El sábado 28 de abril se autoconvocaron más de 1.500 trabajadores petroleros de Las Heras, Pico Truncado, Caleta Olivia, y Río Gallegos en el Bridasaurio en la salida oeste de Pico Truncado, ante la urgente necesidad de recuperar el sindicato y convocar a las elecciones. Esto es imperioso para hacerle frente a los despidos, amenazas, y hasta cárcel a los compañeros que luchan, como Oñate (que pasó ocho meses preso injustamente), Leyes y Arroyo (liberados el viernes 27).
El sábado 28 de abril se autoconvocaron más de 1.500 trabajadores petroleros de Las Heras, Pico Truncado, Caleta Olivia, y Río Gallegos en el Bridasaurio en la salida oeste de Pico Truncado, ante la urgente necesidad de recuperar el sindicato y convocar a las elecciones. Esto es imperioso para hacerle frente a los despidos, amenazas, y hasta cárcel a los compañeros que luchan, como Oñate (que pasó ocho meses preso injustamente), Leyes y Arroyo (liberados el viernes 27).
Necesitamos recuperar el gremio por los delegados a los que se les termina el mandato y quedan en banda sus compañeros, por un convenio colectivo firmado sin discusión, los descuentos por impuesto a las ganancias, los topes a las asignaciones familiares en medio de una disparada de los precios. La asamblea rechazó la resolución del Congreso de Federación realizado en Córdoba donde se decidió “prolongar la intervención sin término”, integrada por: Flaquier, Retamozo, Méndez (los dos ex-comisión directiva de Segovia), y Juan Barrientos (Las Heras).
Se denunció la presencia de 600 gendarmes que días antes llegaron a Cerro Dragón (Chubut) y a los yacimientos del golfo San Jorge, ante las asambleas y piquetes que se vienen realizando, lo que fue repudiado masivamente.
Hablaron varios delegados que reclamaron el fin de la intervención de la Federación, que no solo no cumplió ninguno de los puntos de las masivas asambleas de abril del 2011 en Cañadón Seco, donde fue destituida toda la comisión directiva encabezada por Hector “Chaco” Segovia, sino que dejó “en banda” a los petroleros despedidos ante el revanchismo de las empresas.
Hubo dos posiciones acerca de quién se tenía que hacer cargo del gremio y de la convocatoria a las elecciones: varios delegados propusieron que se restituya a la anterior comisión de Segovia, pero otros dijeron “no solo la Federación nos cajoneaba los reclamos, el “Chaco” Segovia también los cajoneaba”.
Si no se va la intervención,
hay paro
Con el aplauso masivo de la asamblea, se decidió finalmente dar plazo hasta el miércoles 2 de mayo para que la intervención entregue el Sindicato a la anterior Comisión Directiva y el Cuerpo de Delegados, para llamar inmediatamente a elecciones, de lo contrario, paro general el jueves 3.
A último momento, el “Hurón” Cárdenas, dirigente de Río Gallegos, invitó a hablar a Segovia, que apareció de atrás en ese momento, tratando de capitalizar el clima de lucha de la asamblea, en medio de algún chiflido, y el grito de un petrolero desde la asamblea “no queremos más traidores”. Los medios de prensa reflejaron de distinta forma esta combativa asamblea que reclamó con firmeza: fuera la intervención del sindicato petrolero. El sindicato es de los trabajadores, no de los traidores.
El gobernador kirchnerista Peralta salió pocas horas después de la asamblea a repudiar el paro petrolero decidido para el jueves, diciendo que los trabajadores de esa forma “boicoteaban a YPF y al gobierno”.
Urge la realización de asambleas por empresa y dar mandato a los delegados y al Cuerpo de Delegados, para tomar en manos de los trabajadores la recuperación de nuestro Sindicato Petrolero de manos de la intervención, y la elección de la Junta Electoral en asamblea general para la realización de las elecciones de nueva Comisión Directiva, como garantía para la defensa de nuestros derechos.