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09 de septiembre de 2015

Nuestro corresponsal conversó con uno de los dirigentes de la Agrupación 1º de Mayo de Petroleros y del PCR.

Enfrentar el ajuste de YPF y las operadoras

Neuquén: unidad en el camino de la lucha

 
—¿Cuál es la situación de los trabajadores petroleros de la cuenca neuquina?
—La situación es muy complicada, YPF está descargando un ajuste muy importante, ha reducido las tarifas de los contratistas en un 15% y en algunos casos casi el 20%. Obviamente que las contratistas descargan ese ajuste sobre los trabajadores.

 
—¿Cuál es la situación de los trabajadores petroleros de la cuenca neuquina?
—La situación es muy complicada, YPF está descargando un ajuste muy importante, ha reducido las tarifas de los contratistas en un 15% y en algunos casos casi el 20%. Obviamente que las contratistas descargan ese ajuste sobre los trabajadores.
En todas las regionales del sindicato hay despidos, por ahora son por goteo, pero la intención de Galuccio es despedir 2.000 trabajadores de esas contratistas. Como decimos en el campo, hay que esperar que pasen las elecciones y ahí le vamos a conocer los dientes al puma. Porque ahora hay un acuerdo de pasar las elecciones en paz. Pero la situación es muy complicada.
La lucha logró pararles la mano a los más de 350 despidos en servicios especiales, y ahora se les ha torcido el brazo con la reducción salarial en ese sector que fue de un 30%. El panorama que viene es ajuste de YPF y las operadoras, y lucha de los obreros. Hay que decir también que más de 400 empresas de servicios locales y nacionales están al borde de la quiebra, endeudadas, de seguir esta situación, nadie sabe qué será de ellas y de los obreros que trabajan ahí.
 
—¿Qué pasó con el acuerdo firmado en enero de este año, entre las provincias, las operadoras, y el gobierno nacional, para mantener la actividad?
—Los únicos que se beneficiaron con ese acuerdo son las operadoras. Es terrible la política del gobierno nacional que les da precio sostén a las petroleras, haciendo que el pueblo pague uno de los combustibles más caros del mundo, mientras que Chevron, BP, Total, etc., se llenan de plata. Por otro lado les niega el precio sostén a los productores frutícolas del Valle, que son vecinos de la zona que tuvieron que dejar las manzanas y las peras en las plantas porque les pagan menos de lo que cuesta producirlas.
El acuerdo firmado fue una bomba de humo para poder garantizarles el precio alto y las ganancias a las petroleras con un discurso progresista de impedir los despidos. Pero hasta ahora lo único que se cumple de esa acta, es el regalo a las operadoras.
 
—¿A qué se debe esta situación?
—La política del gobierno nacional nos ha llevado primero de la mano de Repsol a la terrible crisis energética, al desabastecimiento. Fueron años de saqueo de nuestros recursos, que el gobierno le permitió a Repsol, a costa de que entrara Ezquenazi en la compañía. Esta política nos llevó a que después de años de ser autosuficientes en materia energética, tengamos que importar gas. No nos olvidemos que no hace más de 10 años exportábamos gas, y ahora tenemos que importar. Esta importación hizo temblar al país por el desbalance comercial que generaba, se necesitaban 13 mil millones de dólares para importar gas, y eso obligó a los K a cambiar de rumbo. 
Así, en el 2012, Cristina Kirchner consiguió el apoyo de Obama en la reunión de Cartagena, para sacar a los españoles de Repsol, y compró el 51% de las acciones. Puso al frente de YPF a Galuccio, que era CEO de Schlumberger en Inglaterra. Este a su vez puso en lugares claves del directorio de YPF a varios personeros de Schlumberger (Jesús Grande, Gandolfo, Garoby, Gremillet, entre otros). Cabe aclarar que YPF maneja solo el 30% de la producción de petróleo. El resto sigue en manos extranjeras. 
Esa producción está concentrada en las áreas que están arriba de la formación de Vaca Muerta. Así el gobierno K sacó de Vaca Muerta a los españoles y arregló con los yanquis para explotar los no convencionales. Eso lo presentó con bombos y platillos y con un discurso engañoso, desde lo popular y la defensa de los intereses nacionales.
La política del gobierno nacional primero nos llevó al desabastecimiento, y ahora nos lleva al desastre. Ellos se pensaban que se iba a mantener el precio del barril en 100 dólares. Pero la situación cambió, el precio cayó y se estima que seguirá cayendo. La dependencia que tenemos de los monopolios extranjeros, hace que esa caída en los precios la estemos pagando los obreros petroleros y el pueblo en general, con la nafta y el gasoil más caro que en Europa o EEUU.
 
—¿Cuál es la salida a la crisis petrolera que se plantea?
—La caída del precio del barril, la sobreproducción de petróleo a nivel mundial, como la devaluación de la moneda china y caída de su bolsa, condicionan el desarrollo de la industria nacional. La inflación sigue creciendo, y ha generado un aumento en los costos de producción del barril en dólares que supera los 40% en los últimos 2 años. Esto choca con el ajuste y la desfinanciación que tiene principalmente YPF. Como dice Guillermo Pereyra, esta crisis es estructural, y no coyuntural como la del 2009.
Para enfrentar semejante crisis, hay que trabajar por la unidad de todos los que son castigados por la misma. Hay que derrotar la política del gobierno nacional que nos está llevando a una parálisis importante de la industria petrolera.
La única solución de fondo es que el Estado se haga cargo de la operación de todos los yacimientos y de la destilación. Esta es la única forma de hacernos de la renta petrolera, y poder aplicar una política verdaderamente nacional y popular, fomentando la industria nacional, dándole prioridad a las empresas locales. Desarrollar una política de mejoras en las condiciones laborales, mejorando el poder adquisitivo de los trabajadores, e incorporar nuevos trabajadores para relevos, etc., fomentando una política de desarrollo urbano de las localidades petroleras, como Añelo, Catriel, Cutral Co, Plaza Huincul, Rincón De Los Sauces.
Este cambio de política nos exige un gran frente que incluya a todos los que estemos enfrentando la política del gobierno K. Dentro del sindicato tenemos muchas diferencias pero la situación nos exige poner el caballo delante del carro y trabajar por este objetivo. Como lo demostraron los compañeros de OPS en Añelo, los de OIL de Cutral Co, los de servicios especiales, los de refinerías, los de SAI, los de Chevron, los compañeros petroleros hemos demostrado que estamos dispuestos a dar batalla al ajuste y a los despidos.