La bronca acumulada en el sector de la educación es muy grande. El congelamiento del salario a diciembre de 2019, la galopante inflación, la sobrecarga de tareas producto del sistema de educación virtual y la ausencia de paritarias, llevó a que la conducción provincial del sindicato Unido de Trabajadores (SUTE) convocara a debatir qué hacer. Para ello elaboró un reglamento para realizar los plenarios departamentales y el provincial con el objetivo de organizarse para exigir al gobierno de Suárez que reabra paritarias para discutir y acordar mejoramiento de las condiciones laborales y recomposición salarial.
Pero de forma inesperada e inoportuna, el director general de escuelas presentó en sociedad un anteproyecto de Ley Provincial de Educación. Esto al llegar a las y los trabajadores de la educación empezó a generar un malestar muy grande. En principio apareció la sorpresa y la desconfianza ya que gracias a las primeras lecturas y al aporte del sindicato, se focalizó en los puntos conflictivos que lejos de mejorar el sistema educativo, pone el acento en la mercantilización de la educación, en reducir gastos, en desligarse de la responsabilidad de financiamiento, plantea la municipalización de la educación, la desaparición y cierre de las escuelas artísticas, y una vez más plantea la pérdida de varios derechos laborales más complejos que el ya devastador ítem aula impuesto por Cornejo.
El SUTE inmediatamente incorporó el tema y los debates mostraron la bronca y la angustia de tener que debatir esto en medio de la pandemia. El plenario provincial definió el plan de lucha, y así salieron a las calles.
Se realizaron caravanazos muy grandes en diferentes puntos de la provincia y el 29 y 30 de septiembre se concentraron en la ciudad llegando a Casa de Gobierno. Es impresionante el apoyo de la comunidad y la adhesión a la jornada de lucha.
Mendoza está movilizada, las luchas se ven en la calle a pesar que los medios hegemónicos pagados por Suárez no lo muestran. La provincia está colapsada, el sector de la salud sale a pedir paritarias junto al frente de trabajadores estatales que iniciaron la semana con un paro de Fadiunc, y el jueves pasado con un paro de ATE Salud y Desarrollo Social.
Pese a las luchas el gobernador sigue sin escuchar, volvió al ataque con un nuevo borrador de ley educativa, manteniendo los puntos más cuestionados, pero más allá de eso, muestra claramente que ellos van con todo con esa ley y con su política represiva.
No están viendo, creen que están en otra situación, no entienden o no quieren entender que ya no se aguanta más la situación de hambre, de angustia porque la pandemia golpea de diferentes maneras y tenemos un gobernador con grandes sueños que no coinciden con la realidad en la que estamos inmersos. Niegan lo que sucede, y si se lo mostrás y lo ven se enojan y te reprimen.
Hoy no es momento de debatir, estamos en una situación de educación de emergencia, las cabezas están puestas en resolver otras situaciones y sostener no solo el sistema educativo. La virtualidad no garantiza el debate, quedó expresado en los intentos de participar y donde los que piensan distinto son callados. Esto le están planteando las y los trabajadores de la educación.
La lucha continúa, el gobierno seguirá insistiendo y el sector de la educación junto a los diferentes sectores de estatales evalúan cómo seguir, mientras siguen saliendo a la luz comunicados de distintas facultades universitarias que rechazan el borrador y piden que este proceso se dé en otro momento, donde pueda desarrollarse un proceso democrático de discusión de todos los sectores involucrados.
Hoy no hay consenso social con esta ley, el estado de alerta y movilización continúa, tal como sucedió en diciembre cuando el pueblo mendocino salió a las calles a defender el agua, hoy el espíritu de lucha es el mismo, la comunidad mendocina se organiza bajo la consigna: “La educación de Mendoza no se negocia”, y seguirán las acciones para frenar este avasallamiento.
Hoy N° 1835 07/10/2020