Pocos balances en la historia política recogen una sentencia tan unánime. Estos cinco meses del gobierno de Cambiemos solo pueden sostenerse gracias a la pésima gestión del anterior gobierno. Seguramente esto último es materia de debate y saludamos que así sea. Ya que lo peor que nos puede suceder es cerrar el balance de la gestión de Gustavo Pulti solo por contraste de lo sucedido en estos cinco meses.
Doce años de Acción Marplatense fueron suficientes para terminar de delinear una ciudad con los mayores índices de desigualdades sociales del país. El perfil progresista y la cooptación de dirigentes sociales fueron los elementos centrales de la falsa escenografía que montó el pultimo-kirchnerismo para ocultar la verdadera película que rodaba en la ciudad, cuyos actores principales eran los sectores más concentrados de la economía marplantense. Una trama repetida hasta el cansancio para atraer espectadores esperanzados. La típica historia donde la señora/or con conciencia social se enamora y se casa con el estanciero/ra más adinerado del pueblo. Fuimos testigo del matrimonio de Gustavo Pulti con Aldrey Iglesias (dueño del multimedios La Capital, entre otros negocios). Los regalos de bodas del intendente superaron cualquier registro de uniones anteriores entre funcionarios municipales y empresarios.
Las grandes mayorías siguieron estando a merced de un mercado laboral restringido que produce la pérdida de derechos y agiganta las ganancias empresariales. Los señores de la pesca y el turismo, al dirigir emprendimientos que ellos llaman “estacionales” necesitan trabajadores precarizados o en negro para explotarlos y descartarlos según los requisitos del mercado. Este mal endémico o mejor dicho plan sistemático, se fortaleció en la última década. Mar del Plata es hoy la capital del desempleo y el trabajo en negro. También es la capital de la ausencia de legislación para frenar la especulación inmobiliaria, la instalación de grandes superficies comerciales, la monopolización de los servicios públicos y la proliferación de empresas pesqueras que congelan y no procesan materia prima en la ciudad. En Mar del Plata crece la especulación, aumenta la concentración económica y crece el trabajo en negro. ¿Quiénes ganan en esta película?
El principal problema del Dr Arroyo de estos cinco meses es que decidió seguir produciendo y dirigiendo la misma película y no rodar otra. Esta tiene otra trama pero los mismos ganadores. La historia de un señor bueno que atiende los reclamos de los desfavorecidos y que trata de convencer a los poderosos que sean más sensibles. La verdad es que no tomó ninguna medida para que la película sea a favor de las mayorías que la están pasando mal en la ciudad. Dónde quedó la defensa de lo público nombrando funcionarios como el Dr. Blanco que promueven abiertamente la injerencia de intereses privados para “solucionar” los problemas de la salud municipal; dónde quedó el reclamo de los millonarios fondos recaudados por la administración nacional producto de las exportaciones pesqueras; dónde quedó la promoción de un puerto multipropósito superador del esquema productivo actual; dónde quedó la promesa de transparencia y honestidad con funcionarios denunciados por corrupción; dónde quedó la defensa de la autonomía con la aceptación de interventores directos del gobierno provincial.
No vamos a repetir la hipocresía de decir lo que muchos políticos oportunistas dicen: “queremos que le vaya bien”, nosotros queremos que cambie la película, que los que ganen esta vez sea los que producen las riquezas de esta ciudad. No tuvimos y no tenemos expectativas en que el actual gobierno lo haga. Sí tenemos expectativas y esperanzas en las fuerzas sociales que han protagonizado grandes luchas en los últimos meses puedan lograr frenar el ajuste y conquistar derechos; creemos en los miles de jóvenes que se movilizaron por el boleto y en defensa de la educación pública; creemos en las mujeres que se organizan y se plantan contra los abusos y la violencia; creemos en los trabajadores que vienen ganando la calle en defensa del trabajo y los salarios, creemos que juntos vamos a ser protagonistas de una Mar del Plata distinta donde la tierra, el techo, el trabajo, la educación y la salud no sean sueños inalcanzables. De nosotros depende.
