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23 de enero de 2024

Sobre el discurso de Milei en Davos

En el capitalismo lo que crece es la desigualdad

El presidente argentino Milei pasó por Davos, y desplegó todos los argumentos del manual de la ultraderecha. Afirmó, sin ponerse colorado, que los grandes empresarios reunidos en el Foro Económico Mundial son los verdaderos “héroes” de un “capitalismo de libre empresa” que es el que puede terminar con el hambre. Subido a su soberbia, les advirtió a los asistentes -muchos de ellos sin poder creer lo que escuchaban- que no se dejen tomar por la “agenda socialista” del “feminismo radical” y del “cambio climático”, ya que Occidente está en peligro porque allí predomina “una visión del mundo que conduce al socialismo”.

Afirmó Milei que “No hay diferencias sustantivas. Socialistas, conservadores, comunistas, fascistas, nazis, socialdemócratas, centristas. Son todos iguales. Los enemigos son todos aquellos donde el Estado se adueña de los medios de producción”, y que “Los principales líderes del mundo han abandonado la libertad por el llamado colectivismo, que es la causa de los problemas”.

Como describió la enviada especial del oligárquico diario La Nación, con este discurso Milei dejó “con la boca abierta a la audiencia. Una audiencia que, contrariamente a lo esperado, no llenó el gran auditorio del Foro”.

En el comienzo de su discurso, Milei volvió a insistir, en la única mención a la Argentina, con la mentira de que “Cuando adoptamos el modelo de la libertad – allá por el año 1860 – en 35 años nos convertimos en la primera potencia mundial”. El Censo de 1895, disponible en Internet, es suficiente para refutar estas afirmaciones.

No contento con esto, se puso a delirar con conceptos como el siguiente: “Si consideramos la historia del progreso económico podemos ver cómo desde el año cero hasta el año 1800, aproximadamente, el PBI per cápita del mundo, prácticamente, se mantuvo constante durante todo el período de referencia”, un absurdo que no tiene en cuenta que está hablando de centenares de años de esclavismo y otros tantos de feudalismo, para luego argumentar que “el capitalismo generó una explosión de riqueza”. Sobre el crecimiento de la economía con el capitalismo, como muchos recordaron, mal que le pese a Milei ya fue estudiado por Carlos Marx hace 150 años.

Viene a cuento de las afirmaciones de Milei, un reciente informe de enero de 2024 de la organización Oxfam, titulado “Desigualdad S.A.”. El estudio comienza afirmando que “Desde 2020, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido”.

Y sigue Oxfam, que es un conglomerado de organizaciones no gubernamentales “Un mundo cruel para la inmensa mayoría de las personas Para la mayoría de las personas en todo el mundo, el inicio de esta década ha sido tremendamente difícil. En el momento de escribir este informe, 4.800 millones de personas son más pobres hoy que en 2019. Para las personas más pobres (generalmente mujeres, personas racializadas y grupos excluidos de la sociedad), la vida cotidiana se ha vuelto aún más difícil”.

Este sistema capitalista que impera en el mundo no es el que describe Milei, sino, como bien definió Lenin, es el del imperialismo y las revoluciones proletarias. Y es un sistema terriblemente injusto y cruel. En la época del capitalismo imperialista han ocurrido las guerras más sangrientas que ha conocido la historia de humanidad, de las que por supuesto no habló Milei. Miles de millones de personas vivimos en países coloniales, semicoloniales y dependientes, en los que un puñado de grandes oligarcas y banqueros se asocian con los gobiernos de las potencias imperialistas, explotan a nuestros pueblos y los recursos naturales de nuestros países.

Milei también dijo en Davos que “para el año 1800 cerca del 95 por ciento de la población mundial vivía en la pobreza más extrema; mientras que ese número cayó al 5 por ciento para el año 2020, previo a la pandemia”. Y sigue: “La conclusión es obvia: lejos de ser la causa de nuestros problemas, el capitalismo de libre empresa, como sistema económico, es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia, a lo largo y a lo ancho de todo el planeta. La evidencia empírica es incuestionable”.

Hablando de “evidencia”, el citado informe de Oxfam dice, en otro de sus párrafos: “El aumento de la concentración en los mercados se observa en todos los sectores. A nivel mundial, a lo largo de dos décadas, entre los años 1995 y 2015, 60 empresas farmacéuticas se han fusionado en 10 gigantes mundiales, conocidas como el Big Pharma. Dos multinacionales son propietarias de más del 40 % del mercado mundial de semillas. Las grandes empresas tecnológicas, conocidas como Big Tech dominan el mercado: tres cuartas partes del gasto mundial en publicidad online se destinan a Meta, Alphabet y Amazon; y más del 90 % de las búsquedas en Internet se realizan a través de Google”. Y agrega “el enorme aumento de la riqueza extrema observado desde 2020 se ha hecho patente. La riqueza de los milmillonarios se ha incrementado en 3,3 billones de dólares (es decir, en un 34 %) desde el inicio de esta década de crisis; una fortuna que crece a un ritmo tres veces mayor que la tasa de inflación”. ¿De qué “libre empresa” habla Milei?

Hacemos la salvedad que este Informe pone el centro en las fortunas personales, y deja fuera del análisis el poderío de estos monopolios imperialistas, así como su vinculación con los Estados.

 

Un mundo cruel para la mayoría, y maravilloso para una reducida minoría

Bajo estos subtítulos Oxfam detalla que hasta “Organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) coinciden en que el poder de los monopolios va en aumento y que ello contribuye a la desigualdad”. Tomando un informe de la Organización Internacional del Trabajo, el estudio citado da cuenta que “los salarios de 791 millones de trabajadores y trabajadoras no se han revalorizado con la inflación, lo que ha resultado en una pérdida de 1,5 billones de dólares durante los últimos dos años, el equivalente a casi un mes (25 días) de sueldo perdido para cada persona empleada. Las mujeres son, mayoritariamente, quienes ocupan los empleos peor remunerados y más precarios y, en el año 2019, ganaron solo centavos por cada dólar que los hombres obtuvieron en ingresos”.

Milei niega esta realidad con su dogma mesiánico de que “El libertarismo ya establece la igualdad entre los sexos”, que son derechos “inalienables otorgados por el creador”, y la emprendió también contra el cambio climático, diciendo que es un invento de “los socialistas”, “incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o en la agenda sangrienta del aborto”.

Otro dato de Oxfam es que “las “tres grandes” gestoras de fondos indexados (BlackRock, State Street y Vanguard) gestionan en total unos 20 billones de dólares en activos de personas, cerca de una quinta parte de todos los activos bajo gestión, lo que ha profundizado el poder monopolístico”.

Y entre los mecanismos de este brutal enriquecimiento de los monopolios, además de la reducción salarial, el Informe plantea que está la evasión de impuestos y el uso de paraísos fiscales, la privatización de servicios públicos “desde los sistemas de abastecimiento de agua hasta los centros de atención médica y las residencias de mayores”, y el “colapso climático” que Milei niega.

 

El socialismo demostró su superioridad

Dejando de lado las absurdas mentiras sobre el socialismo que dijo Milei en Davos, y aunque daría para otro artículo, sólo cabe mencionar que, en los años en que el proletariado y sus aliados tuvieron el poder y construyeron estados socialistas, se pudo resolver en pocos años “comida, techo, vestido, salud y educación para millones de habitantes, produciéndose un gran avance en su desarrollo político, económico, científico

y cultural. Y se demostró también que no hay ninguna rama de la técnica, de la ciencia y del arte que no puedan dominar los obreros y los campesinos pobres si cuentan con el instrumento del poder”, como dice el Programa de nuestro Partido.

El dogmático y mesiánico discurso de Milei nos reafirma que el camino de enfrentar a este sector reaccionario y fascista de las clases dominantes que se encaramó en el gobierno, es el único camino posible para poder avanzar con la lucha y la unidad hasta crear las condiciones de imponer otra política, y otro gobierno, en el camino de la liberación nacional y social.

 

Escribe Germán Vidal

Hoy N° 1995  23/01/2024