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24 de agosto de 2011

El pasado 9 de agosto se realizó la presentación del libro de Rosa Nassif en la Universidad Nacional de Tucumán.

¿Es posible conocer la realidad?

Hoy 1383 / Rosa Nassif en Tucumán

corresponsal

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 “Presentar un libro de filosofía en una semana tan ‘particular’ puede parecer para algunos descolgado o fuera de lugar, pero nos preguntamos cual es la teoría que sostiene nuestros actos y qué tarea tenemos los intelectuales, científicos, estudiantes para contribuir a resolver nuestras necesidades como pueblo”, dijo al inicio del acto la prof. Josefina Racedo, directora de la Maestría en Psicología Social de la UNT, que organizó la presentación juntamente con la editora del libro, Ediciones 5, el pasado 9 de agosto. Se refería a los días previos a las elecciones primarias nacionales, que particularmente en Tucumán y el NOA adquirieron ribetes álgidos por los acontecimientos de Jujuy y ante la cercanía de las elecciones provinciales del 28.
La numerosa concurrencia que colmó el Auditorio del Centro Cultural Virla de la UNT siguió atentamente las exposiciones de la Prof. Ana Quiroga –codirectora de la Maestría- y de la propia autora, docente de la misma, quienes por el espacio de una hora expusieron los fundamentos filosóficos de cada artículo- Ana Quiroga- y la relación íntima y necesaria entre la práctica social y los conceptos para conocer científicamente la realidad, por parte de Rosa Nassif.
Previo a las exposiciones la Prof. Racedo leyó un texto enviado a última hora por el Lic. Carlos Aramayo desde Jujuy, quien por la situación que vivía su provincia no pudo asistir.
Sus palabras, cargadas de la indignación por los asesinatos y la brutal represión a los pobladores que ocuparon terrenos de la empresa Ledesma, aportaron la certeza que la práctica social es el terreno donde las ideas y la lucha contra los poderes dominantes se ponen en jaque y al mismo tiempo donde se estructuran los nuevos criterios para analizar y transformar la realidad.(…) “Se le atribuye al rey Luis 14, un absolutista monárquico que gobernó Francia desde la mitad del siglo 17 hasta los primeros años del siglo 18, la frase “El Estado soy yo”. En relación al ejercicio del poder en la provincia de Jujuy a Carlos Pedro Blaquier, presidente del Directorio de la empresa Ledesma SA, se lo puede señalar como un verdadero émulo de aquel rey en pleno siglo 21. (…) En una frase de Lenin, Aramayo encontró una verificación práctica de la concepción marxista del Estado. ‘Todo Estado en el que existe la propiedad privada de la tierra y los medios de producción, en el que domina el capital, por democrático que sea, es un Estado capitalista, una máquina en manos de los capitalistas para el sojuzgamiento de la clase obrera y los campesinos pobres”. Aramayo señala así la correspondencia con el libro de Nassif, en la polémica con el autodenominado posmarxista Portantiero.
Su presencia a través del texto contribuyó a que el debate posterior a la presentación, fuera señalada por varios asistentes como una comprobación de la oportunidad y coherencia de esta presentación, ya que muchos pudieron comprender a fondo la necesidad de la conceptualización dialéctica marxista en momentos actuales donde, desde la confusión generada desde el gobierno y los discursos “de izquierda” se justifica como la “única salida posible” lo que se muestra; y se evade el conocimiento profundo de las condiciones concretas de existencia de millones de argentinos.

 

Una noche de alto aprendizaje social y político
El debate con las diferentes corrientes que representan los pensadores, científicos y políticos con los que polemiza la autora fue claramente expresado por Rosa Nassif. Con lenguaje claro y comprensible reflexionó cómo desde su temprana juventud abrazó a la filosofía como un camino en el pensamiento para elaborar un conocimiento científico de la realidad [su seminario final de la carrera de Psicología fue un análisis polémico de Althusser y su posición de revisar a Marx, expresada en su libro “Para conocer El Capital”, lo que le valió una beca a Francia para trabajar con él en 1970. Nota de la Redacción]. Agregó que por el desarrollo de sus actividades y elección revolucionaria hubo un largo período en el que quedaron desplazadas estas tareas. El haberlas recuperado se debieron a –como lo expresa en sus Advertencias al lector- , a la necesaria respuesta ante la aparición -disfrazadas de nuevas-, durante las décadas del ‘90 y 2000, de las viejas teorías que habían nacido en el siglo 19 como justificatorias del Estado capitalista.
Expresiones que habían encontrado en el análisis previo de Ana Quiroga una lúcida posición frente a los avances de la naturalización del pensamiento en filosofía que niegue la dialéctica y el materialismo.
Fue una noche de alto aprendizaje social y político, que cerró finalmente con las intervenciones de diversas personas que trajeron la comprobación a las expositoras de la necesaria tarea de reflexión y aceptación de la realidad como posible de ser conocida; que la tarea no sólo debe ser para explicarla, sino para con ese conocimiento proponer la transformación de las condiciones en las que millones, como los pobladores de Jujuy viven sometidos a la explotación y la ignorancia de las causas que motivan su situación actual.