El martes 19 se aprobó en la Cámara de Diputados la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. En los alrededores del Congreso, trabajadoras y trabajadores de la CGT y las dos CTA festejaron este avance en una conquista largamente reclamada. Para que se convierta en ley falta la aprobación del Senado.
En la votación de Diputados la media sanción salió con el voto a favor de 135 diputados, mientras que 103 votaron en contra.
La medida, de concretarse su aprobación en el Senado, beneficiará a cerca de 800 mil trabajadores en relación de dependencia y jubilados que dejarían de pagar el gravamen. Son aquellas y aquellos trabajadores en blanco que ganan menos de 15 salarios mínimos. Este monto de base, hoy de 1.780.000 pesos, se actualizará semestralmente.
Con esta modificación sólo pagarán este impuesto los CEO, gerencias, subgerencias, puestos calificados y jubilaciones y pensiones de privilegio alrededor de 90.000 personas, menos del 1% de los trabajos registrados del país.
La bancada de Juntos por el Cambio, algunos de cuyos diputados como Ritondo habían chicaneado los días previos diciendo «Mandá la ley que la votamos», pensando que el gobierno no lo haría, a la hora de la verdad votaron en contra. También se negaron a dar quórum, aunque esta posición le costó que una parte de sus diputados, los que responden a Losteau, rompieran con esa directiva y se sentaran en la Cámara, ya que querían garantizar, como dijeron, que se trate otro tema que era la creación de nuevas universidades.
También se opusieron Florencio Randazzo y los diputados cordobeses que responden a Schiaretti.
Además del Frente de Todos, apoyaron esta media sanción el FIT, algunos diputados de bloques provinciales, y La Libertad Avanza (Los fundamentos de Milei fueron para diferenciarse de JxC en la competencia electoral).
Como planteó nuestro compañero Juan Carlos Alderete, diputado nacional del PTP-PCR en el Frente de Todos y miembro del Comité Central del PCR en su Facebook, apoyando el proyecto: “Hay que avanzar sobre el privilegio que tienen las grandes empresas, terratenientes y monopolios que están libres de pagar ciertos impuestos que representan el 4,8% del PBI.
“¿Por qué el Estado le tiene que cobrar todos los impuestos a cualquier persona de a pie pero se los perdona a los que más tienen? Esos son los que además, por lo general, la fugan y no reinvierten para generar más puestos de trabajo, más producción ni la gastan en el país.
“El salario no es ganancia y no nos tiene que parecer una locura que los trabajadores mejores pagos de nuestro país ganen 800 o 900 mil pesos, cuando la canasta básica sin alquiler ya está en $285.000.
¡La locura es que tengamos un 30% de los trabajadores formales con salarios por debajo de la línea de pobreza o que un trabajador informal gane $80 mil, como ganan las compañeras que trabajan en los comedores, que limpian calles o están en una posta de salud en los barrios más postergados del país”.
Párrafo aparte merece el discurso de algunos comunicadores que la van de “progresistas”, que se opusieron a la eliminación de la cuarta categoría de Ganancias porque es un impuesto “progresivo”, y por lo tanto justo, y que esta sanción deja en “desventaja” a los trabajadores de menores ingresos y a los que están en negro. Así, terminan siendo funcionales a la derecha macrista, y contraponen trabajadores “ricos” con trabajadores “pobres”.
Los gremios, las comisiones internas y los cuerpos de delegados presentes afuera del Congreso se comprometieron a volver a movilizar cuando este proyecto se trate en el Senado.
Hoy N° 1980 27/09/2023