Simbolizó en ese momento la decisión independentista avanzada de los sectores más democráticos. Dirigentes y fuerzas que hegemonizaron por poco tiempo el proceso revolucionario iniciado en los principios del siglo XIX y que estalló el 25 de Mayo de 1809 en Chuquisaca (uno de los focos revolucionarios de América) y el 25 Mayo de 1810 en Buenos Aires, eslabón débil de la América oprimida. Significó desde entonces un verdadero gesto de rebeldía de Belgrano que la llevó con triunfos y derrotas, hacia el centro de poder de los opresores españoles el Perú y el Alto Perú, abriendo un largo y sangriento período de lucha popular hacia la independencia de España y “de toda otra dominación extranjera”. Ya ha sido anunciada con bombos y platillos la presencia de la presidenta en la ciudad de Rosario el 27 de febrero, para utilizar esa fecha cubriendo con un discurso “nacional y popular” y grandes hechos artísticos y culturales, la verdadera esencia de su política que junto con muchas medidas justas, ha hecho avanzar en la Argentina la concentración y la dependencia de las nuevas potencias imperiales. Discurso y doble discurso que hay que esclarecer con seriedad, firmeza y paciencia. Aprovechando las experiencias realizadas en Rosario en ocasión del Congreso de la Lengua y del Bicentenario de la Revolución de Mayo, se vienen sucediendo distintas reuniones, en la Multisectorial que se constituyó para el 19 de Diciembre, en los partidos que confluyeron en el Movimiento Proyecto Sur, entre los docentes y organizaciones culturales y artísticas para marchar a un verdadero Homenaje Popular a la Bandera Argentina.
Un gran acto popular, político y cultural, donde puedan confluir la bandera de los combatientes de Malvinas, las banderas con que se pararon los remates de campo, la bandera que flameó durante toda la ocupación de la fábrica Mahle, la bandera ensangrentada de los qom, la bandera gastada de los piquetes y acampes de los desocupados. . . Es decir, todas las banderas que encarnan hoy el verdadero sentido de rebeldía de la bandera de Belgrano y la potencia de las luchas del pueblo, única fuerza con la que se podrá lograr la segunda y definitiva independencia de Argentina y de la América grande. Y donde también puedan confluir las fuerzas patrióticas y democráticas de todo el país con el mismo objetivo.
