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13 de abril de 2011

El compañero Derli Prada, actor de vasta trayectoria, miembro de la flamante Secretaría de Cultura de la CTA, nos cuenta las discusiones sobre esta área en el Primer Congreso Federal de la Central.

El trabajo cultural en la CTA

Hoy 1364 / Una experiencia de frente único y de masas

El congreso de la CTA fue importante, porque estuvo precedido del triunfo de la Lista 1. Si bien es la primera vez que participo de un Congreso, desde la Asociación Argentina de Actores pertenecemos a CTA desde que se creó.

El congreso de la CTA fue importante, porque estuvo precedido del triunfo de la Lista 1. Si bien es la primera vez que participo de un Congreso, desde la Asociación Argentina de Actores pertenecemos a CTA desde que se creó.
El Congreso estuvo precedido por la marcha frente al Ministerio de Trabajo, donde Pablo Micheli planteó que tenía que haber un 75% en la calle y un 25% de gestión. Esto es una gran diferencia con Yasky, porque en estos cinco años no movilizó por las reivindicaciones, ni quería hacer el Congreso, como parte de su colaboración con el gobierno. Esto lo vivimos en la elección interna de Actores, donde fuimos en listas separadas de la gente de Yasky.
Fue muy importante la resolución del paro del 8 de junio con 100 cortes de ruta, y el objetivo de ir a una Central de cuatro millones de afiliados y cien mil delegados de fábrica.

Importancia de la Secretaría
Muchas cuestiones se vieron en el Plenario del Congreso, en la comisión, y en el trabajo preparatorio del congreso. Venimos trabajando con un espacio de cultura en Capital Federal y otro en la CTA nacional. Es la primera vez que la CTA tiene una Secretaría de Cultura. Antes había colaboradores. Discutimos mucho, en el tiempo que estamos. Por un lado lo que se iba a plantear en el Congreso, y qué hacer en el ámbito de la cultura. Arrancamos en el mes de marzo con el mes de la memoria, con jornadas bastante buenas. Nosotros, desde el Centro Cultural Raíces cumplimos los objetivos. Hicimos tres espectáculos con una importante cantidad de actores: un homenaje a Miguel Hernández, otro a Carmen Soler, y la obra Salamanca.
Estamos discutiendo si somos el último orejón del tarro. Se dijo en el congreso, lo dicen los compañeros en nuestra lista. Realmente estamos preocupados. Fuimos al Congreso y debatimos que no tuvimos un espacio específico para expresar la problemática de cultura. Se hizo con medios, con formación y educación, muy amplio. Llevamos propuestas que se habían visto en la comisión de cultura de la CTA, como crear en todo el país las Casas del Pueblo. Se discutió trabajar sobre el movimiento obrero, tanto en lo histórico, como con obras. También está ligado a la CTA un movimiento que es muy grande, que se llama Pueblo hace cultura, recogiendo una experiencia de Brasil. Es un movimiento de masas.
Nosotros estamos ahí con una larga experiencia en cultura, que a ellos les viene muy bien. Y nos da la posibilidad de hacer actividades de frente único, y de masas. Cuando discutís la problemática ahí sabés que hay varios gremios, y de todo el país. No es igual que en una agrupación, o en un lugar de trabajo. Todos los gremios tienen actividad en cultura, tienen salas, bibliotecas. Algunos tienen una radio, proyectores, cine…

Reclamos en cultura
En el Congreso se discutió la concepción de cultura. Hubo desde opiniones muy de frente único y discutiendo sólo lo cultural, hasta quien dijo que en el documento se tenía que expresar el acuerdo con la marcha hacia el socialismo. Se propuso llevar la cultura a la calle y las fábricas, y se plantearon muchas cuestiones, como la solidaridad con los pueblos originarios.
Un gran debate fue que hay que nombrar a Cristina Kirchner como responsable de lo que no se consigue, de lo que falta, de lo que no estamos de acuerdo. También en nuestra comisión se discutió que hay que precisar el gobierno que tenemos, y sus responsabilidades en el tema de la cultura, como la falta de presupuesto en el área.
Fue muy importante incorporar el reclamo de destinar el 1% de los gastos del Estado a cultura. Esto es lo que recomienda la Unesco, y en la actualidad el porcentaje de este gobierno es del 0,40%, menos de la mitad. Este problema del 1% del presupuesto para cultura lo aprendimos hace cinco años en un congreso de cultura que llamó el gobierno. Allí los compañeros de ATE hicieron ese reclamo, junto con nosotros. A partir de allí se peleó ponerlo en los programas de ATE. Ahora logramos incorporarlo en el Congreso de la CTA.
Habrá que ver cuánto de lo que se discutió en la comisión, queda en las resoluciones. Porque hubo otros planteos, por ejemplo que peleamos la pluriculturalidad. Porque en la Argentina conviven muchas culturas, la de los criollos, la de los inmigrantes, de los pueblos originarios, de los negros. Y hay una cultura del bloque dominante, que es la que predomina.
También se planteó citar en los documentos la lucha de los pueblos árabes, resaltando los puntos en común, como la tercerización que existe en Egipto. Se acordó el homenaje a Fuentealba, y que había que desarrollar nuestro trabajo como cultura popular, porque el gobierno sabe definir muy bien la cultura como herramienta simbólica y subjetiva. Si nosotros queremos tener una cultura al servicio del pueblo y de la patria, con concepciones avanzadas, con las concepciones de los trabajadores, tenemos que estudiar muy bien la cultura que se da en el marco de un país dependiente, con una disputa interimperialista muy importante.
Sería muy importante llevar a cabo el proyecto de Casas del Pueblo, porque sería como tener delegaciones culturales en todos los lugares donde está la CTA, donde estamos nosotros. El congreso nos posibilitó contactarnos con compañeros que están haciendo trabajos culturales en todo el país. Juntamos 100 direcciones y contactos de distintos gremios y ciudades, y marchamos a un encuentro de trabajadores de la cultura, creadores y artistas en el marco de la CTA.
El congreso fue bastante bueno por estas cuestiones, y en la comisión hubo comentarios que hacía falta dedicarle más tiempo a los debates, que los homenajes llevaron mucho tiempo, que se podría haber aprovechado mejor las horas del Congreso.
Para terminar, dejamos en claro en el Congreso de la CTA que nosotros como clasistas, nunca vamos a dejar de pelear contra la opresión y la explotación, y que peleamos un arte que refleje esta posición.