Espionaje a estudiantes bonaerenses

En un contexto de crisis económica y social y de ajuste del gobierno kirchnerista, se ha agravado la situación del pueblo. Los estudiantes secundarios sufrimos los efectos de la inflación a través de los sucesivos aumentos del boleto, la plata que no alcanza para comer todos los días ni para útiles y fotocopias, haciendo cada vez más difícil seguir estudiando.

Este año el presupuesto educativo aumentó un 18%, muy por dejado de la inflación que en el mes de octubre supera un 28%, mientras lo destinado al pago de la externa asciende un 73%. Debido a la falta de presupuesto se agravan nuestras condiciones de estudio: escuelas que se caen a pedazos, sin comedores ni viandas, estufas que no andan, falta de gimnasios, con talleres y laboratorios sin equipamiento. Demostrando así que la verdadera deuda es con la educación.

A la vez, en un país que en los últimos años pasó de ser de tránsito de la droga a ser de consumo y producción, sin espacios gratuitos para hacer deporte ni actividades culturales, la juventud es condenada a la drogadicción.

Pero aunque quieran anestesiarnos crece la bronca de los estudiantes. Luchas como la de los secundarios de San Nicolás, Santa Fe, Quilmes, Berazategui, Varela, La Plata, y zona Norte del GBA demuestran que no queremos pagar el ajuste.

La respuesta para los sectores populares que luchan y enfrentan esta política es mano dura con represión y persecución. Así lo expresan las recetas del gobierno nacional con Berni y Milani a la cabeza, que garantizan la ley Antiterrorista y el Proyecto X de Inteligencia. Por si fuera poco, estos sistemas de vigilancia ahora también son utilizados en la provincia de Buenos Aires para perseguir a estudiantes secundarios, muchos de ellos menores de edad.

Como ocurrió el pasado 25 de septiembre cuando compañeros secundarios de la zona norte del GBA junto a jóvenes de la CCC se manifestaban frente a la casa del gobernador Scioli en Villa la Ñata (Tigre) por becas, viandas y comedores, obras para los colegios, implementación del Programa para jóvenes “Envión” y fueron investigados y fotografiados por agentes del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. No vamos a dejar pasar la gravedad que significa que realicen infiltración y espionaje a menores para sembrar miedo y amedrentar la lucha. Por el contrario, desde el MUS les decimos que si tocan a uno nos tocan a todos.

Por eso, convocamos al movimiento estudiantil, las comunidades educativas y a las organizaciones sindicales, sociales, políticas y de derechos humanos a frenar esta escalada de persecución. Exigiendo al gobernador Scioli que se esclarezcan estos hechos dirigidos a hostigar y atacar a los estudiantes secundarios y su organización. Y que garantice el derecho a una educación pública, gratuita y en condiciones dignas, en vez de gastar plata en espionaje a adolescentes menores de edad.

Desde el MUS nos solidarizamos con los compañeros de la Zona Norte del GBA y llamamos a redoblar la lucha contra el ajuste y por nuestras necesidades, contra la deserción, la falta de presupuesto y en defensa de la Escuela Pública.

 

Plan de lucha

Reproducimos extractos de una nota de Fernando Oz, publicada en el blog Never trust an editor / La Sombra del Poder.

 

 La custodia de Daniel Scioli realizó tareas de inteligencia sobre un grupo de estudiantes secundarios. El jefe de la policía Bonaerense Hugo Matzkin y el comisario inspector Mi-guel Widmer recibieron la información en sus correos electrónicos. También espiaron integrantes de or-ganizaciones sociales.

Unos 90 estudiantes secundarios, más algún que otro padre, decidieron que sea Pablo Vega el encargado de entregar un petitorio de cinco puntos y cuyo destinatario era el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli…. 

Se habían trasladado hasta la quinta de Scioli, en Villa La Ñata, en tres micros que terminaron en una cercana estación de servicios. Los estudiantes caminaron los metros que faltaban hacia el portón de ac-ceso a la residencia, hubo aplausos y cánticos, no había bombos ni trompetas, y ninguno de los adoles-centes llevaba palos ni tenían sus rostros tapados. Eran las dos de la tarde del 25 de septiembre y el sol estaba fenomenal.

“El secretario de Scioli me pidió que ponga mi celular para que me lla-men después, dijo Pablo. La verdad es que no hubo ningún problema, nos atendieron bien. Después de eso nos fuimos”. Pero lo que Pablo no sabía es que la persona que dijo ser el secretario del Gobernador en realidad era el capitán Jorge Guillardoy. Pablo tampoco se enteró que él y sus com-pañeros fueron fotografiados por po-licías vestidos de civil y que las pa-tentes de los ómnibus en los que se trasladaron también fueron anotadas y fotografiadas.

 

El primer parte de inteligencia

Ese mismo 25 de septiembre, sin perder mucho tiempo, un detallado informe de lo ocurrido llegaba al co-rreo electrónico del comisario inspector Miguel Widmer. Ésa misma in-formación, con las fotos adjuntadas, luego fueron enviadas por Widmer al jefe de la policía Bonaerense Hugo Gabriel Matzkin. Ese día el encarga-do de la residencia del gobernador era el oficial principal Maximiliano Vizcarra. A juzgar por las fotos que sacaron los policías de civil, la breve manifestación de los adolescentes no se asemejaba a una banda terrorista dispuesta a tomar “La Ñata” y luego mantener secuestrado al candidato presidencial hasta que se cumplan sus reclamos….

En el parte de inteligencia, donde se indica el celular y hasta el DNI de Pablo Vega, se señala que “en el estacionamiento, previo a subir a sus colectivos, se formalizó la entrega del petitorio, el cual se visualiza en el mail enviado para su tratamiento posterior”. ¿Qué habrán querido decir con eso de “su tratamiento posterior”?

 

El “tratamiento posterior”

Los topos del comisario inspector Miguel Widmer trabajaron con rapidez y al otro día del hecho se elaboró un nuevo parte de inteligencia que se inició así: “En relación a la exteriorización que se llevará a cabo en la víspera, en el portón de acceso a la vivienda del gobernador (…)”.

En uno de los párrafos se pone bajo la lupa a uno de los estudiantes y a su padre: “Es de hacer mención que como quedará expresado, Alexis Penayo, es hijo de Jorge Penayo, militante de la C.C.C, ex integrante de la Comisión Interna de Kraft Food, y activo participante de las distintas exteriorizaciones que se llevaran a cabo sobre la autopista Panamericana en el año 2009”…

Pero eso no es todo. “En relación a la organización estudiantil”, según se lee en el informe, “el objetivo es impulsar Centros de Estudiantes Secundarios de base, democráticos, par-ticipativos y de lucha independientes de los directivos y los gobiernos de turno. Asimismo proponen el apoyo al proyecto de Ley en la provincia del Boleto Educativo del Frente de Izquierda”.

El resto del informe no hace más que confirmar que se realizó tareas de inteligencia sobre una agrupación estudiantil, cuyo principal objetivo era pedir un boleto estudiantil en un petitorio dirigido en buenos términos al gobernador Daniel Scioli.