Este programa puso a un sector de la clase obrera encabezado por la CTA junto las organizaciones de desocupados, jubilados, campesinos pobres y medios, estudiantes y originarios en la vanguardia de la lucha obrera y popular en nuestro país, enfrentando las enorme presiones de las clases dominantes, que quieren dejar pasar el ajuste neoliberal del gobierno de Cristina con medidas de la más rancia derecha y conservando la llamada “gobernabilidad” con la represión de las protestas sociales a través de Milani-Berni y la aplicación de la ley antiterrorista.
El parazo y el programa de emergencia fueron producto de grandes luchas desarrolladas en todo el país por docentes, estatales, profesionales de la salud. Con hitos como la lucha docente en la provincia de Buenos Aires, entre otras, y la gran jornada nacional del 12 de marzo.
Estos acuerdos políticos se resolvieron en este frente tan importante en el marco de la unidad y de la lucha por la unidad, porque en toda unidad hay diferencias, y también lucha. Lucha política que se expresó hacia el 12 de marzo alrededor del cambio de los acuerdos tomados a mediados de febrero sobre la jornada de llevarlo a cabo con 100 piquetes en todo el país junto al paro. Propuesta que la conducción de Micheli cambió, en parte, poco antes de la jornada sacando los piquetes de la agenda. Discutimos que era un error, preguntando qué había cambiado, si acaso adherían a la teoría del golpe de mercado con la que el gobierno pretendía que se soslayara su política devaluacionista. Respondieron que de ninguna manera y se realizaron los piquetes en el interior, pero sólo la movilización en Buenos Aires.
A la vez se pretendió imponer al frente un acuerdo realizado por la conducción de CTA con la CSC y el PO reproduciendo el de la jornada del 19 de diciembre, tras la firma de una declaración conjunta de contenido muy economicista y limitado. Además proponían un formato de movilización y acto en acuerdo con estos sectores que lesionaba fuertemente a la Multisectorial. Esto se logró cambiar con discusión política profunda, y así contener todo el arco de alianzas.
Pero desde tales hechos se abrió un arco de hipótesis sobre qué pretende Micheli con los forzamientos a la alianza con el PO: ¿Se pretende aprovechar las contradicciones en el seno del FIT, con el PTS y el reagrupamiento de Atlanta o van en camino de las PASO del FIT?; ¿Se cede a una presión política de un sector de CTA que votó al FIT?; ¿O se empieza a preparar el terreno para la unidad de la cultura de los “comunistas” de la que habla siempre Carlos Chile? ¿Esta unidad podría incluir a los P“C” que empiezan a tomar distancia de la llamada derechización del gobierno K?; ¿Acaso podría pensarse que hay sectores a los que les gustaría una disputa en las PASO del FIT el año que viene? Nada certero pero hipótesis se podrían hacer varias.
El PO también se acerca y sacó en las últimas semanas a Micheli del blanco, pues lo colocaba junto a Caló y Moyano hace un mes. ¿Se está pensando que se sumen a la elección de la CTA -aunque sea como opositores- para abultar los votos el 29 de mayo, porque ése sería un gran triunfo político de toda la CTA? Discutido que si bien esta idea era importante, lo que había que desnudar era el juego de las fuerzas del FIT, que atacando a Micheli se ponían en el mismo terreno de las fuerzas kirchneristas que lo atacan a él y a la Multisectorial.
Se argumenta que estas listas son un avance de los marxistas frente a los socialdemócratas y a los socialcristianos para avanzar en una posible “CTA de la liberación”.
Esto llevó a grandes encontronazos en la constitución de las listas nacional y de Capital Federal. Es justo ser tolerantes porque estamos juntos en la vereda de enfrente de este gobierno y son aliados con los que compartimos un programa avanzado.
No es fácil construir la unidad
La discusión sobre los piquetes duró hasta el paro y después, cuando las dos CGT también propusieron un paro no activo sin piquetes y Micheli se sumó con mucha fuerza a la propuesta. Los trabajadores y, en particular los camioneros, cortaron rutas por todos lados, desmintiendo las palabras de Facundo Moyano. Pero lo más grave del “paro no activo” es que se cedía a la propuesta de Cristina -hecha el 1º de marzo- de prohibir los piquetes. Los piquetes se hicieron, el paro fue activo y grandioso a pesar de estos forcejeos y disputa de línea.
En el Congreso de la CTA en Mar del Plata casi todas las regionales propusieron hacer piquetes, pero Micheli hizo votar una moción por no y ganó. Pero la realidad fue más fuerte que cierto deslizamiento a ceder a las presiones de la gobernabilidad de los que se oponían rotundamente al paro, e intentaron bajarle su nivel de conflictividad.
Mientras estos debates transcurrían, las listas se iban armando en distritos y provincias y se avanzaba en un marco de mucha unidad por abajo, fruto de la práctica de lucha de estos 4 años. El cambio rotundo de escenario respecto de las elecciones del 2010 genera dificultades en la construcción de unidad.
A pesar de haber llegado al congreso de Mar del Plata con la dirección de la CTA diciendo que no se movía nada respecto a nuestra secretaría de Organización, esperaron al día de la presentación de listas a media tarde para bajarnos al compañero Perillo de la misma para que la ocupe Carlos Chile. Nos hicieron la variable de ajuste de su interna a última hora cuando lo podrían haber planteado hace más de un mes. Han maltratado a nuestra fuerza que siempre ha sido leal a los acuerdos. Somos amigos serios, y por supuesto que discutimos las diferencias con firmeza. Muchas cosas hemos hecho juntos y probamos estos dichos, largamente, durante el transcurso de estos cuatro años.
Después de discusiones muy duras durante el resto del día de presentación de listas, se llegó a un acuerdo mediante el cual aceptamos la Secretaría de la Juventud y la de Actas, y el compañero Perillo se retiró de la conducción nacional, marcando así nuestro disgusto.
No es fácil construir la unidad en el marco de tanta heterogeneidad, pero se fue logrando con lucha política y mucho deseo unitario. Así las agrupaciones de la CCC y fuerzas afines fueron logrando encabezar en provincias como Entre Ríos, Chaco y San Luis, y tener secretario adjunto en Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, San Juan, Tucumán. Encabezar distritos muy importantes y estratégicos como Villa Constitución y La Matanza, lograr secretarías importantes en San Juan, La Pampa, Salta, Santa Fe y provincia de Buenos Aires y en los distritos de Buenos Aires. Se lograron acuerdos satisfactorios en Capital Federal (la Secretaría de Juventud y una vocalía). Además numerosos congresales nacionales, provinciales y vocalías en Buenos Aires, Santa Cruz, y otras princias y seccionales como Río Turbio. La situación de Mendoza, en la que hay una sola lista entre Raquel Blas (ATE) y el PO fue encarada por Micheli de una forma equivocada.
Ahora debemos ir con todo a la campaña. El PO se presentó como lista opositora y también lo hizo el Nuevo MAS, se abstuvieron el PTS e Izquierda Socialista.