Fuentes de la comitiva argentina dieron detalles de los planteos que hizo el presidente Alberto Fernández al primer ministro Boris Johnson, en un encuentro bilateral realizado luego de la participación de Fernández en la reunión de G7 y a pedido del premier inglés.
El presidente Fernández le expresó a su par británico que era necesario “retomar negociaciones sobre soberanía, considerando que la Argentina está lista para retomar el diálogo y las negociaciones sobre la cuestión de la soberanía de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas”.
Esas mismas fuentes sostuvieron que Boris Johnson respondió que Malvinas era una cuestión definida hace cuarenta años (con el final de la batalla por las Malvinas) y que el Reino Unido tiene un compromiso para con los isleños por “el derecho a la autodeterminación de los pueblos”. Una falacia repetida por los británicos que no tiene ningún sustento ni histórico ni jurídico, ni cuenta con el aval de organismo internacional alguno. La población isleña no es autóctona, sino que es una población insertada. Las Naciones Unidas no le reconocen el estatus de pueblo originario con derecho a la autodeterminación.
En la última reunión del Comité de descolonización, se volvió a exigir el inicio de conversaciones sobre el problema de la soberanía y el fin de la ocupación colonial.
La comparación de parte de Boris Johnson del supuesto derecho a la autodeterminación de los isleños con el derecho a la autodeterminación de los ucranianos ante la invasión del imperialismo ruso, es absolutamente falsa. Ucrania sufre la invasión del imperialismo ruso y lucha por su soberanía, y nuestro país sufre la invasión y ocupación colonial de nuestros territorios en el Atlántico Sur, y por lo tanto lucha también por su plena soberanía. Esta es la única comparación válida.
En 1982, Inglaterra nos impuso una guerra colonial, luego que la Argentina recuperara el 2 de abril de 1982 el ejercicio pleno de la soberanía sobre los territorios insulares y aguas correspondientes, luego de casi 150 años de usurpación colonial.
La invocación al derecho de la autodeterminación de parte del Reino Unido no solo es falsa, es hipócrita. Inglaterra expulsó a los chagosianos del archipiélago de Chagos (Diego García) entre 1965 y 1973. Los chagosianos son el pueblo originario del archipiélago y fueron forzados al abandono de sus hogares y de sus pertenencias; en ningún momento las autoridades coloniales británicas tuvieron en consideración, ni sus deseos, ni sus intereses. Inglaterra ignoró olímpicamente el derecho a la autodeterminación de este pueblo originario.
La mayoría de los deportados fueron enviados a Mauricio y Seychelles (países bajo dominio inglés con un alto índice de desempleo y pobreza); allí se encontraron sin trabajo, dinero ni vivienda, enfrentando condiciones de extrema pobreza y de discriminación étnica y racial. La expulsión de este pueblo originario de parte del Reino Unido demostró que para este imperialismo el derecho a la autodeterminación y la integridad territorial de una nación vale lo que sus intereses imperialistas.
En Chodos/Diego García se instaló una poderosa base militar en acuerdo con EEUU, para el control del Índico-Pacífico. En Malvinas y otros archipiélagos, el Reino Unido instaló tres bases militares para sostener su expansión imperialista en el Atlántico Sur: en Monte Agradable (Mount Pleasant), en Puerto Argentino (base y puerto naval de aguas profundas), y en Georgias, para el despliegue de submarinos con misiles intercontinentales Trident, provistos por EEUU.
Escribe Alberto F. Cordelli
Hoy N° 1920 06/07/2022