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02 de octubre de 2010

Conversamos con el compañero Alderete sobre el recorrido de estos meses de rebelión agraria, y la confluencia de la Corriente con los chacareros.

«Esta confluencia va por más»

Hoy 1226 / Juan Carlos Alderete, coordinador del Movimiento de Desocupados de la CCC

En la sede del Movimiento de Desocupados de Matanza, Alderete nos recibe el sá-bado 19 por la mañana. Comenzamos la charla preguntándole su opinión de los hechos de la última semana, y esto nos decía: "Creo que es un paso importante, porque la característica que ha tomado la lucha hace perder de vista como comenzó. Deben ser muy pocos los que recuerdan porqué y cómo empezó. Recordar que los chacareros estaban bloqueando los puertos antes del 11 de marzo. Esto tiene importancia, más cuando los procesos de lucha son tan grandes y evolucionan tan rápidamente. Nunca tenemos que perder de vista la esencia. Nos podemos quedar contentos con una votación, y perder de vista que desde el porqué se inició la lucha, no está resuelta. Se dio un paso importante, se ganó políticamente, pero reivindicativamente todavía no se ganó, en el sentido que no hay segmentación, ni menos coparticipación. Tampoco están resueltas las políticas para los demás productos como la lechería, la chanchería, etc. Cuando se resuelvan los motivos por los que arrancó, vamos a poder decir que ganamos también en lo reivindicativo.
Por supuesto, como toda cosa que arranca, muchas veces arranca con debilidad, y a veces ni uno mismo está totalmente convencido al principio sobre el resultado final. La Corriente tiene una línea política y una línea estratégica por la que confluimos en esta lucha desde el inicio. Seguramente no tan convencidos como terminamos, pero los hechos han sido contundentes. Con los hechos se discute menos.

-¿Cuál fue ese recorrido en estos meses, entre dos sectores que no venían peleando juntos?
-Al inicio fue muy despareja la participación. Hay que entender que son distintos sectores sociales. Las capas medias tuvieron el mismo comportamiento que nosotros. Nos "olemos" un poquito, nos vamos conociendo, no hay confianza de entrada. Quizás yo tenga más confianza con un desconocido de mi clase social, que con el de otra clase social. Esto es comprensible, y si no vas a la práctica, no se puede avanzar, y siempre vas a mirar desde la otra vereda a las clases sociales que se han unido en esta lucha.
Lo primero a destacar es que hubo una resolución de la Corriente, de que había que meterse y jugar. Hubo una decisión, con todos los matices que tuvo, buscando argumentos y fundamentos ante todo lo que se ha dicho y se dice de nosotros.
En todos los lados que los sectores populares se metieron en el conflicto del campo se ganaron cosas. No se consiguió nada por fuera de este conflicto. El que piensa que consiguió cosas por fuera de esta lucha, en estos meses, está equivocado. Esto merece que nos detengamos, y que veamos la realidad en medio de esta lucha que fue nacional, donde si vos te metiste, aunque sea tibiamente, ganaste.
Esta fue otra decisión de parte nuestra, por eso hablamos de confluencia, no de apoyo. Nosotros peleamos por articular los reclamos del campo con los nuestros, lo que no era fácil. Con el correr de los días se fue metiendo el tema. No por casualidad muchos diputados y hasta senadores terminaron hablando de la pobreza e incluso de la situación de los planes sociales. Entiendo que es producto de la articulación y la confluencia, que ha costado mucho pero que va a ir para más, porque se dio un paso importante.

-Una de las cuestiones que han planteado, incluso algunos amigos, es el tema de "están con los oligarcas", o "son golpistas".
-En esto hay que ver como es el conocimiento. Nosotros dijimos de entrada que no hay que ser tibios ni vergonzantes. Tenías que buscar los fundamentos, incluso para los compañeros, cuando te dicen que estamos con los golpistas, con los oligarcas, entre otras cosas.
Al meternos con todo, empezamos a encontrar cosas que no están en ningún libro. Por ejemplo, no para sacarle ninguna responsabilidad de lo que ha hecho en la historia la Sociedad Rural, hay que ver en qué cambió el campo. En muchos pueblos y piquetes que estuvimos, la composición de esa Sociedad Rural estaba más para que estén adheridos a una federación de chacareros, ni siquiera iguales a los de la Federación Agraria. También al meternos encontramos argumentos para eso del golpismo, porque por ejemplo conocimos la Sociedad Rural de La Matanza, donde el 95% son peronistas, incluso algunos de ellos fueron funcionarios de ese gobierno. Esto mismo encontramos en sociedades rurales de otros pueblos. En esos lugares, hasta este momento, no había llegado ninguna otra entidad gremial del campo, que les diera un paraguas legal a los productores.
Así también fuimos teniendo una relación con los productores, que se empezó a ver por los medios a partir de la acción conjunta en Gualeguaychú, si bien nosotros veníamos haciendo cortes de ruta y marchas desde el mismo mes de marzo. A partir de Gualeguaychú se instaló esa consigna de "acá están a los que les sacan y a los que no les dan nada".
El hecho de ir a recorrer los piquetes y los pueblos, mostrando lo que hace la Corriente, las cooperativas, las viviendas, etc., ayudó para que los chacareros vean dos cosas. Por un lado que no es verdad que las retenciones van a los desocupados, y que tampoco es cierto eso que le han hecho creer que todos los que tienen planes son unos vagos. Así fuimos nosotros conociéndolos a ellos y ellos a nosotros.
También en este proceso se aclaró que no porque estaba D’Elía del otro lado, nosotros íbamos a ser "los que los vamos a defender". Al empezar a discutir y a charlar con todo el mundo, empezaron a comprender que estábamos juntos, no que éramos su "fuerza de choque".
Hemos recibido un reconocimiento muy grande en todos los lugares, por las decisiones que tomamos en momentos claves, como cuando detienen a De Angeli, y con la Federación Agraria coincidimos en que había que abrir un piquete muy grande en San Pedro, y no levantarlo hasta que lo liberen.
Luego de esto, a instancia de la Federación Agraria, participamos por primera vez en una reunión de la Mesa de Enlace. Esto, que al principio fue criticado, con el tiempo se fue aclarando, y yo recuerdo un acto en San Pedro, donde nos aplaudieron más a nosotros que a Miguens, donde nosotros no nos sentíamos muy cómodos, y Miguens tampoco con nosotros.
Así conocimos que muchos de los grandes de la Sociedad Rural, no se dedican a la soja, sino que están en la cría de caballos, en la cruza de razas de ganado. Conversando con un dirigente rural, a raíz de la posición de Lisandro de La Torre, le decía: Nosotros estamos acá porque estamos convencidos en política. No estamos para la foto. Nosotros tenemos una caracterización de país, que no es del primer mundo. Un país que está siendo disputado por distintos países imperialistas. ¿Cómo es el mundo, unipolar o multipolar? ¿Cómo es la disputa? Nosotros acordamos con ustedes en política porque toman el tema del hambre, atacan a los pooles, y vemos las consecuencias del moderno capitalismo en el campo, quienes son hoy los grandes oligarcas. Lisandro de la Torre en su momento enfrentó a los ingleses con el tema de las carnes, tuvo una posición nacionalista. Ustedes hoy hablan de los pooles, de los comodities, ¿porqué no vamos a acordar? Y no lo hacemos de manera vergonzante, porque en eso coincidimos. Después tenemos diferencias en un montón de cosas, porque nosotros peleamos por la Ley de Arrendamiento, y por la Reforma Agraria…

-Cuáles fueron los debates principales en el movimiento de desocupados?
-Entre los desocupados lo primero fue la clásica pregunta que se da cuando uno confluye con otro sector, así sean obreros ocupados, "¿qué ganamos nosotros?". Esto se resolvió fácilmente, desde la política. En el primer balance que hicimos ayer, queda claro que eso es una anécdota del principio, que quedó fuera de discusión. Incluso se vio lo que ganamos acá en Matanza, donde nos habían bajado el pulgar, y luego del tractorazo que hicimos a la Municipalidad, el intendente nos concede lo que el propio Kirchner le había encargado que no nos diesen, y se firmaron los primeros contratos con las cooperativas.
Nosotros fuimos los primeros que nos metimos, y eso tiene un peso. Por más que hay enormes diferencias con la Carbap, la Sociedad Rural, ésta era una oleada muy grande, había que meterse y desde ahí seguimos discutiendo. Hemos participado en cantidad de piquetes, tractorazos, actos… Ahí estuvimos con el rico, con el mediano, con el chico. Hemos conocido muchos campesinos pobres en este conflicto. Muchos de ellos eran campesinos chicos o medios, que perdieron el campo, y ahora hacen servicios, trabajando para otros, fumigando para otros. Algunos trabajan arriba de los tractores.
También vimos en este conflicto cómo fue el tratamiento que le dieron en los medios de comunicación, y las opiniones de muchos periodistas, que el miércoles a la noche estaban más contentos que muchos productores. Ellos nos decían que tenían órdenes de no mostrarnos.
El día anterior al acto de Palermo hubo un tractorazo muy grande en Pergamino, con 100 tractores, que no fue más grande porque hubo niebla. Ahí tuvimos un lugar privilegiado, y nos hicieron subir en una camioneta con la gente de la Federación Agraria y la Sociedad Rural de ahí, que tiene la particularidad, pese a ser una de las zonas más ricas, que el 80% de sus integrantes son productores medios y pequeños. Incluso ahí me plantearon que me ponga la gorra de la CCC, que me identifique, que yo me había sacado. Me hicieron participar en una reunión con todo el ejecutivo municipal, con las cuatro entidades, y yo di ahí la fundamentación de porqué la confluencia.

-Esto permitió tomar contacto con sectores de desocupados en lugares donde la Corriente no tenía trabajo…
-Justamente anoche nos estaban llamando de Rufino, donde hicieron un tractorazo, y no tenemos CCC, ahí vamos a tener que armar. Hemos sido invitados a participar en cantidad de asambleas de productores, y hasta hoy nos siguen llegando invitaciones. Hay un reconocimiento a un estilo de trabajo que es sin aparatear, no con bajo perfil sino diciendo en todos lados nuestras posiciones. Esto ha llevado a que la Corriente se haya colocado como se colocó. Se están coordinando cosas en Tucumán, en Salta, donde desde el principio jugamos bien, identificándonos.

-¿Cómo se resolvió la participación en el acto de Palermo?
-Nosotros tuvimos una larga reunión con la dirección de Federación Agraria. Se hizo un análisis político de los distintos escenarios, y cómo continuar. Ahí vimos que si se perdía la votación en el Senado, había que volver a las acciones, pero darnos una táctica que nos permitiera volver a los cortes de ruta en las ciudades, que al principio no íbamos a tener consenso, ir midiendo cómo juegan los demás. Ellos nos plantearon entrar en conjunto al acto, y que los ayudemos a organizar la columna. Nosotros le planteamos que ya habíamos acordado con productores autoconvocados, y así se armó la columna conjunta.
En Palermo, la noche de la votación en el Senado, nosotros tuvimos incidencia muy grande. Porque hubo algunos que plantearon ir a Congreso. Nosotros ya habíamos acordado con la Federación Agraria que eso no convenía, y nos invitaron a participar en una reunión de la Mesa de Enlace para discutir ese tema, y ahí planteamos porqué convenía quedarse en Palermo. Me preguntaron ¿vos qué harías? Yo dije que sería irrespetuoso decirles lo que tenían que hacer, pero que había que tener en cuenta lo que fuera a hacer el oficialismo. Si ve que gana capaz que no moviliza, si pierde puede movilizar, pero si te ve a vos desde temprano en Congreso, seguro que van a movilizar, porque no te van a regalar ese espacio, y que puede haber enfrentamientos. Si vas, hay que ir preparados para el enfrentamiento. Ellos te empujan a ese escenario. Y se decidió quedarse en Palermo.

-¿Cómo son las perspectivas para el movimiento popular?
-Yo creo que la Corriente tiene que profundizar algunas cosas, en el movimiento obrero ocupado, en desocupados, en todos lados. Primero tenemos que ir a un análisis en cada lugar que se jugó, pelear reunirse con todos los sectores, de forma multisectorial ¿Cómo incidir en una crisis? ¿Tenemos que salir corriendo al Obelisco, o incidir en cada lugar? ¿Acá en Matanza qué tenemos que hacer? Juntarnos con todos los que jugaron, mucho o poco, en grande o en chiquito. Y ahí plantear nuestra posición. Porque se puede precipitar una crisis, como la llaman, institucional. El desenlace está abierto.