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30 de octubre de 2019

Elecciones en Bolivia

El triunfo legítimo de Evo Morales

Ganó Evo Morales: con los cómputos al 97,87 % de las actas el resultado general es de 2 millones 886 mil votos para Evo Morales, el 47,07 % de los votos, y 2 millones 239 mil para Carlos Mesa, el 36,52 %, con lo cual la diferencia es de 10,55 %, que en cantidad de votos son 647 mil a favor de Evo.

En el año 2002 Evo perdió las elecciones, contra la fórmula Gonzalo Sánchez de Lozada-Carlos Mesa, por 42 mil votos y aceptó el resultado. Ahora pierden por 647 mil votos y quieren incendiar Bolivia.

El MAS ganó en los departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí, Beni y Pando, la oposición en Santa Cruz, Sucre y Tarija. En La Paz la diferencia a favor del MAS es de 29,83 %, en Potosí del 16,51 %, en Cochabamba del 25,31 % en Pando del 15,12 % y en Oruro del 15,12 %. Los bolivianos que votaron en el exterior le dieron el triunfo a Evo con el 59,84 % de los votos. A nivel municipal, sobre 340 municipios el MAS ganó en 285, es decir en el 83,82 %, lo cual implica que la inmensa mayoría de los campesinos-originarios y la clase obrera minera y fabril apoyó la continuidad del gobierno del MAS.

oposición no acepta su estrepitosa derrota y salió a la calle a enfrenar con provocaciones a quienes festejaban el triunfo. Al mismo tiempo indigna que la OEA, la Unión Europea y la embajada norteamericana, el gobierno de Macri y Bolsonaro salieran a cuestionar el proceso electoral y a exigir que haya una segunda vuelta, lo cual es una alevosa injerencia en asuntos internos.

gobierno contestó a esto primero con una pregunta: ¿Cómo es que quienes dicen que hubo fraude se proponían quemar las urnas, siendo estas la prueba material para comprobar que hubo fraude? La segunda respuesta es la decisión que tomó Evo Morales la noche del jueves 24, de solicitar al Órgano Electoral Plurinacional (OEP) que realice una auditoría de las 34.511 actas computadas y que la OEA, ONU, Unión Europea y todos los partidos de oposición participen de la misma.

Sin embargo, las provocaciones no cesan por parte de quienes no aceptan el resultado. Parten de la base de la negación absoluta del balance de la gestión del MAS a lo largo de 14 años, que consiste en que el Producto Bruto Interno creció cuatro veces –en el año 2005 fue de 10 mil millones de dólares, en el año 2019 cerrará con 42 mil millones–, las reservas líquidas del Banco Central suman 11 mil millones de dólares, la inflación del año 2018 fue del 1,51 %, el tipo de cambio entre el peso boliviano y el dólar que en el mes de enero del año 2005 era de $ 8,07 por dólar hoy, octubre de 2019, es de $ 6,96 por dólar. Por ello el pueblo boliviano que puede ahorrar lo hace en pesos bolivianos y lo más importante es que se ha sacado de la extrema pobreza a más de 2 millones de bolivianos con una población de 11 millones; ha mejorado el salario real de los trabajadores.

La esencia de los logros de Bolivia se deben a que a partir del año 2006 ha recuperado el control de los recursos naturales como el petróleo, gas, litio, minerales, avances en industrialización y otros, lo que ha permitido un plan social de asistencia a la niñez y los ancianos, vivienda, educación, salud, deportes, inversiones públicas en obras de infraestructura, entre ellas embalses y agua de riego para las comunidades campesinas, red de carreteras asfaltadas y comunicaciones urbanas que incluye los teleféricos de La Paz, que han transformado el país. Esto lo reconocen hasta algunos opositores, pero lo que prima en ellos es la extraordinaria carga de racismo que los impulsa a la oposición y a organizar fuerzas de choque.

En todo proceso político las críticas y la autocrítica son imprescindibles; sin embargo, lo fundamental para los pueblos de nuestra América Latina es defender los avances populares, la dignificación de las naciones originarias y campesinas, de la clase obrera minera y fabril y de sectores de la burguesía nacional en el proceso político y económico de Bolivia, en un momento de cerco de su gobierno por parte de las derechas pro imperialistas como las que expresan los presidentes de Brasil y Argentina.

escribe José Puca

Hoy N° 1789 30/10/2019