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07 de agosto de 2019

La actualidad de la lucha del pueblo kurdo (1)

“En el noroeste de Siria nos autogobernamos”

Durante un reciente encuentro internacional en Hong Kong, nuestro camarada Gerardo Cambio entrevistó a Nîlûfer Koc, copresidenta del Congreso Nacional de Kurdistán. Publicamos la primera parte de esta rica conversación.

Al comienzo de la entrevista le preguntamos por la situación actual en Kurdistán, sabiendo de su lucha contra el ISIS y los imperialismos en esa parte del mundo. La compañera Koc nos dice que “Estamos de cara a la tercera guerra mundial, que tiene distintas características. En el Medio Oriente tiene la forma de la militarización, es una guerra militar. En Latinoamérica, en Europa, en Asia y en África continental es una guerra que usa a la economía como arma. Entre los estados con más poder, hay una gran competencia. Cada uno busca un nuevo tipo de colonialismo, y en el Medio Oriente hay un deseo muy grande de dibujar un nuevo mapa, separando a los pueblos entre sí, dividiendo a los países.

“Nosotros creemos firmemente que esto no es necesario, porque la gente se convirtió en víctima de este nuevo concepto de globalización. El Movimiento Kurdo de Liberación no es sólo un movimiento étnico, sino también un movimiento por la democracia en Medio Oriente. Lo que hacemos, en primer lugar es cambiar la sociedad kurda, democratizándola con los movimientos de mujeres. Decimos que en nuestra sociedad las mujeres son como esclavos y los hombres son los amos de los esclavos. Les decimos a las mujeres: ‘nosotras tenemos que cambiar, tenemos que transformarnos en mujeres libres, tenemos que transitar el camino que va de la esclavitud a las mujeres libres. Con esto, los hombres kurdos van a cambiar, porque si no hay esclavos tampoco pueden haber dueños de esclavos’.

“En los últimos 40 años, con la Revolución Kurda, la sociedad kurda cambió. Ahora tiene un carácter democrático. Después de la guerra en Siria estamos intentando transmitir este modelo a los pueblos vecinos. Lo que decimos es que ahora que hay una unidad en el pueblo kurdo, aparece la necesidad de la unidad entre el pueblo kurdo y el árabe. La gente kurda está estudiando con gente armenia, kurdos con turcomanos, kurdos con chechenos, kurdos con turcos, entre otros. Cuando logremos esta unidad, los jugadores globales no podrán dividirnos. Por eso no acusamos a las fuerzas imperialistas de estos ataques, sino que decimos que los conocemos, y no nos focalizamos en los imperialismos, sino en la gente que convive alrededor nuestro, que vive en las tierras vecinas. Porque creemos que la fuerza, la fortaleza, nace de los pueblos, de la sociedad.

“Debemos extirpar de la mente de la gente el nacionalismo, la religiosidad y sexismo. Son los tres criterios sobre los que trabajamos en el Medio Oriente. Esto es más fácil de hacer hoy día, porque los gobiernos de Irak, Turquía, Irán y Siria no pueden gobernar fácilmente, ya que están atravesando graves crisis. No creemos que los Estados Unidos, o países europeos, puedan resolver nuestros problemas. Nosotros tenemos que resolver nuestros propios problemas, todos juntos. Eso es lo que hacemos, y logramos conseguirlo en el noreste de Siria con un nuevo modelo de autogobernación de los pueblos kurdos, árabes, turcomanos, chechenos, armenios y azeríes. Nosotros logramos una forma autónoma de administración. Los árabes, cristianos, kurdos, cada uno tiene su propio espacio, pero trabajamos juntos. Pero lo más importante es que todos tuvimos que sobreponernos a la influencia del nacionalismo, que es el instrumento de las fuerzas hegemónicas. El nacionalismo es como el opio que separa a los pueblos. Debemos estar todos juntos, ya que los jugadores de la globalización usan esta arma, y los Estados de las naciones como Irak, Irán, Turquía y Siria también lo hacen. Nosotros decimos que, como kurdos, somos víctimas del nacionalismo que imponen estos Estados. Por eso tenemos que realizar cambios”.

El confederalismo democrático
La copresidenta del Congreso Nacional de Kurdistán nos dice: “Nosotros nunca tuvimos un Estado-Nación, y debo decir que estamos muy orgullosos de eso, porque tener un Estado significa la centralización del poder. Decimos que los pueblos no necesitan una estructura central. Los pueblos del Medio Oriente, los kurdos, los árabes, los persas, los armenios, los asirios son pueblos ancestrales, y desde siglos saben cómo gobernar sus vidas, con lo que no hay necesidad de un Estado originario o actual. Somos culturas que tenemos miles de años. Creamos las civilizaciones en la Mesopotamia.

“Hoy en día gobernamos de esa manera en el Kurdistán, aunque no hemos borrado las fronteras entre Turquía, Irán, Irak y Siria. Tenemos federaciones, y al juntar esas federaciones logramos una confederación. Entonces tenemos la confederación de Kurdistán. Y queremos llegar a tener una confederación de Medio Oriente, sin Naciones-Estados.

“El confederalismo democrático es una democracia sin Estados, que rechaza a los Estados. Pero no atacamos a los Estados. A los Estados les decimos: ustedes pueden existir, no es algo que nos importe, pero nosotros queremos existir también. Nosotros no debemos golpear las puertas a los que criticamos, sino que debemos mejorar nuestras alternativas, económicamente a través de cooperativas, sin ir a sus universidades, sino teniendo nuestras propias academias. Ser democráticamente conscientes. Tenemos un sistema educativo diferente para los niños: no les ponemos notas [n.d.t.: en los exámenes] en los cursos desde los 3 hasta los 7 años. Los niños deben aprender un comportamiento social, una sociabilización democrática de los niños. Los maestros son, principalmente, amigos de los niños, más allá de ser sus maestros. Tenemos para cada parte del Kurdistán un tipo de escuela, porque tenemos diferentes culturas. Estamos juntos, pero separados al mismo tiempo. Y este modelo ha estado funcionando por 18 años, nadie lo pudo destruir. Ese es el motivo principal del por qué ISIS no pudo ocupar el noreste de Siria. Porque árabes y cristianos somos todos socios, estamos juntos. Por eso el ISIS no pudo entrar ni en nuestras ciudades ni en nuestras aldeas. Por eso nosotros juntos, la mayoría de los kurdos y el ejército kurdo, YPG y YPJ [n.d.t.: Unidades de Protección Popular y Unidades de Protección Femeninas], unen fuerzas con los ejércitos de pueblos árabes y cristianos y sirios democráticos y forman un frente único militar llamado Fuerzas Democráticas Sirias, que en enero destruyó al califato de ISIS en Irak”.

El enfrentamiento con el régimen de Turquía
Nîlûfer Koc asegura que “El único problema que tenemos hoy en día es Turquía. A Turquía la gobierna el MHP (Partido de Acción Nacionalista), un gobierno fascista que quiere la homogenización de todos los pueblos en Turquía, asimilando a los kurdos, negando todas las diferencias existentes: todos los habitantes deben ser turcos y profesar el Islam. Nosotros rechazamos todo eso. Estamos luchando políticamente desde hace 12 años contra el gobierno de Erdogan (actual presidente de Turquía), especialmente contra los que quisieran volver a reflorecer el Imperio Otomano, adjuntando a Siria y a Irak hasta el 2023, que es un año importante porque se cumplen los 100 años del tratado de Lousana [n.d.t.: tratado de paz que estableció las fronteras de Turquía moderna]. Erdogan dijo: yo voy a cambiar las fronteras, voy a regresarle a Turquía las tierras de Irak y Siria, para engrandecer a Turquía. Entonces, lo que sucede es que las fuerzas militares turcas reclaman la zona del Kurdistán y pelean en contra nuestro, porque somos una piedra en el camino para esa política de expansión.

“No les permitimos ocupar Siria, ni les permitimos ocupar Irak. Estamos luchando contra el ejército turco, y contra Erdogan. Hemos conseguido un triunfo muy grande e importante: destruimos, militarmente hablando, al ISIS (una fuerza militar que utilizaba Erdogan) y políticamente logramos, hace apenas unas semanas, ganarle las elecciones a Erdogan en Estambul. Los kurdos votaron en contra de Erdogan. Hoy en día los movimientos democráticos y de izquierda en Estambul están muy contentos y entusiasmados, ya que se le perdió el miedo a Erdogan. El 21 de marzo hubo elecciones locales en toda Turquía, mantuvimos a los alcaldes kurdos y a las municipalidades kurdas, y les pedimos a los kurdos no votar por Erdogan en el resto de Turquía. Erdogan perdió esas elecciones, y volvió a perder hace unas semanas en Estambul, donde poseemos el 13% de los votos (son kurdos refugiados que tuvieron que emigrar cuando el ejército kurdo comenzó a destruir nuestras aldeas hace más de 9 años). Los kurdos son gente políticamente muy activa y responsables de sus acciones. Forman parte de un movimiento de masas en Estambul. Es el comienzo del fin de Erdogan.

“Turquía forma parte de las OTAN y de la ONU, y los Estados Unidos y estas organizaciones están haciendo la vista gorda a los bombardeos de Turquía en el norte de Irak, en territorio kurdo. Irak es una colonia de los Estados Unidos. Estos bombardeos son una señal de que Estados Unidos le dio luz verde a Erdogan. Por eso debilitar el gobierno de Erdogan significa debilitar una herramienta importante de Turquía contra la gente del Medio Oriente. Por eso mismo Turquía no es sólo un problema para los kurdos”.

 

Hoy N° 1777 07/08/2019