Noticias

30 de junio de 2012


Elefante Blanco

Hoy 1425 / Una película de Pablo Trapero

Elefante Blanco es el nombre con que se conoce a ese edificio símbolo de la desidia de nuestros gobernantes para con los desposeídos. Se había iniciado como el hospital más grande de Sudamérica, por iniciativa del senador Alfredo Palacios en el año 1937, este proyecto fue abandonado, luego es retomado durante la presidencia de Juan Domingo Perón, derrocado el mismo, sufre las políticas de los gobiernos que siguieron en nuestra historia de condena a las masas populares, está ubicado cerca de la Villa 15, más conocida como Ciudad Oculta.


Hoy ocupan el edificio unas 100 familias, en cuyo subsuelo anegado por el agua de las cloacas flotan pedazos de electrodomésticos fuera de uso, bolsas que alguna vez tuvieron usos diversos y restos de basura, donde las ratas disputan su pertenencia.


En la ficción Trapero fusiona esos datos de la realidad, con otros de la Villa 31 de Retiro y la Rodrigo Bueno, y en ella nos cuenta la historia del padre Julián (Ricardo Darín), el padre Nicolás (Jéréreme Renier), que viene de sobrevivir de una masacre de originarios en una aldea del Amazonas y una asistente social, Luciana (Martina Guzmán), que luchan para llevar a cabo un proyecto de casas para la gente de la villa, también abordando las distintas realidades internas de la villa, guerra entre narcotraficantes, el flagelo del paco, la resistencia a las requisas policiales, los reclamos salariales de los trabajadores, el debate de orden ético y político, sobre las diversas variantes de opción para los pobres, la enfermedad del padre Julián, la relación que se establece entre Nicólas y Luciana, que pone en debate la prescripción del celibato, un homenaje al padre Mujica y un final como si se hubiera detenido la proyección y no se llega a comprender qué quisieron hacer los realizadores.


Hasta ahí la trama, con una espectacular fotografía y una actuación muy destacada de los protagonistas de la villa, que se muestran tal cual son, donde el dolor y la violencia es casi permanente en su vida diaria.


A pesar de los marcados altibajos de la película, logra poner en cuestión las urgencias ocultas de los postergados de siempre, pues las escenas nos remiten a la lucha por la vivienda y la represión siempre al acecho, como ocurrió tantas veces y de la cuales no se ha hecho justicia, como recientemente ocurriera en el parque Indoamericano, en Libertador Gral. San Martin en Jujuy, la corrupción del poder eclesiástico; dándole un destino en Santiago del Estero al padre Pepe luchador en la villa 21 contra el paco y podemos seguir enumerando diversos dramas en lo que están inmersos estos personajes, lo que no logra poner en cuestión, tanto en la ficción como en la realidad es el Estado ausente, principal responsable de estas injusticias.