajadores y estudiantes impusieron en la calle su programa de lucha: contra la represión policial, por la libertad de los presos políticos, contra la carestía de la vida, las urgentes necesidades de vivienda y fundamentalmente echar al intendente, al gobernador y recuperar la democracia, como un bien supremo, por encima de los demás.
Se sumaron vecinos de distintos barrios, entre ellos del Tiro Federal y del que luego sería barrio Noroeste que luchaban por terrenos para construir sus viviendas. Los chacareros representados en el Gobierno Provisional, promovieron movilizaciones y cortes de ruta.
Nadie se olvida del acto patriótico del 9 de Julio realizado frente al busto a Sarmiento con la participación de más de 10.000 personas. Ese acto fue recordado como “la fiesta de la dignidad del pueblo”.
Durante el Rocazo más de medio centenar de personas fueron detenidas, acusadas de subversión y luego puestas a disposición de la Cámara Federal, o como habitualmente se lo conoce, la “Cámara del terror’’.
Eso no fue todo porque un segundo Rocazo sucedió al primero en marzo de 1973, a partir del regreso de Requeijo a la ciudad como candidato a gobernador por el PPR en las elecciones.
“Cuando llegaron patotas de Requeijo para hacer un acto electoral en la ciudad, entraron en colectivos golpeando cadenas, nosotros los estudiantes fuimos a repudiar su acto en la puerta del mismo lugar donde lo hacían. Salieron del acto matones armados que dispararon contra los manifestantes”, recordó Raúl. Así murió asesinado Agustín Fernández Criado, de 21 años y esto desató la furia popular.
Este es el camino donde el pueblo toma en sus manos la política y el poder, con un gran contingente de jóvenes a la cabeza. El Rocazo nos marca un modelo insurreccional, junto con el Cordobazo y todos los “azos” de aquella época, pero también producto de una situación internacional favorable con el Mayo Francés y la Primavera de Praga.
Corresponsal
Hoy N° 1968 05/07/2023