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15 de febrero de 2018

Los trabajadores del INTI vienen peleando por la reincorporación de más de 250 despedidos en la sede central del organismo, con una permanencia que lleva más de 20 días. Nos cuentan cómo vienen sosteniendo la lucha, y las importantes tareas que realizan.

En el INTI no sobra nadie

Testimonios de una lucha larga

 

 
El plan de ajuste de Macri castiga sin piedad a centenares de trabajadores estatales, dejando familias enteras en la calle, y además va claramente contra todo lo que sea el desarrollo de la industria, la ciencia y la tecnología nacional. Pero este plan se encontró con un obstáculo en la decisión de las compañeras y compañeros del INTI. Como cuenta el primero de nuestros entrevistados, “desde el mismo día 26 de enero, cuando el gerente de recursos humanos anunció 250 despidos pero no entregó la lista, se resolvió mantener la permanencia. Durante 15 días las listas no aparecieron. Decidimos mantenernos no sólo por esto sino para garantizar el ingreso de los posibles despedidos. Desde el inicio del conflicto se montó un fuerte operativo policial para impedir el ingreso de los despedidos, pero nosotros hasta ahora hemos garantizado el ingreso de los compañeros”. 
Al cierre de esta nota, abiertas las negociaciones con las autoridades, se conseguía que los 257 despedidos pudieran ingresar al predio, aunque no a sus puestos de trabajo, y que las autoridades desistan del falso “asueto” que venían decretando desde el inicio del conflicto.
Nuestras entrevistadas y entrevistados coinciden en que este acampe, dentro y fuera del predio del INTI sobre la General Paz (en el límite noroeste con la Capital Federal), se mantiene con mucha fuerza, y ha logrado derrotar varias maniobras de la dirección del Instituto. Reja de por medio, otra compañera nos dice: “Las autoridades no querían negociar con nosotros. Hicieron intentos a través de los directores de los centros, lo que nosotros rechazamos, porque hemos hecho un planteo político desde este acampe, que es la carta más fuerte que tenemos para jugar y lograr la reincorporación de los 257 despedidos. Y sabemos que quieren despedir otra tanda en marzo”.
En el mismo sentido, otro trabajador afirma: “Miramos con optimismo el conflicto. Tenemos mucha organización y mucha fuerza. Acá hay militantes de diversas agrupaciones y partidos pero estamos muy unidos. Si bien nos siguen pegando estoy convencido que vamos a ganar. Es muy importante el paro del jueves 15, para que nos unamos todos los trabajadores, porque lo que está pasando en el INTI no es ajeno a los que pasa en el país”.
El acampe del INTI se ha transformado en un punto de referencia, no sólo para los trabajadores (despedidos o no) del INTI, sino para los de todo el “corredor tecnológico” como se le llama a esta zona en la que también están organismos como la CNEA, Citedef, Segemar, y privados como los de gas. De la misma manera circulan permanentemente trabajadores de otras empresas, militantes de distintas organizaciones, y vecinos solidarios. Con estos últimos, entre tantas iniciativas culturales que se vienen haciendo, pudimos ver las clases de apoyo en física, química o matemática, dictadas por trabajadores del INTI a pibes del secundario, hijos de trabajadores o de vecinos.
Destacaban nuestros entrevistados que el viernes 9 hubo un quiebre en el conflicto. Ese día intentaron levantar parcialmente el “asueto”. Cuenta un cuarto entrevistado: “Le dijeron a los de Finanzas y Tesorería que vengan a trabajar, porque los proveedores deben estar presionando para que les paguen. Pero nosotros nos adelantamos, hablamos con los compañeros y ellos entendieron que esta lucha es por los puestos de trabajo, por el INTI y la defensa de nuestro trabajo en tecnología y por la industria nacional, y pararon los sectores. Fue una pequeña victoria”.
 
 
Qué se hace en el INTI
En medio de bocinazos de apoyo que permanentemente se escuchan por parte de decenas de automovilistas, se siente la creciente solidaridad popular. Compañeros de la CCC de la Zona Norte de la Capital Federal se acercan a entregar mercadería, al igual que de otros sectores aportan dinero para el fondo de huelga. Mientras conversamos, pasa un compañero ofreciendo chorizos a la pomarola.
A la hora de hablar de sus tareas en el INTI, hay unanimidad en rescatar la importancia de este Instituto para el desarrollo de la industria nacional. Como nos decía una compañera: “Yo estoy muy orgullosa de ser empleada pública, y creemos que nuestro trabajo es indelegable. En INTI construcciones hacemos trabajos volcados a la industria de la construcción, en mi sector en particular hacemos análisis de agregados, todo lo que es piedra, arena, que va en el cemento, lo que se pone alrededor de las vías del ferrocarril, etc. Es un trabajo invisible pero importante, porque las empresas buscan su mayor rentabilidad, por lo que el uso de estos materiales no se puede dejar librado a la ‘conciencia empresaria’”.
Otro de nuestros entrevistados cuenta que es ingeniero en corrosión. “Desarrollamos asistencia técnica a la industria. Es un área que tiene demanda permanente. Yo me formé en el INTI, hace 15 años que estoy acá. Hago capacitaciones todos los años, por lo que hay una inversión muy grande del Estado en mí y en la gran mayoría de los profesionales que están acá, muchos hoy despedidos”.
Un compañero, delegado de la Verde en la Junta Interna que es especialista en metalografía, explica que: “todos los fierros de construcción se ensayan en nuestro laboratorio. Cualquier empresa nacional o internacional que hace un fierro estructural tiene que pasar por el INTI para certificar que su producto es apto. Sin el INTI, una construcción es mucho más insegura, y obviamente si se deja la certificación en manos de una empresa, va a ser mucho más influenciable y parcial”. Otro nos cuenta que trabaja “en un laboratorio de física y metrología, con elementos ópticos, láseres, espejos. Hago medición de planitud y paralelismo de cristales. Esto que parece tan raro le permite a la industria calibrar sus propios instrumentos como micrómetros o calibres. Nosotros trabajamos con el metro patrón argentino, y de allí baja una cadena de trazabilidad hasta la regla que tenés en tu casa o el metro que usa el albañil. Somos los responsables del metro patrón argentino”.
Por último, y como muestra de la bestialidad del ajuste del gobierno, veamos lo que nos contaba un compañero que es técnico químico: “Trabajo en el sector de adhesivos. Hacemos asesoramiento para los procesos productivos e investigación. Tengo en proceso de patentamiento un adhesivo en base a deshechos de la industria cárnica, para reemplazar los que tienen componentes cancerígenos como el formaldehído. Estos están limitados en la Unión Europea y Estados Unidos porque contaminan al usuario, pero no acá. Cuando llegó mi despido teníamos pendiente ir a fábricas muy importantes del país para transferir el producto, que es el primero libre de formaldehído en todo el mundo. Por este trabajo me dieron una mención especial el año pasado en las jornadas TecnoInti, como parte de 35 trabajos seleccionados entre 350”. 
 
 
Ejemplo de democracia
Las autoridades del INTI ese mismo viernes 9 dieron a conocer el listado oficial de 257 despedidos, con algunos cambios de lo que se conoció en un principio. Un quinto compañero con el que hablamos, cuenta: “Nosotros veníamos muy movilizados desde hace meses contra la reestructuración del INTI que implica el desguace de ciertas áreas que va a un vaciamiento y termina en una privatización. En cuanto a este conflicto por los despidos soy muy optimista porque hemos desarrollado un nivel de unidad entre los trabajadores que es muy elevado. Se pronunciaron en contra públicamente el personal jerárquico y las jefaturas de sectores. Hay un convencimiento generalizado que no se puede volver a trabajar en estas condiciones, hasta que no se reincorporen todos los despedidos. Estamos muy fuertes, lo vemos en que se comprometen en los turnos de rotación de la permanencia compañeros que no participaron nunca en ninguna huelga. Este es el tesoro más preciado que tenemos, el grado de unidad. Esto tiene que ver con una práctica de asambleas por sector que venimos haciendo desde hace tiempo, porque fortalecemos la unidad y garantizamos la masividad. Porque en esas asambleas todos los compañeros pueden dar su opinión y resolver lo que se ejecuta. Incluso ahora, reja de por medio, mantenemos las asambleas por sector de trabajo”.