El 16 de enero se cumplieron 6 meses de lucha de los trabajadores del Pescado. En estos largos y duros meses, Mar del Plata y el país entero supieron de las graves condiciones de explotación de los más de 6.000 obreros del pescado que trabajan en negro en las llamadas “cooperativas” y exigen el blanqueo con el Convenio 161/75 y se solidarizaron con ellos.
Las obreras y obreros del Pescado fueron los verdaderos protagonistas de grandes hechos: el bloqueo total del Puerto durante 14 días; la recuperación de su gremio, el SOIP, durante 2 meses y medio con asambleas diarias decidiendo democráticamente; los paros y enfrentamientos de centenares de trabajadores con las fuerzas represivas y las patronales, con compañeros baleados y decenas de detenidos; el escrache y castigo a los Salas y Verón, dirigentes entregados del SOIP; las marchas a pie desde el Puerto al centro; el apoyo masivo al voto bronca; la ocupación del Concejo Deliberante; la ocupación del Ministerio de Trabajo durante una semana, hasta que finalmente se obligó a intervenir al gobierno nacional a través del ministro Tomada, al que se le arrancaron bolsones navideños para 3.500 compañeros, subsidios de $ 500 para cerca de 1.000 despedidos y el compromiso, verbal, de registrar entre febrero y marzo a los trabajadores.
Durante enero, a pesar de la baja en la actividad y las presiones y divisiones que se impulsan desde el gobierno y los empresarios, la Asamblea Autoconvocada de Trabajadores del Pescado mantuvo las asambleas 3 veces por semana para resolver las medidas a tomar.
Y continuaron las movilizaciones: al Ministerio de Trabajo, al gobernador Scioli, a la Fiesta de los Pescadores y el lunes 21 se realizó un corte de Edison y 12 de Octubre, en el corazón del Puerto.
Un plan siniestro
La situación tiende a agravarse. El gobierno, a través del subsecretario de Pesca Nieto, terminó el año sacando la Resolución Nº 65, que reduce el cupo permitido para pescar merluza en 60.000 Tn. Basan esa Resolución en la crisis del recurso causada principalmente por los congeladores y factorías, en su mayoría extranjeros (españoles) y por el festival de permisos de pesca otorgados por el entonces secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca Felipe Solá. Pero castigan a la flota fresquera, que es la que menos depreda y la que trae el pescado a tierra, multiplicando la mano de obra.
Con esta Resolución se castiga duramente los salarios de centenares de marineros-pescadores, maquinistas, inspectores de pesca, etc. Pero también, como lo acaba de exponer crudamente la viceministra de Trabajo Noemí Rial, con ella se intenta justificar el plan siniestro que pretenden imponer junto con los Valastro-Moscuzza-Solimeno, de registrar sólo 3.000/3.500 trabajadores de “cooperativas”, dejando a otros 3.000 prácticamente en la calle.
Manteniendo la decisión de lucha; fortaleciendo la Asamblea Autoconvocada y ratificando o eligiendo delegados planta por planta; exigiendo que el subsidio sea entregado a todos los trabajadores en negro; y uniéndonos en la calle con todo el pueblo marplatense y sus luchas (la de los obreros de la carne de Sadowa, la de los vecinos que cortaron la Ruta 11, y las que preparan los marineros-pescadores y docentes), podremos torcerle el brazo a esta política y conseguir el triunfo.