Cuando baja el agua parece que viene lo bueno, y en realidad viene lo peor, porque aparece lo que deja. Toda la ciudad bajo el barro, todas las cosas de las casas, de los negocios, de la gente más humilde, ni hablar de las personas que fallecieron. Muchas personas perdieron todo, y lo que quedó, es muy difícil de limpiar. Parecería como que pusieron una bomba, explotó y estamos viviendo entre las cenizas. A más de una semana, todavía hay lugares de Cerri y de White donde no terminaron de sacar el agua de las casas.
Se mezclan sensaciones en la gente. Indignación, bronca, llanto, y al mismo tiempo la solidaridad que brota en todos lados. Se va viendo cómo la gente, a pesar de toda la situación por la que está atravesando, y de las dificultades en dónde enviar las donaciones, adónde llegan, el pueblo empezó a organizarse para asegurarse que lleguen de verdad a los que las necesitan.
Se ven como cuadrillas cada dos o tres cuadras de gente organizada. Algunos organizados como nosotros, lugar por lugar.
Nosotros, desde el Partido y la Juventud, peleamos la organización de la solidaridad en un ida y vuelta con los afectados. Que las y los compañeros de la universidad, de Ciencias de la Educación, de la Escuela de Teatro, de Educación Física y otros lugares, trabajen en conjunto con las compañeras de los barrios, que ya venían bancando las ollas desde antes de la inundación.
Con eso nos vinculamos en cada lugar, haciendo centro en ser solidario con el conjunto. Esto es en concreto parte de la batalla por pelear las respuestas de manera colectiva, enfrentando las ideas que te meten desde las clases dominantes y el gobierno de Milei, que fomentan el individualismo. Esto va a estar en disputa en todo este período.
Esta es la línea del Partido, y además yo entiendo que es una línea que ha calado en el pueblo. La solidaridad está brotando de abajo. Y hay mucho orgullo por la solidaridad de todo el país, que es inmensa. Nosotros tenemos que agradecer en particular cómo se ha movido el Partido a nivel nacional, y los movimientos en los que estamos, la CCC, la FNC, la CEPA.
Nosotros al principio no sabíamos cómo empezar. Porque nuestro lugar central, el Centro Cultural la esquina de Otto, se inundó todo y estuvimos un día y medio 40 personas trabajando para limpiarlo. Teníamos un metro y medio de agua en el lugar donde funcionaba la radio, al fondo de la casa.
A partir de ahí organizamos cuadrillas voluntarias, con pibes y gente grande, para dar una mano en cada uno de los lugares. Para relacionarnos con las y los compañeros que tenemos en los barrios, y llegar a otros lugares donde no estábamos.
Algo extraordinario es que fuimos a los lugares a los que no llegaba nadie del Estado, zonas agrarias como Sauce Chico y Colonia La Merced, casi en Villarino
Nosotros pusimos en discusión dos cosas, primero que no se organizó un comité de emergencia con todos los actores, como sí pasó en otra situación, por ejemplo, en la pandemia. Porque tienen la idea de que vienen con el ejército, la policía y los funcionarios, y con eso resuelven, sin protagonismo a la gente o, como dicen los peronistas, sin la comunidad organizada por abajo con todos los actores.
En los lugares donde logramos hacer eso se demostró que es superior. Este es el gran debate que tenemos con el municipio. Sobre la base que tenemos el gobierno nacional, que no pueden ni aparecer, como se vio cuando vino Bullrich y Petri, y Milei rodeado de milicos. Pero lo que vemos es que en los barrios los reclamos son al municipio.
No hay que olvidarse que en Bahía venimos del temporal de diciembre de 2023, que afectó mucho a la región. Ahí vino Milei, al comienzo de su mandato, y dice “arréglense con los recursos que tienen los bahienses”.
Ahora cambiaron, y el ministro de Economía dice al otro día de la inundación que van a dar 10 mil millones de pesos. Eso son más o menos 8,5 millones de dólares. No alcanza ni para arreglar un puente de los que se cayeron.
Y lo que nosotros decimos, además, es que se ve para quién hay plata. Hicieron a lo largo de varios años una gran ruta de Rosario a Bahía Blanca para sacar los productos agropecuarios por el puerto y estaban haciendo la ruta de El Cholo, para que para que pasen todos los camiones con soja, trigo, y cebada.
También hicieron el gasoducto de Vaca Muerta, también para exportar gas, mientras tenés a la tres cuartas partes de la población de Bahía con garrafas. Y lo otro es el Polo Petroquímico, también para la exportación.
Después del temporal de diciembre de 2023, el intendente planteó con justeza, y nosotros acordamos, a las agroexportadoras y las empresas del Polo Petroquímico, que tenían que poner plata. Ahora no dijeron nada de esto.
Nadie habla de que en Bahía hay plata, y hay que pelear para que se ponga en la emergencia asistiendo a los afectados, y en las obras de infraestructura que se necesita, que ya se pueden ver en los estudios del Conicet del 2012 advirtiendo de todas las zonas inundables. Es una pelea que también tiene que ver con la soberanía, y lo que queda en el país.
También hay que tener en cuenta que llovió 400 milímetros en cuatro horas, es lo que llueve en todo el año.
Para ver el tema de las prioridades que tiene el gobierno, hay que saber que en Cerri hay una planta de Transportadora de Gas del Sur (TGS), que provee de gas licuado a todo el país, y que quedó inundada. Mandaron rápidamente a ponerla en condiciones, porque si no Argentina tenía que importar gas.
Esto te muestra a dónde va la plata, en medio de este desastre que estamos viviendo. Hay empresas, como Cargill y Viterra, que siguieron trabajando como si nada, obligando a sus trabajadores a ir, sin importarles cómo estaban ellos, sus casas y sus familias. A diferencia de muchos otros lugares donde se dio asueto toda la semana.
Hay mucha angustia por lo que se perdió, pero hay mucha bronca y solidaridad. Y nosotros, sobre la base del trabajo solidario y el protagonismo de la gente, planteamos un programa.
Nosotros estamos viendo que hay realidades que valen por muchas discusiones políticas. Se ven las injusticias. Mucha gente grande, jubilados, productores, y muchos pibes, que ven la injusticia en directo, viendo cómo vive la gente.
Como decía un compañero, acá la gente vive muy mal desde antes de la inundación. Es un momento para lo que planteamos nosotros, que queremos otro gobierno, otro tipo de Estado. Es un momento para un crecimiento grande de nuestra fuerza, para proponer que se sumen a las filas del Partido y la Juventud, para hacer la revolución y cambiar esta situación que estamos viviendo.
——–
Se hicieron obras para el saqueo, no para la población
Carolina Holzmann, de Tierra Sublevada, en una entrevista decía que “Nosotros mismos no terminamos de dimensionar el daño que ha causado este temporal”, y denunciaba la poca asistencia del gobierno nacional, cuando se calcula que se necesitan 400 mil millones de pesos para poner en pie nuevamente la ciudad. “Sólo para reconstruir el Hospital Penna, donde se atiende gente de toda la región, hacen falta 22 mil millones de pesos. Y un gobierno que no invierte en ciencia, en educación o en programas de alerta temprana, menos va a destinar recursos a los organismos del Estado para atender estas emergencias, que los trabajadores tengan buenos sueldos y se haga obra pública.
“Esta falta de obra pública no es de ahora, Ya el Conicet advertía en estudios que, como la ciudad está en la cuenca baja del Canal Maldonado, corría riesgos de inundación. Porque también estamos a la vera del Arroyo Napostá, y cuando ambos crecen y no hay sistemas de filtración, la ciudad queda bajo el agua. Por eso decimos que este gobierno, más que negacionista del cambio climático, lo que no quiere es invertir en obra pública. Somos una ciudad portuaria e industrial de triple tracción: exportación de granos, de gas y de productos petroquímicos, y se han hecho obras al servicio del saqueo, no de la población”.
hoy N° 2051 19/03/2025