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31 de agosto de 2011


El trabajo infantil

Hoy 1384 / Una realidad lacerante de la Argentina K

Si bien el trabajo infantil está “prohibido” por la ley 26.390, es una realidad que se mantiene con toda fuerza luego de ocho años de gobierno kirchnerista.
El Observatorio de la Deuda Social en la Argentina ha publicado un reciente trabajo: La estratificación social del trabajo infantil, donde se vuelcan datos contundentes de esta realidad lacerante.

Si bien el trabajo infantil está “prohibido” por la ley 26.390, es una realidad que se mantiene con toda fuerza luego de ocho años de gobierno kirchnerista.
El Observatorio de la Deuda Social en la Argentina ha publicado un reciente trabajo: La estratificación social del trabajo infantil, donde se vuelcan datos contundentes de esta realidad lacerante.
Allí, sobre la base de un estudio estadístico en varios centros urbanos, luego de analizar el trabajo doméstico intensivo (hacer todas las tareas de la casa), que afecta más del 8% de los niños y adolescentes de los centros urbanos de nuestro país, se concluye que el “12,3% de los niños/as y adolescentes urbanos entre los 5 y 17 años ayuda a familiares u otras personas en un trabajo, hace alguna actividad por su cuenta para ganar dinero o tiene un trabajo como empleado o aprendiz. Dicha propensión al trabajo es de aproximadamente 8,1% en los niños/as entre 5 y 13 años y alcanza 21,2% en los adolescentes entre los 14 y 17 años”.
 El trabajo en la niñez y adolescencia es mayor al promedio de las grandes ciudades relevadas por la EDSA (Encuesta de la Deuda Social Argentina) en Gran Córdoba, Gran Tucumán y Gran Mendoza (16,8%, 16,6% y 14,7%). Y es especialmente elevado en las ciudades medianas donde alcanza al 26% de la niñez y adolescencia. Entre los niños/as de 5 a 13 años la propensión al trabajo es mayor al promedio en Gran Tucumán y en Gran Córdoba (13,3% y 11,3%, respectivamente), mientras que en los adolescentes entre 14 y 17 años es mayor en Gran Córdoba, Gran Mendoza, Gran Tucumán y Gran Buenos Aires (28,8%, 27,6%, 24,8% y 20%, respectivamente).
El informe afirma lo que muchos ya sabíamos: “tanto entre los niños/as entre los 5 y 13 años como entre los adolescentes de 14 a 17 años la propensión al trabajo es mayor a medida que desciende el estrato social de origen. Los adolescentes en el estrato social muy bajo registran 3 veces más “chance” de trabajar que un par en el estrato medio alto, mientras que dicha brecha de desigualdad social es de 2,3 veces en los niños/as”.
Entre los trabajos de los niños y adolescentes, se contabiliza que el 9,2% lo hace en un taller, negocio o en un oficio a un familiar o conocido; trámites o mandados (1,4%); actividades en la vía pública (1,8%) y en actividades de cuidado de personas mayores, preparado de comidas o limpieza (1,4%). La media de horas trabajadas por semana entre los niños/as y adolescentes en las grandes ciudades de la Argentina se estima en 5,75 horas (4,3 horas en niños/as entre 5 y 13 años y de 6,8 horas en adolescentes entre 14 y 17 años).
Por último, podemos consignar que si bien la gran mayoría de los niños/as y adolescentes que trabajan destinan el dinero que obtienen a gastos personales (62%), casi 3 de cada 10 destina el dinero a ayudar a la economía de su hogar y 1 de cada 10 le da ambos destinos (en parte lo destina a sus propios gastos y en parte a la ayuda de su hogar).
 Es decir que, para el Observatorio Social de la Deuda “el trabajo en cualquiera de sus formas (trabajo doméstico o en actividades económicas) alcanza 17,6% en la niñez y adolescencia entre los 5 y 17 años. Siendo dicha incidencia del 32,4% en la adolescencia entre los 14 y 17 años y del 10,6% en la niñez entre los 5 y 13 años”.