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07 de septiembre de 2022

Una profunda inestabilidad política

Enfrentamientos en Irak

Para entender la situación actual en este país de Oriente Medio, recordemos que Irak fue invadido militarmente por el imperialismo yanqui en el 2003, apoyado por una coalición internacional, contra el gobierno de Saddam Hussein.

EEUU argumentaba que Irak tenía armas de destrucción masiva y que existían vínculos entre Saddam Hussein y el grupo terrorista Al Qaeda. Nunca lograron demostrarlo, mientras fue quedando claro que el objetivo era apoderarse del petróleo de Irak.

Los países imperialistas EEUU y Gran Bretaña, junto a España, fueron los abanderados de la guerra, mientras que otros países imperialistas: Rusia, China, Alemania y Francia mostraron una firme oposición. Pese a la resistencia, los invasores ocuparon Irak, y en diciembre de 2003 Saddam Hussein fue capturado. En un juicio controlado por las tropas invasoras, fue sentenciado a muerte, sentencia que se ejecutó en diciembre de 2006. Durante la invasión, las ciudades de Ramadi y Faluya sufrieron destrucción masiva.

Recién en diciembre de 2011 se retiraron las tropas extranjeras y los ocupantes empezaron a entrenar tropas iraquíes para controlar el territorio.

En la capital Bagdad quedó una zona llamada “verde”, que hace referencia a una zona más segura. Está muy protegida y es el principal punto de presencia occidental y de las instituciones del gobierno. Está rodeada de paredes altas y alambre de púas. Fuera de la “zona verde” quedó la población en medio de una gran pobreza.

Recordemos también que en el Islam hay dos grupos, chiitas y sunitas, y que en Irak los chiitas son mayoría.

 

Crece la inestabilidad política

En octubre del 2021 se realizaron elecciones, en las que el Movimiento Sadrista, liderado por el clérigo chiita Muqtada al Sadr resultó el más votado, pero no le alcanzó para formar un gobierno solo. Los grupos chiitas pro iraníes objetaron el escrutinio, pero una vez confirmado el resultado formaron un bloque para tomar la iniciativa política, denominado Marco de Coordinación (pro Irán).

Desde entonces hay una gran inestabilidad. Al Sadr es uno de los políticos iraquíes más influyentes a pesar de que nunca tuvo cargos en el gobierno. Su partido está implantado en los barrios pobres chiíes y la milicia Ejército de al-Mahdi es una de las más fuertes de Irak. Durante la invasión su milicia golpeó duramente tanto a las fuerzas de la coalición liderada por EEUU como al ejército iraquí.

Después de la guerra su partido participó activamente en política.Varios de sus miembros fueron ministros.

También los sunitas están divididos. Los dos principales grupos kurdos, el Partido Democrático de Kurdistán y la Alianza de Kurdistán tampoco acuerdan entre sí.

En julio de este año Al- Sadr ordenó a sus 73 parlamentarios que renunciaran, cosa que hicieron, y fueron reemplazados por los que habían salido segundos en las elecciones de octubre del 2021.

Pero luego los partidarios de Al – Sadr ocuparon varias veces el parlamento.

El 2 de agosto miles de manifestantes opuestos a Al- Sadr protestaron en los límites de la Zona Verde. El conflicto fue escalando.

Al – Sadr había pedido a sus partidarios que impulsaran «una revolución» para que cambiara el sistema político y la Constitución.

El 29 de agosto Al-Sadr anunció sorpresivamente que se apartaba de la política iraquí. Estallaron violentas protestas. Sus seguidores irrumpieron en el Palacio Republicano, en la Zona Verde, descansaban en los sillones, se bañaban en una pileta y levantaban banderas de Irak.

Comenzó la represión, efectuada por el ejército y el grupo Hashed al Shabi (Unidades de Movilización Popular), antiguos paramilitares pro iraníes integrados al ejército.

Murieron 23 partidarios de Al- Sadr y hubo 380 heridos. Se declaró el toque de queda.

El Marco de Coordinación llamó a manifestar en la entrada a la Zona Verde, pero sin avanzar en ella. Hubo discrepancia entre ellos. Algunos no querían la manifestación y otros querían que escalara. Creó más confusión la declaración de Al- Sadr de que todas las instituciones vinculadas con su movimiento, muchas de ellas de ayuda a los más pobres, serían cerradas, salvo el mausoleo de su padre. EEUU ya expresó «su preocupación».

La situación sigue abierta. Pero no podemos desvincularla de los efectos a largo plazo de la invasión militar del 2003.

 

Hoy N° 1929 07/09/2022