El hambre, la desocupación, los problemas de la salud agravada por la gripe A –y otras enfermedades–, y la política kirchnerista de hacer pagar la crisis al pueblo, están haciendo estragos en miles y miles de hogares de nuestra Argentina.
Las changas, con las que apenas por unos días se podía parar la olla de una familia, ya no están. Las horas extras, hace unos meses se terminaron. Las suspensiones, están a la orden del día. Los planes de los desocupados, congelados en míseros 150 pesos; los jubilados que vuelven a ser principal sostén económico de una familia. Y así se repite la situación entre los compañeros que se movilizaron el miércoles 29 al Ministerio de Trabajo de la Nación, levantando la proclama: Emergencia ocupacional, social y sanitaria ¡ya!
Marcharon aproximadamente unos 3 mil compañeros de la CCC y el MIJP del conurbno bonaerense, y el MTD de La Matanza, luego de ir –junto a representantes de otras organizaciones, diputados y legisladores– hacia la Casa de la provincia de Salta para repudiar la política privatizadora del gobierno de Urtubey (ver nota aparte).
En Trabajo
Como es ya habitual para los que luchan contra la política hambreadora de los Kirchner, un dispositivo policial en el acceso al Ministerio de Trabajo los aguardaba. Casi imponente se hacía el paso de los desocupados –varios que marchaban por primera vez– por la Avenida Corrientes, y más impresionante aún al bajar a la Avenida Leandro N. Alem en la Capital Federal.
En el Ministerio de Trabajo, los funcionarios ofrecieron una entrevista para el día siguiente. Oportunidad en la que recibieron a una delegación de la CCC, en la que luego de un extenso debate, los funcionarios acordaron una reunión a realizarse en 15 días, donde se presentarán los reclamos específicos que los compañeros tienen en cada provincia.
En la reunión, los compañeros reclamaron una ley que pare los despidos en la Argentina, por una emergencia frente a la crisis y la pobreza, y el aumento de los planes. Por su parte, el oficialismo dejó traslucir que “el presupuesto está agotado” y que lo único que tiene para ofrecer es el Consejo Económico y Social.
“Ni un despido ni suspensión más”
Amancay Ardura, coordinador nacional de la CCC, cerró la jornada diciendo: “Ayer se ha reunido el Consejo del salario. No tienen vergüenza las cúpulas patronales y los dirigentes de la CGT que acordaron un salario mínimo de 1.500 pesos –con la oposición de la CTA, que proponía $2.000–, pagos en 3 veces, cuando todos sabemos que la canasta familiar real supera los 4 mil pesos”.
Y enfatizó: “Así es, con esta política, como quieren resolver la crisis internacional, cuyas consecuencias ya la está pagando todo el pueblo argentino con miles de despidos, suspensiones, cortes de horas extra, despidos de franqueros. Cuando los trabajadores en negro, los contratados y los trabajadores de agencia ya fueron echados”… “Además, están los pobres estructurales que sobreviven de las crisis anteriores con 150 pesos, y que el gobierno no se digna a aumentarles a 540, al nivel de indigencia”. Y remarcó: “Están llegando nuevos compañeros a los comedores, compañeros que ya no tienen changas, cientos de despedidos y suspendidos”.
Con relación al salario, Amancay Ardura aclaró que se discute hoy, “porque el gobierno retardó para el 29 de junio, para después de las elecciones”. Y continuó: “pasaron las paritarias y no hablaron de la crisis durante la campaña para que no les quitara votos. Porque si decían lo que están haciendo nadie los iba a votar, ni al oficialismo kirchnerista ni a la oposición que no dijo nada de la crisis”.
Ardura remarcó que la emergencia sanitaria es brutal: la gripe A, la gripe común, el dengue, más “todas las enfermedades que creíamos que ya no teníamos más, las tenemos en la Argentina gracias a la política del gobierno kirchnerista de pago de la deuda externa, de bajos salarios, de subsidios a los monopolios imperialistas ha sumido al pueblo en la miseria, en el hambre”.
“Por eso se necesita dar vuelta y cambiar esta política de cuajo y desplegar ya una ley que impida que no haya ni un despido ni suspensión más, que a todos los hospitales se les ponga el dinero para insumos, para atención médica para resolver la emergencia, la prevención y los remedios para toda la población argentina. No como la quieren privatizar en Salta.
Finalmente enfatizó: “Estamos acá y vamos a volver a estar todas las veces que sea necesario, como siempre lo ha hecho la CCC junto a tantas organizaciones con las que nos unimos y tenemos que seguir uniéndonos para ser muy fuertes, y pelear una salida a esta situación, para que la crisis no la siga pagando el pueblo, sino los que se enriquecieron estos años: los monopolios imperialistas, los terratenientes y todos los que han robado en esta Argentina”…
