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03 de octubre de 2011

Entrevistamos a compañeros de Libertador Gral. San Martín quienes nos relataron cómo fue el combate del 28 de julio del 2011 en tierras del Ingenio Ledesma S. A, que tras siete horas de combate y una fuerte resistencia lograron no ser desalojados.

En siete horas fue ganada la batalla política y el combate por El Triángulo

Política y Teoría N° 73 (106) / Septiembre - noviembre de 2011

¿Cómo fue el proceso que se desarrolló en la localidad para llegar a esta lucha tan trascendental hoy?

– En marzo del 2003 nos encontrábamos bastante acorralados en Libertador. Teníamos una fuerza importante, pero era muy endeble y pequeña la estructura. Kike había sufrido  ataques y atentados a su domicilio. Tomamos medidas desde el partido de la localidad para la protección de los dirigentes.

¿Cómo fue el proceso que se desarrolló en la localidad para llegar a esta lucha tan trascendental hoy?

– En marzo del 2003 nos encontrábamos bastante acorralados en Libertador. Teníamos una fuerza importante, pero era muy endeble y pequeña la estructura. Kike había sufrido  ataques y atentados a su domicilio. Tomamos medidas desde el partido de la localidad para la protección de los dirigentes.
Discutimos en el partido de la localidad qué hacer y entonces decidimos ir con nuestro problema a la masa de la CCC y de allí salió la fuerza.
–  Recreando la experiencia de la Matanza, empezamos a organizar la localidad barrialmente, con los responsables de cada frente, entre ellos el de autodefensa. Pasamos a estar en la mayoría de los barrios de la ciudad y a organizarlos.
Para la organización de la autodefensa y las tareas en las que tiene que participar todo el barrio, nos apoyamos en lo que los compañeros ya conocían, pues habían participado en la represión que hizo la gendarmería en el Libertadorazo de mayo de 1997, donde la gente fue replegada a los barrios, luego avanzó y logró ganarle nuevamente la ruta a los gendarmes.
También se recordaba el desfile del 25 de mayo de ese año donde los barrios desfilaron con grupos de honderos, pedreros, con baldes para los gases, y limones. Todos, hombres y mujeres participaron.
– Claro nosotros veníamos de una práctica, del 97, de armado de barricadas; con chapas, cartones, maderas, piedras, hondas, etc., práctica que yo viví en el 97.
Los gases no nos hacían nada, los agarrábamos y los tirábamos lejos o dentro de baldes con agua, ahora son gases nuevos, los agarrás y te explotan  en las manos.
Para mí, lo que pasó ahora, en un aspecto, fue más importante que lo del 97, porque ahora íbamos contra un terrateniente, contra la empresa Ledesma.
También en el 97 participó Ledesma en la represión, trasladando a la gendarmería con sus camionetas. Ahora su participación fue mucho más activa: vimos a su jefe de seguridad y al segundo jefe actuando en el Triángulo. Su personal de seguridad estaba con la policía dentro del predio reprimiendo y las camionetas traían piedras para la policía.

 

Ustedes ya habían sufrido otras represiones ¿Qué experiencias extrajeron de ellas?

– A diferencia de la lucha del 97 la CCC  viene preparando desde hace 3 años estas luchas por la tierra de Ledesma, y nos venimos organizando desde hace tiempo.
Nos ayudó mucho la experiencia acumulada en represiones anteriores, que si bien fueron en San Salvador de Jujuy, nosotros participábamos con un grupo de autodefensa.
Me acuerdo la de junio del 2001 en que la resistencia duró varias horas; también fue así la del 2002, donde desde el centro de Jujuy nos replegamos a los barrios y logramos sostener muchas horas de combate con las fuerzas represivas.
Luego en Libertador vino el asesinato de Cristian Ibáñez el 4 de octubre del 2003 y la represión del 9 de octubre con el asesinato de nuestro compañero Marcelo Cuellar. Aquí también nos reprimieron fuertemente y eso provocó la toma de la comisaría y luego el incendio. Esto duró muchas horas y vimos el aguante de la juventud y el cansancio de la policía.
Desde ya todo esto ayudó para que hoy en día estuviéramos mejor preparados para enfrentar una represión.

 

¿Cómo fue la toma y la resistencia en el Triángulo?

 –  El 20/7/11 marchamos convencidos, entusiasmados y con mucha bronca a tomar la tierra de Ledesma, el lugar al que todos llaman “El Triángulo”. Después se fue agregando más gente a la toma y tuvimos que empezar a reducir el tamaño de los lotes para que entráramos todos.
Permanecimos varios días y nadie nos llamó para negociar, hasta que el 27 tuvimos un dialogo y surgió una propuesta para una nueva negociación. Se consultó a la asamblea y se aceptó ponernos en el borde de la toma, del lado de adentro del alambrado, para negociar el día 28/7.
Más a la noche nos enteramos que preparaban la represión sin previo aviso, en la madrugada del 28.
– Hicimos asambleas y nos preparamos para la represión. No había llegado ninguna orden, y la gente decidió quedarse y defender la tierra. Se les avisó a todos los barrios, nos quedamos esa noche despiertos y preparados.
A las 6 y 20 de la mañana sin ningún aviso y sin mostrar la orden, iniciaron el desalojo. La infantería venía por la parte de las viviendas, y por el camino interno del Ingenio, también entraron y empezaron a voltear las carpas.
Peleamos desde distintos sectores del predio, armando barricadas, también  en las calles.
En un principio los hicimos retroceder, pero luego tuvimos que retroceder nosotros, porque empezaron a tirar muchísimos gases en el predio y en las casas del barrio. Retrocedimos hacia los barrios. Los dirigentes nos distribuimos en los grupos. Yo estaba en el monte, en la falda del río, con unos 150 varones; peleábamos contra un grupo de infantería y policías que tenían hondas, peleábamos casi cuerpo a cuerpo y  esto duró bastante tiempo.
Luego, ellos reforzaron el ataque con más infantería y caballería, lo que nos hace retroceder al Barrio Aredes.
A las 10 hs. ya habían ganado el predio. Nosotros estábamos afuera, en los barrios, resistiendo y nos enteramos que había caído un policía, dentro del triángulo, en un extremo cerca de las cañas.

 

¿Cómo lograron recuperar “El Triángulo”?
 
– Varios días antes veníamos preparándonos para cuando llegara el desalojo. Teníamos distintos elementos: hondas, piedras, barricadas, e ideas de cómo defender el predio.
La noche anterior a la represión habíamos ido a los barrios a charlar con las distintas barras de jóvenes, luego vinieron muchos de esos chicos a combatir, y nos sirvió mucho toda la experiencia que teníamos del 97 y las otras represiones como te conté anteriormente.
– Fue muy importante habernos replegado sobre los distintos barrios porque eso nos permitió sumar miles de jóvenes y familias afectadas por la brutal represión que se metió en las casas impunemente.
Cerca del mediodía nos enteramos de que habían caído  tres  chicos  más. Eso despertó mucha bronca en la gente. Se intensificó la lucha y se endureció el combate. Nosotros calculamos que en ese momento éramos más de 3000 jóvenes.
Fue muy importante la participación de las mujeres: las más jóvenes combatían a la par nuestra (se agarraban a piñas con la policía), y las de más edad nos seguían por todos lados con baldes con agua, bolsas con piedras y pedazos de limón.
Así fue como se logró hacer retroceder a la policía que custodiaba la comisaría y que finalmente fue destrozada e incendiada. Esto fue hecho con mucha bronca y mucho odio a la policía.
Había mucha bronca y una gran decisión de que no podíamos perder el Triángulo.
Fue ahí que se recuperó el terreno y si no se retiraba la policía hubiera seguido el combate, como en el 97 que duro tres, cuatro y cinco días la pelea hasta que los derrotamos.

 

¿Cómo organizaron los grupos de autodefensa?

– Para la defensa de “El triángulo” teníamos organizados distintos grupos integrados algunos con los compañeros conocidos que son los que participan en las distintas obras públicas. También había grupos integrados por los jóvenes de los barrios, donde siempre compartimos futbol y otras cosas.
Lo que teníamos claro era que no teníamos que perder el “Triángulo”. La represión vino desde varios, puntos. La policía tenía agentes sin escudos para la batalla cuerpo a cuerpo, grupos especiales y la caballería.

 ¿Quieren agregar algo más?

– Si, que fue claro cómo el  personal de seguridad de la empresa participó de la represión. Pusieron personal de seguridad entrenado, camionetas, motos y máquinas.
El plan represivo era realizar un desalojo mediante un procedimiento de pinzas que les falló ya que les costó varias horas poder concretarlo parcialmente.
El armamento que usaron fueron las postas de goma, postas de plomo y los gases lacrimógenos. Tuvieron también expertos tiradores con armas de fuego calibre 22 y 9 milímetros.
Querían desalojarnos. Esto les llevo varias horas. Luego ellos jugaron para que no volviéramos al predio y para esto metieron intrigas con servicios conocidos por nosotros que combatían a nuestro lado y que nos decían que ya habíamos perdido El Triángulo y que era mejor que nos fuéramos a cortar la ruta o a incendiar la municipalidad.
El plan de la empresa con las fuerzas represivas era desalojarnos del predio, dejarnos un policía muerto y así aislar a la CCC del resto de la sociedad, detener a los dirigentes y nuevamente implementar el terror en el pueblo ya que el poder estaba siendo cuestionado.
Nosotros ganamos la batalla política y el combate por El Triángulo, después de una pueblada que duró 7 horas.