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18 de octubre de 2017

El segundo hundimiento del buque Repunte… el olvido

Por el silencio de los medios y de Prefectura Naval

 

 
El 17/06/2017, a 80 kilómetros del puerto de Rawson (Chubut), se produjo el hundimiento del buque fresquero Repunte (Fresquero es un vulgarismo utilizado en la actividad de la pesca, para diferenciar los buques que sólo pescan de los que procesan la pesca a bordo llamados buques factoría, ejemplo los que producen harina de pescado, son buques que van equipados con maquinaria similar a una fábrica). Este buque estaba equipado para la captura de merluza, matriculado en Mar del Plata y pertenecía a la flota de Ostramar SA, cuyo armador es Julio Caputo. (Armador es la persona o empresa naviera que se encarga de equipar, avituallar, aprovisionar, dotar de tripulación y mantener en estado de navegabilidad una  de su propiedad o bajo su posesión, con objeto de asumir su gestión náutica y operación).
Este buque tenía una antigüedad entre 40 y 50 años. Estaba en reparación desde hacía aproximadamente tres años. 
Cuando un buque pasa más de 180 días fuera de actividad caduca su matrícula, a no ser que se justifique demostrando las reparaciones en ejecución. En este caso luego de haber efectuado varias renovaciones, la matrícula estaría por caducar a favor de un buque del sur.
Al iniciarse la temporada del langostino apuraron el alistamiento del Repunte para esta captura; así, se le colocaron dos tangones (especie de grúa para el arrastre de las redes) en ambos costados del buque (babor y estribor). Estos tangones pesan alrededor de 10 toneladas cada uno.
La reparación y adecuación del buque están en duda y serán investigados por el Juzgado Federal nº 2 de Rawson, dudas que se acrecientan por cuanto Julio Caputo tiene un parentesco con Francisco Di Leva integrante del Consejo Federal de Pesca, entidad a cargo de verificar y extender las matrículas.
Algunos señalamientos sobre las posibles causas del naufragio: 
a) La temporada del langostino es de gran importancia económica dado el alto valor que tiene ese marisco. Seguramente se apuraron los trámites y se dieron las autorizaciones sin las debidas verificaciones sobre el verdadero estado del buque.
b) Había temporal, todos los barcos estaban amarrados en el puerto de Rawson; entre olas de siete metros de altura sólo navegaban el María Liliana y el Repunte, este último hacia Mar del Plata, con su bodega cargada de langostinos. Prefectura Naval no debió permitir en esas condiciones la salida de barcos, debía clausurar totalmente la actividad pesquera hasta tanto amainara el temporal.
c) Los trabajadores debido a los bajos salarios que cobran presionan para salir a pescar, situación que aprovechan empresarios inescrupulosos poniendo en riesgo la vida de la tripulación, liberando a la navegación un barco obsoleto con dudosas reparaciones y con las más adversas condiciones climatológicas. Muchas personas vinculadas a la actividad y los propios trabajadores dan testimonio de que el buque tenía serias averías en su casco que, según afirman, fue mal reparado en varias oportunidades.
La responsabilidad de Prefectura Naval respecto al cumplimiento del protocolo de navegación, del Consejo Federal de Pesca en lo que respecta a las inspecciones y verificación del estado de la flota y del Sindicato que, en connivencia con la empresa, no actúa en la debida defensa de los trabajadores. Todo debe ser exhaustivamente investigado en la instancia judicial, para penalizar a quienes con su intervención han ocasionado un daño irreparable y totalmente evitable.
Esta tragedia no es única, desde hace mucho tiempo vienen ocurriendo hechos así: las autoridades muestran preocupación al principio, al poco tiempo todo pasa al olvido. Así fue desde que los buzos localizaron la nave y verificaron que en su interior no quedó atrapado ningún tripulante, de los desaparecidos, nada más se sabe. El olvido nos lleva al segundo hundimiento del Repunte.
La única forma de evitarlo es la lucha de los trabajadores por:
  •  Lograr un salario digno acorde al riesgo de su labor.
  • Exigir que Prefectura cumpla el protocolo de navegación.
  • Que las empresas doten a los trabajadores de la seguridad necesaria para un trabajo de alto riesgo, mediante los cursos de capacitación obligatorios y el cumplimiento de todas las normas de seguridad. 
 
 
Escribe Juan Caporaletti: Hijo de uno de los 31 pescadores desaparecidos en el temporal de Santa Rosa del 29/08/1946. Hechos similares de mayor o menor envergadura continúan ocurriendo hasta la actualidad; todos tienen un signo en común: los responsables nunca aparecen, las condiciones del tiempo y clima son las excusas utilizadas en todos los casos.