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03 de octubre de 2010

El 6/8, más de 700 docentes (afiliados y no afiliados a Suteba) decidieron en asamblea un paro de 24 horas para el 7, y otro de 48 para el 15 y 16 de agosto.

Estalló la rebeldía de los maestros

Paros y marchas en La Plata.

El descontento de los docentes se ha generalizado. Con luchas distritales enfrentamos desde principios de año la demora en el desdoblamiento de cursos numerosos y las designaciones correspondientes. Salimos con los estudiantes a reclamar por la resolución de los graves problemas edilicios de nuestras escuelas, principalmente la falta de calefacción en medio de la ola de frío polar. Así fuimos obteniendo algunos logros puntuales.
Pero junto con la crisis energética y el frío, se nos fue viniendo encima otra oleada. Esa que Kirchner pretende ocultar con los números dibujados del IndeK: la inflación y la carestía. Está haciendo el ridículo. Nadie le cree, porque como decimos en las escuelas “ya no se aguanta más”. La inmensa mayoría, ni siquiera con el aguinaldo llegamos a fin de mes. La bronca crece.
Luego del receso de invierno, retomamos el ciclo lectivo con una asamblea y marcha convocados por la Seccional de Suteba. Eramos tantos que en el local sindical no cabíamos. La asamblea se hizo en la calle.
Las agrupaciones que conducen la seccional (opositoras a la conducción provincial) al igual que nosotros desde la Azul y Blanca, llegamos con propuestas similares: ir al paro la semana siguiente. Pero los docentes estaban dispuestos a más; y cuando alguien propuso “parar mañana mismo”, la idea fue tomada por la inmensa mayoría, que la defendió hasta que un bosque de manos se alzó para votarla.
 Mensajes de texto, llamados telefónicos y cadenas: había que informar rápido a los compañeros. Muchos delegados fuimos el martes 7 a las escuelas para discutir con aquellos que no se habían enterado. Así se logró una adhesión superior al 50% que se extendió a Ensenada (docentes de esta localidad participaron de la asamblea) y a Berisso. Fue un éxito, porque venció las presiones del aparato estatal que por todos los medios amenazaron con descuentos y el armado de listas negras. Lamentablemente, militantes de la lista Celeste se sumaron a esta campaña. No lo lograron.
Muchos de los que no pararon ese martes, expresaron sin embargo su decisión de sumarse al paro de la semana siguiente, confluyendo con otras seccionales. Esta es la manera que fuimos encontrando de construir un plan de lucha con paros provinciales ante la demora del Frente Gremial Docente Bonaerense (Suteba-FEB) en iniciarlo. No se puede seguir esperando la decisión de aquellos que en marzo aceptaran mansamente que el mismísimo gobernador Solá levantara el paro del no inicio… por televisión.
Mención aparte merece la actitud sectaria de Tribuna Docente (que encabezan e integran mayoritariamente la Lista Rosa-Gris-Roja de Ctera) quienes se opusieron a que se votara en la asamblea (luego salieron a boicotearla) la participación en la marcha a Capital Federal del viernes 10, en apoyo de la lucha docente de Entre Ríos, Santa Cruz y otras provincias por aumento salarial y presupuesto. Su argumento fue que era convocada por “dirigentes que integran la Lista Lila”. Bien a contrapelo del espíritu de lucha y unidad que se vivió en la asamblea y se reclama diariamente en las escuelas; porque es imprescindible para torcerle el brazo a Kirchner y al gobierno provincial que aplica esa política en la provincia de Buenos Aires.