El compañero Hugo comienza precisando que la Sala depende del Municipio de La Matanza, en cuanto a nombramientos, medicamentos y presupuesto. Y que hay que ver lo que está detrás del voto a Milei, en cuanto al hartazgo de la gente con la situación que se viene arrastrando, y de la que la salud pública es parte, en la provincia y en el municipio. “Es importante analizar cómo llegamos hasta acá, para no volver a lo mismo, y a lo menos malo. Venimos con un vaciamiento de más de 15 años en la salud pública municipal, y sin espacios de discusión”. Dice Pollola que esto está cambiando con el nuevo secretario de salud “que está abriendo un poco el juego. Y estamos debatiendo qué política sanitaria necesitamos, y la situación gremial”.
La Sala de Salud lleva el nombre de quien fuera su fundador, Néstor Oliveri, el doctor Chino, fallecido en el 2015. Cuenta Hugo que formalmente, ya hace 20 años, la Sala tenía asignada una población de casi 33 mil personas, pero que esto ha ido creciendo con nuevos asentamientos y barrios a pocas cuadras de la Sala, en los que “miles de familias que van a vivir ahí demandan salud y escuela.
“Una particularidad también producto de la historia de lucha es que nosotros dirigimos la sala con la Junta Vecinal del barrio María Elena. Ninguna otra sala de atención primaria tiene dirección propia. Tenemos independencia para hacer cosas, pero además nos sostiene un equipo que somos unos 16. Esto es totalmente excepcional en Matanza para una sala”.
Luego analiza Hugo que, con relación al 2001, una diferencia es que los planes de aquella época eran el equivalente a 150 y 200 dólares, y una garrafa salía 5 pesos. Un desocupado podía comprar con el plan 30 garrafas, hoy compra 7.
A esto se suma que hoy no hay “la contención de los comedores, salvo alguno que se sigue manteniendo con ayuda de los intendentes, o ayuda solidaria. Eso nos da un problema sanitario grave que hoy ya se nota, pero que se agrava mirando para adelante. Un bebé que pasa por un episodio de desnutrición antes de los cuatro meses tendrá un déficit en su aprendizaje que va a ser crónico, una especie de retraso madurativo en lo que hace a lo cognitivo que no lo das vuelta nunca más”.
Y asegura el compañero que esto, además, trae problemas graves de angustia para esa madre y esa familia que no tiene para alimentar a sus hijos. “Por eso nosotros vemos todos los días como aumenta la demanda en salud mental. Lo vemos los médicos, enfermeros y agentes sanitarios de la sala que ponemos la oreja, y vemos un nivel de angustia brutal, que termina muchas veces en patologías como la depresión, o a que la familia se rompa, porque ante la falta de comida no es que primero se enojan con Milei, sino que lo hacen con el compañero o la compañera”.
Consultamos al compañero Pollola cómo se ven en concreto las consecuencias de una política que, con el aumento del hambre, la desocupación y la paralización de la obra pública agrava todos los males. “Nosotros vemos la salud desde un lugar integral. Por ejemplo, en los asentamientos donde no está resuelta la demanda de la educación, esto también repercute en la salud de las familias. Remarco esto para no naturalizar una serie de miserias que padecemos, y que son las que explican que alguien tenga un ACV a los 30 años, o una hipertensión en un chico de 11 años. Esto lo vimos con los controles pediátricos establecidos en la Asignación Universal por Hijo. Un problema de salud, como la hipertensión, que tiene que aparecer a los 50 años, hoy lo tenemos en niños de 9, 10 y 11 años.
“Eso tiene que ver con problemas sociales, no tiene que ver solamente con que dejen de repartir una medicación. Las políticas afectan de una manera muy compleja nuestra salud. Empiezan a aparecer datos estadísticos de enfermedades que no había.
“Por ejemplo, con la paralización de la obra pública viene el aumento de la desocupación, la angustia de los trabajadores, el aumento de la violencia. Y esta política también la padecemos en salud en la falta de nombramiento de personal, y en muchas otras cosas. Tomemos el ejemplo de la salud sexual y reproductiva. Hace rato que no se entregan preservativos, y vamos a estar peor, porque Nación traslada los programas nacionales a las provincias y municipios. Esto lleva al abandono del tratamiento de las personas”.
Cuenta Pollola también casos concretos de pacientes de la sala con tratamiento oncológico crónico que han llegado a estar cuatro meses sin la medicación “y sabemos que hay miles en esa situación”, agregando que “tenemos una idea de cerca de 60 pacientes fallecidos por interrupción de la medicación. “Esta es una política genocida, distinta a la de la última dictadura que atacaba a balazos a un sector de la población, pero no por eso es menos genocida. Se está afectando la salud de tal manera que genera muertes. Un adulto mayor que come una vez por día no va a sobrevivir lo mismo que si tiene las cuatro comidas. Una familia durmiendo en la calle con temperaturas bajo cero, corre riesgo de muerte.
“Otro tema, que se está difundiendo muy poco, son los suicidios a causa de la desesperación. Por eso genocidio, porque nos está costando vidas. Lo vemos en el barrio también con los jóvenes y adultos que se ponen a laburar como soldaditos de la merca y las bandas andan a los balazos. Al estilo Rosario, a fines del año pasado, apareció la ametralladora y las bandas se tirotean entre sí, y asaltan los lugares de venta asesinando chicos que van a comprar. Cuando Milei dice que de alguna manera la gente no se va a morir de hambre, esta es una salida que él empuja y que deja nuevos enfermos y nuevos muertos en el camino”.
Situación de las y los trabajadores de la salud
Sobre los trabajadores de la salud, el secretario de la seccional de la CICOP nos manifiesta que “es crítica”, porque hay una diferencia salarial grande entre lo que se cobra entre los municipios, los municipios con la provincia, y diferencia con lo que paga Nación y CABA.
“En Matanza comparando con Provincia en todos los rangos de técnicos, profesionales, trabajadores no profesionales estamos prácticamente en la mitad del salario. La situación que tenemos en la Sala es particular, porque tenemos la dirección junto a la Junta Vecinal, lo que nos da independencia para hacer cosas, y tenemos un equipo totalmente excepcional para una sala, con 16 profesionales”.
Finalmente, el compañero Pollola afirma que “Hoy toda la situación se agrava con esta política, y el traspaso de programas de salud de la nación a las provincias”, y da el ejemplo con el tema del dengue, que va a ser una cuestión muy grave, en la provincia y en todo el país.
“El gobierno provincial, con relación a la vacunación contra el dengue, va a poder hacerla de manera selectiva. Es una vacuna que, si no vamos a la producción provincial o nacional de la vacuna, lo que estamos peleando hace muchos años, va a ser muy difícil. Las dos dosis, hoy cuestan $200 mil pesos. Puede ser que la apliquen a los que ya están registrados y que tuvieron dengue, ya que enfermar de nuevo puede traer consecuencias muy graves. No hay ninguna campaña sería con respecto al dengue y vamos a tener una epidemia brutal, mayor que el año pasado”.
Foto: Egreso de agentes sanitarios de la sala
hoy N° 2027 18/09/2024