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04 de septiembre de 2024

A pesar de la conciliación

En Entre Ríos la lucha docente continúa

En medio de una situación que tiene a la comunidad educativa entrerriana movilizada en toda la provincia, el martes 27 de agosto tuvo lugar la primera reunión de la conciliación obligatoria pedida por el gobierno de Frigerio a la justicia laboral en un intento de resolver el conflicto salarial docente. Los representantes del gobierno solo llevaron a la audiencia un compromiso de elaborar una propuesta salarial remunerativa, para la devolución de lo adeudado en el primer semestre y para la continuidad del segundo semestre.

El gobernador Rogelio Frigerio manifiesta, cada vez que tiene un micrófono cerca, que su proyecto consiste en “gestionar sin recursos”. Tras 8 meses de gobierno, su gestión sin recursos con una caída de la recaudación en 20% sumió a los organismos públicos en una situación muy complicada, una situación edilicia calamitosa en escuelas y hospitales, comedores escolares con partidas atrasadas e irrisorias, y sueldos que dejan a más de la mitad de los trabajadores debajo de la línea de pobreza y a más de 20 mil docentes en condición de indigencia. La miseria no es patrimonio exclusivo de los trabajadores de la educación; hoy el 73% de 1.300.000 entrerrianos y entrerrianas es pobre. La situación implica no sólo que a los trabajadores el sueldo no nos dura ni dos semanas; sino también que las verdulerías, las despensas y las carnicerías están casi vacías. Y se agranda la caravana de familias que todo el día, con frío o con lluvia recorren los contenedores en busca de algo posible de reciclar e inclusive algún alimento que todavía no esté podrido para cortar el hambre.

El primer semestre transcurrió con acuerdos salariales a la baja. En enero la provincia pagó el Fonid dado de baja por el gobierno de Milei, en febrero los docentes dejaron de percibirlo. Febrero del 2024 fue el primer mes en que un docente cobró menos que en los meses anteriores. El primer semestre transcurrió con muchos debates en las asambleas, hubo rechazos de algunas propuestas salariales que debieron ser mejoradas por la patronal y las correspondientes medidas de acción directa propuestas por las asambleas y definidas en congreso.

La falta de soluciones fue generando malestar, más en sectores que habían votado a Frigerio y mantenían alguna cuota de esperanza. Aquello empezó a resquebrajarse de a poco a medida que el salario se fue achicando. Hace un año un docente percibía 70% de la canasta y hoy cubre el 40%. Con el salario mínimo en $450 mil, gran parte de la docencia apenas supera la línea de indigencia.  El ánimo popular comenzó a hervir cuando el gobierno aumentó en 3 puntos el aporte personal a la Caja de Jubilaciones e impuso otro aporte a los propios jubilados hasta que cumplan la edad correspondiente a la jubilación ordinaria. Cuando los trabajadores vieron el descuento de los 3 puntos traducidos a pesos en su salario la bronca pasó a ser incontenible.

Luego del receso de julio y frente a propuestas salariales que dejan a los trabajadores muy atrasados respecto de la inflación, Agmer y los demás sindicatos del Frente Gremial Docente resolvieron un plan de lucha con medidas de acción directa con acciones departamentales y una marcha provincial. El 1ro de agosto las calles de Paraná rebozaron de educadores en lucha provenientes de toda la provincia. Fue la marcha docente más grande de los últimos 30 años, unos 5 mil maestros y profesores se movilizaron y llenaron la Plaza Mansilla frente a la Casa de Gobierno donde se desarrolló el acto. La marcha tuvo características históricas no sólo por la masividad inédita, también por la combatividad expresada en la fuerza de los cánticos y la creatividad desplegada en los carteles y guardapolvos intervenidos artísticamente.

Desde el 24 de julio, los sucesivos congresos fueron definiendo planes de lucha con series de paros de 48 y hasta 72 horas distribuidos en dos semanas. La bronca se expandió por toda la provincia y junto a las huelgas se vienen desarrollando acciones en las calles y las rutas en cada departamento de la provincia, con volanteadas, cartelazos, marchas de antorchas y actos con eventos artísticos.

El gobierno de Frigerio respondió a la lucha apagando incendios con nafta. Primero, mandaron policías a las escuelas e incluso a alguna seccional de Agmer a pedir informes sobre las características de las manifestaciones y quiénes participaban. Luego, intentaron amedrentar mediante la fuerza pública a un grupo de docentes del departamento Uruguay que estaban haciendo pintadas en paredes autorizadas. Luego, en una conferencia de prensa la presidenta del CGE y otros dos funcionarios intentaron poner a la sociedad en contra de los docentes. El último congreso, del 21 de agosto, definió 48 horas de paro desde el día siguiente y otras 72 horas para la semana siguiente. De inmediato el CGE solicitó conciliación obligatoria a la justicia laboral, a la que la jueza dio curso.

De inmediato, padres y estudiantes organizaron el apoyo a la lucha docente, el 23/08 los trabajadores estaban en las escuelas, pero un número importante de alumnos pegó el faltazo en solidaridad. “Podrán conciliarnos, pero jamás callarnos” se repite en las acciones y marchas. Ni un solo día faltaron manifestaciones y acciones en las calles y plazas desde que comenzó la conciliación. La organización y la unidad crecen. Lo único que debe hacer Frigerio para destrabar el conflicto es invertir presupuesto para garantizar la dignidad del salario.

Corresponsal

hoy N° 2025 04/09/2024