Distintas organizaciones, comunidades y representantes de pueblos y naciones originarias de la Argentina, reunidos los días 23 y 24 de Junio de 2007 en la ciudad de Rosario en el ENCUENTRO NACIONAL DE PUEBLOS ORIGINARIOS, expresamos:
Los pueblos y naciones originarias de América venimos poniéndonos de pie. Más de 500 años de opresión, explotación, despojo y discriminación se hicieron insoportables y venimos diciendo BASTA.
Nuestras raíces se hunden en lo más profundo de la historia. Somos la continuación de los primeros hijos de esta tierra americana.
Lo que hoy es la República Argentina estuvo habitada por numerosas naciones y pueblos originarios que excedían los límites actuales, algunos de ellos con más de doce mil años de antigüedad, con economías y organización social en diferentes estadios de desarrollo. Los pueblos que habitaban el noroeste y la región cuyana del actual territorio sufrieron en el siglo 14 la invasión y conquista del imperio Incaico. Aunque vastas regiones del mismo seguían bajo el dominio de los pueblos originarios: la región pampeano-patagónica (al sur del río Salado) y la región chaqueña (norte de Argentina, oeste de Paraguay y este de Bolivia).
El 12 de Octubre de 1492, con la llegada de Colón, se inicia la mayor oscuridad. Con la conquista Española y europea, comienza en América el mayor genocidio y el mayor saqueo de la historia de la humanidad. Fueron 65 millones de nuestros hermanos que cayeron en los primeros 150 años. Durante ese tiempo, se llevaron 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. A PESAR DE TODO NO PUDIERON TERMINAR CON NOSOTROS.
Mucho sufrieron y lucharon nuestros antepasados. Resistieron y después de 300 años de feroz explotación colonial, se revelaron en un gigantesco levantamiento de los pueblos originarios encabezados por Tupac Amaru en el alto Perú. Fue la expresión más elevada de las numerosas luchas -como las de los pueblos kollas, calchaquíes, diaguitas, lules, wichis, qom, mocovíes, guaraníes, huarpes, ranqueles, mapuches, tehuelches, onas, etc., en nuestro país- con que durante tres siglos los originarios enfrentaron a los colonialistas, y uno de los jalones más importantes en el camino hacia la independencia latinoamericana.
Fuimos parte en toda América de las luchas por terminar con la conquista, por cortar esas cadenas y sacarnos el yugo colonialista. Esas cadenas se cortaron tras largos años de lucha donde se unieron los pueblos oprimidos por los conquistadores. Se unieron los levantamientos de los originarios con la rebelión de los esclavos y con los sentimientos de sectores criollos también oprimidos.
En esta nueva etapa de luchar por la independencia para echar a los españoles, muchos de nuestros antepasados fueron parte de las tropas libertarias de Belgrano, San Martín, Güemes, Artigas y heroicos Caciques y Lonkos.
Esas luchas terminaron con el dominio de España pero en la fundación del estado argentino, tuvieron más fuerza las minorías que quería quedarse con las tierras y los verdaderos patriotas que querían distribuirlas fueron derrotados. Así pudieron imponer nuevas cadenas a nuestros pueblos.
Las naciones y pueblos Ranqueles y Mapuches del sur, entre otros, no llegamos a ser invadidos por los Españoles y Virreinato del Río de la Plata no llegó hasta nuestros territorios. Lograda la independencia de los Españoles y desde la construcción del nuevo estado, nuestros antepasados firmaron tratados y acuerdos primero con autoridades nacionales y provinciales de las Provincias Unidas del Río de la Plata y después con la Confederación y la República Argentina, reconociéndonos como nación al sur del Río Salado.
Esa cláusula constitucional que reconocía los tratados con nuestros ancestros desapareció después de la reforma de 1994.
El crecimiento de la venta de carne a Europa despertó en los terratenientes la sed de tierras para agrandar y extender las estancias para la cría de ganado vacuno, hacia el sur de esta frontera reconocida a los Originarios.
Por eso, violando la propia Constitución de 1853 que ellos hicieron y que ordenaba "conservar el trato pacífico con los indios", el Congreso como brazo legislativo del Estado, autorizó el 4 de octubre de 1878 al Poder Ejecutivo, a establecer "la línea de fronteras sobre la margen izquierda de los ríos Negro y Neuquen, previo sometimiento o desalojo de los indios bárbaros de la pampa". Así se inició a sangre y fuego la mal llamada "Campaña al Desierto" en el sur, encabezada por el entonces Ministro de Guerra general Roca, y la llamada "Campaña al Desierto Verde" en el norte, encabezada por el general Victorica, que nuestros mayores sufrieron en carne propia.
Roca, representando a las ambiciones de los terratenientes, ejecutó su violación al interior del actual territorio patagónico. Personalmente se quedó de inicio con 15.000 hectáreas de las mejores tierras, en cercanías de Guaminí y en su primera presidencia entregó a sus amigos terratenientes como Pedro Luro y otros, millones de hectáreas que nos robo a los pueblos originarios.
Para eso buscaron que ninguno de nuestros pueblos pudiera permanecer en libertad, que el sometimiento fuera total, que el genocidio se consumara. A ningún gobierno le importó demasiado que en la Argentina se produjeran esos crímenes que hoy serían considerados de lesa humanidad: fusilamientos, desmembramiento de familias, prisión en condiciones infrahumanas, esclavitud y otros regalos notables que recibimos de la "civilización oligárquica".
Nuestros ancestros los enfrentaron combatiendo y resistiendo con bravura. Miles murieron en las batallas, miles retrocedieron a los montes y montañas y otros tantos fueron sometidos a la mayor explotación en los ingenios, en los obrajes para las tanineras, en las minas y en las cosechas de algodón, en el servicio domestico. Hubo matanzas sangrientas a hermanos indefensos como en Napalpi en el Chaco, Rincón Bomba en Formosa.
Desde entonces, con este estado, fuimos testigos y victimas junto al pueblo argentino de supuestas democracias, golpes militares, muertes y desapariciones, pactos, negociados, endeudamientos, entregas, guerras, flexibilización, capitalismo, privatizaciones y globalización.
Son distintos nuestros rostros, nuestras historias, idiomas, creencias y costumbres. Venimos de las montañas del norte y del sur, de los montes y de las pampas y venimos también de las villas de las grandes ciudades a donde llegamos como ríos que desangran nuestros campos.
Venimos de trabajar en grandes campos ajenos de tierras que eran de nuestros abuelos y hoy con el hambre, no podemos entrar a cazar, pescar o sacar leña porque somos perseguidos a los tiros y reprimidos.
Mientras, grandes terratenientes alambraron y alambran nuestras tierras, desmontan miles de hectáreas con topadoras, queman las maderas, contaminan nuestros ríos, explotan nuestras minas, y dejan a nuestra madre tierra herida de muerte, se quedan por monedas con miles de hectáreas de los campos de campesinos empobrecidos que deben abandonarlos por falta de precio o por deudas.
Venimos con la falta de trabajo, el dolor de los hijos descalzos, de no poder mandarlos a la escuela y verlos morir por desnutrición y por no poder atender su salud al igual que los ancianos.
Tenemos en común una pesada carga de 514 años de opresión, explotación y discriminación y no nos resignamos, decimos BASTA y ESTAMOS DE PIE LUCHANDO.
Somos los más explotados y oprimidos de la Argentina. Somos humillados y discriminados. Han querido usarnos, engañarnos, dividirnos entre nosotros y enfrentarnos con la mayoría del pueblo argentino que también sufre la explotación y la opresión. Esa es la forma que tienen para dominar a todo el pueblo los que manejan el estado. La mayoría de las veces lo han logrado, pero estamos empezando a caminar otro camino, tenemos una luz de esperanza en tanta oscuridad. Ante las penurias y el sufrimiento del hambre y la injusticia, en cada lugar de Argentina tratamos de unirnos por nuestras necesidades, de ponernos de pie luchando. La Marchas de hasta 120 km a pie, las acampadas y los cortes de ruta en el Chaco con solidaridad de las Multisectoriales, con los cortes de ruta y de vías y el repudio al Congreso de la Lengua con la presencia del Rey de España en Rosario, las recuperación de tierra en Chubut, ocupaciones de tierra en Formosa, recuperación de 30 mil hectáreas en Salta, son parte de ese camino.
Son momentos difíciles y confusos. Se miente mucho, los poderosos se diputan la riqueza que crece para unos pocos en la Argentina, mientras también crece el hambre. Tratan de usarnos con mentiras y engaños para seguir con esas políticas. Quieren mantenernos mansos y divididos a los originarios y enfrentarnos al resto del pueblo que también sufre. Quieren usarnos a los de abajo para sus diputas por arriba, mientras ocultan, disimulan o mienten sobre sus verdaderas ideas y posiciones de fondo.
Le preguntamos al Señor Presidente y a los que gobiernan, ¿Qué entienden por diversidad cultural?, ¿Alguna vez se preguntaron sobre la existencia de más de veinte Pueblos Originarios en este país?, ¿Qué posición tienen sobre nuestra historia, sobre como fuimos sometidos?, ¿Alguna vez reflexionaron sobre como debe ser una verdadera democracia en un país conformado por distintas naciones y pueblos?, ¿Es posible soñar un futuro de libertades plenas, condenando a la desaparición a los pueblos originarios o excluyendo a más del 50 % de la población de este país, originarios o no que están en la pobreza? ¿Les enseñarían a sus hijos que Videla es un héroe y le pondría a una avenida, plaza o ciudad su nombre?, ¿Porque entonces en la escuela enseñan a nuestros hijos que Roca es un héroe y ponen su nombre y monumentos por todos lados?, ¿Por que los crímenes cometidos por Roca, Vitorica y otros no son considerados de lesa humanidad?, ¿Los miles de originarios asesinados en la campaña de estos no merecen justicia?, ¿Es posible terminar con el fascismo de sectores de las fuerzas armadas, sin revisar la historia de Roca?, ¿Por que el 12 de octubre es un día de festejo?, ¿Usted Señor Presidente festejaría el 24 de Marzo?, ¿Por que sigue permitiendo las ventas y la explotación de nuestras tierras, de los recursos naturales y se entregan concesiones mineras y minas a extranjeros contaminando a nuestros pueblos?, ¿Por qué no se habla de la tierra y cada vez los terratenientes acumulan más y más y nuestro pueblo cada vez tiene menos?
Debemos confiar en nuestra propia fuerza y en la fuerza del conjunto del pueblo. Vamos buscando unirnos y unir nuestras luchas, como pequeños ríos para hacer uno grande, revolucionario y caudaloso.
Pero ese río no va a ser lo suficientemente fuerte para derrumbar los diques de la injusticia y terminar con el poder de las minorías, si no nos unimos con la mayoría del pueblo argentino que lucha en la ciudad y el campo contra los enemigos comunes para cambiar de fondo esta Argentina.
Queremos cambiar esta historia, donde los herederos de los poderosos y sanguinarios conquistadores manejan el estado y ponen en los gobiernos a quienes le sirven para oprimir a nuestros pueblos.
Los pueblos y naciones originarias junto al pueblo argentino le decimos al estado y al Señor Presidente, que vamos a seguir el camino de la lucha que nuestros combativos mayores libraron, para que juntos cortemos definitivamente las cadenas de la explotación, opresión y dependencia y logremos una nueva democracia donde todos los pueblos y naciones estén representadas.
Para avanzar en este camino, proponemos:
1. Programa de reivindicaciones:
2. Iniciativas de lucha:
Rosario,
23 y 24 de Junio de 2007
23 y 24 de Junio de 2007