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23 de noviembre de 2016

El 17 de febrero del 2017 se realizarán las elecciones presidenciales en Ecuador. Los movimientos y partidos políticos del centro para la izquierda lograron confluir en una unidad que permita enfrentar al candidato de la derecha tradicional como a la derecha enquistada en el correismo con el nombre de Acuerdo Nacional por el Cambio. 

Elecciones en Ecuador

Se conformó Acuerdo Nacional por el Cambio

La Plaza Belmonte de Quito se vistió de rojo, tomate y blanco, fue una fiesta multicolor. Un lleno total de los delegados de las diferentes fuerzas políticas que conforman el Acuerdo Nacional por el Cambio conformado por Unidad Popular, Izquierda Democrática, Pachakutik, Democracia, Si, Montecristi Vive y otras fuerzas, a la que acudieron también personalidades de todos los sectores sociales, dirigentes de los maestros, de los trabajadores, pequeños comerciantes, estudiantes, campesinos, representantes de la academia. Un radiante sol de la mañana quiteña acompañó el desbordante entusiasmo de los miles de asistentes con el que proclamaron al general Paco Moncayo para la Presidencia de la República.
Para todos los asistentes, la Convención del Acuerdo Nacional por el Cambio, fue una fiesta democrática, en donde se suman y se siguen adhiriendo organizaciones políticas de centroizquierda con el propósito de fortalecer la tendencia y darle una nueva oportunidad y democracia al país. Enrique Ayala Mora, coordinador del ANC proclamó oficialmente como candidato al Gral. Paco Moncayo a la Presidencia, y fue también quien entregó al general el estandarte tricolor para que cumpla con una responsabilidad: “Salvar a la Patria”.
Moncayo, al aceptar la candidatura destacó la importancia de la lealtad con el pueblo ecuatoriano y como parte del “Acuerdo Nacional por el Cambio, evocó amor por la patria, a la generosidad; evocó a la capacidad de ver primero al Ecuador” y además destacó que la propuesta de gobierno fue presentada ante las organizaciones políticas y sociales para que sea enriquecida por los protagonistas.
La Educación es el sector más golpeado por las políticas correístas, Rosana Palacios, presidenta de la UNE, cree que la propuesta de ANC abre las esperanzas por un país de derechos y democrático. Como gobierno señala que “el primer decreto que debería firmar Moncayo será el inicio de la evaluación del Plan Decenal, lo que permitirá iniciar un proceso para recuperar las escuelas comunitarias cerradas, que los maestros retomen sus trabajos de los que fueron removidos o destituidos. El otro decreto es la devolución de los Fondos de Cesantía, de la UNE, pero más allá de la libertad sindical, se busca la restitución de los derechos, que es lo que se impulsó desde el ANC, en las calles y con el pueblo”.
En el ámbito laboral también se abren expectativas con la candidatura de Moncayo. Pablo Serrano, presidente del Colectivo Nacional por la Unidad, y del FUT, señala que este proyecto político, diseñado por el ANC, fortalecerá al candidato, pues se propone rescatar los derechos individuales y colectivos, como también se garantice el respeto a la Constitución de la República, a los Convenios Internacionales y progresivamente ir liberando la patria de esta crisis económica, política y social”.
Por su parte Jorge Herrera, presidente de la CONAIE señaló el “ANC es el puntal y quien le vigoriza la candidatura de Moncayo, que hoy se convierte en esperanza y una alternativa para el país”. 
“La necesidad de darle un giro a la administración del país han hecho que movimientos como Unidad Popular decidieran formar parte de este frente, el Acuerdo Nacional por el Cambio, y con Paco Moncayo aparece ante la sociedad una opción gloriosa, ganadora para la presidencia y para la Asamblea”, sostiene Geovanni Atarihuana, Director Nacional de Unidad Popular
En estos casi 10 años las políticas no han favorecido a las mujeres. Hilda Herrera, concejal de Ibarra señala que “esta candidatura llena de esperanza a las mujeres porque la lucha y lo logrado en décadas se ha perdido. Si bien hay una Asamblea con muchas mujeres, no hay representatividad, porque no habido una verdadera legislación, sino sumisión, porque no se ha defendido ni se ha legislado para las mujeres, porque ha sido un régimen machista el que decide e impone sus decisiones”.
Mesías Ushigña, presidente de los Sistemas comunitarios de Agua, en Chimborazo, menciona que la perspectiva de los pueblos se finca en el plan del Acuerdo Nacional por el Cambio, y la candidatura de Moncayo, y trabajar por la recuperación y defensa de la educación intercultural, agua, tierra, producción; se debe también plantear una verdadera Reforma Agraria, que beneficie a los campesinos y a los indígenas. También que se abra el crédito, que se legisle para una ley de seguridad social, seguro campesino, todo lo que respecta al desarrollo social y territorial”. 
Vilma Andrade, directora de la Izquierda Democrática menciona que más movimientos apoyan al candidato del ANC y que “el nuevo gobierno tiene grandes desafíos para resolver los problemas y que para ello es necesario modificar varias leyes para devolver los derechos a los ciudadanos, para que los estudiantes puedan decidir qué estudiar, para que los trabajadores tengan una seguridad social integral, y por una salud preventiva; tenemos que pedir una auditoría de la deuda y hacer una fiscalización”. 
Para la juventud el candidato del ANC representa el anhelo de cambio, así lo manifiesta Sebastián Cevallos, pues hay “la esperanza de construir un Ecuador para los jóvenes, donde seamos protagonistas fundamentales del quehacer del país. Creemos que con Paco Moncayo no puede haber un sólo joven más fuera de las universidades, sin un trabajo digno”.
Estos intentos del oficialismo por mostrar una sola oposición a su régimen fueron opacados, finalmente se logró consolidar una unidad, dice Mario Unda, docente universitario, quien cree que esta candidatura, desde la centro izquierda, formada por ANC es una opción distinta, para que la gente común no vea como opción a los que nos llevaron a la crisis neoliberal (actuales y anteriores), sino que efectivamente se puede avanzar en un sentido distinto para transformar el país”.
La expectativa, la esperanza se abren en todos los sectores que fueron relegados por el actual régimen. La democracia y los derechos deben volver a los ciudadanos y esta es la oportunidad de avanzar y no sucumbir ante la mediocridad, ante la sumisión y la corrupción del correísmo.