Noticias

16 de julio de 2014

Los trabajadores de Emfer/Tatsa lograron que el gobierno les pague lo adeudado por salarios y aguinaldo. La pelea de fondo es la reestatización de la planta.

Emfer por la reestatización

Los trabajadores mantienen tomada la planta

“Berni, decime que se siente, correr por la General Paz”, cantaban los trabajadores de Emfer el viernes 11, mientras marchaban al Ministerio de Interior y transporte.

“Berni, decime que se siente, correr por la General Paz”, cantaban los trabajadores de Emfer el viernes 11, mientras marchaban al Ministerio de Interior y transporte.
La consigna, con el ritmo que copó Brasil 2014, hace referencia al enfrentamiento que sostuvieron con la policía tras el desalojo del corte que llevaron a cabo el lunes 7. Como explican los compañeros en una carta dirigida a los vecinos “El lunes 7 de julio cortamos la General Paz para denunciar el vaciamiento de la empresa. Sin instancias de diálogo previas, fuimos reprimidos por la Policía Federal, dejando varios trabajadores heridos y un delegado detenido. Desde ese momento hasta hoy nos encontramos sitiados por la policía en nuestro lugar de trabajo”.
El 11, los trabajadores marcharon acompañados por distintas organizaciones, entre ellas el MST, la CCC, y compañeros de ATE-CNEA y ATE-INTI. Desde una sede del Ministerio del Interior los derivaron al Ministerio de Economía, para una supuesta reunión que nunca se concretó. 
El gobierno sigue protegiendo al Grupo Cirigliano –responsable de la masacre ferroviaria de Once- que sigue haciendo el trabajo sucio para entregar la empresa vaciada de trabajadores “molestos”, al grupo chino CSR -proveedor de los trenes adquiridos por el gobierno nacional-, en desmedro de la industria nacional. CSR tiene hecho un acuerdo de compra de Emfer. Los trabajadores denuncian que el gobierno “emitió deuda en dólares para adelantarle U$S 228 millones a la empresa CSR Quingdao, por la adquisición de 300 coches para la Línea Roca que todavía no han llegado. Estos vagones pueden ser fabricados en nuestra planta”.
Una lucha valiente
Durante la marcha, conversamos con Gerardo Robbiano, dirigente de la CCC Metalúrgica, para conocer la situación actual del conflicto: “En una asamblea del jueves a la tarde, los compañeros de la Comisión Interna y el Cuerpo de Delegados que habían tenido una entrevista en el Ministerio de Trabajo informaron del resultado de la lucha valiente que vienen sosteniendo los compañeros: lograron que el Estado a través de un subsidio les pague quincena y aguinaldo. En la asamblea se reafirmó que ellos luchan por la reestatización de la fábrica.
“La marcha del viernes es producto del acuerdo que se tomó con todas las organizaciones sindicales, políticas y sociales que apoyan el conflicto de Emfer. Lo fundamental es que mantiene la unidad en la planta y que la planta sigue tomada, al menos hasta el miércoles, que es cuando cobrarían los salarios. Después se discutirá cómo sigue el plan de lucha.
“La semana que viene entiendo que una parte importante de la política nacional se va a mover en torno del conflicto de Emfer, por eso aparecieron Caló, secretario de la UOM, con un adelanto de $1000 para los obreros, y otros personajes. Porque el 19 viene a la Argentina el presidente chino, con una comitiva de 150 empresarios, después de haber hecho un acuerdo por miles de millones de yuanes con el Banco Central. Emfer es una causa nacional que debemos tomar todos. Esta lucha ha puesto de manifiesto que se puede enfrentar el ajuste y, en la medida que los compañeros se mantengan unidos por abajo, con firmeza en la dirección en la toma de la fábrica y rodeados de la solidaridad popular, podemos triunfar”.
Los trabajadores marcharon hasta el Congreso, donde se realizaría una audiencia pública denunciando los despidos en la autopartista Lear, entonando con ritmo mundialista “Berni decime qué se siente/ correr por la General Paz/ Te juro que aunque pasen los años/ nunca nos vamos a olvidar. /Tatsa-Emfer se plantó/ se bancó la represión/ Cirigliano nos cagó/ el gobierno lo bancó/ para Once no hay olvido ni perdón”.