El compañero Agüero nos dice: “Nuestro partido no tiene una actitud anti minera. Hay que desarrollar la minería, junto con la agricultura, para que permitan un desarrollo de la actividad industrial y de servicios, que cierre el circuito productivo, con el capital necesario para esa inversión. Nosotros decimos que San Juan no puede dejar de tener un banco que permita la inversión. El ahorro de los trabajadores debe estar destinado a la producción. Con la gran minería, o megaminería, lo que vemos es que está desarrollada por grandes empresas a las que les abrió la puerta Gioja, y que se llevan lo que extraen. No reinvierten en la provincia.
“A la par del desarrollo megaminero en la alta cordillera, Gioja impulsa un desarrollo agrícola que también está destinado a las exportaciones, por lo tanto nuestros productos dependen de los precios internacionales. El comercio exterior no es estatal, los que salen a comercializar son las grandes empresas vitivinícolas que en los 90 fueron extranjerizadas. Acá también la gran ganancia queda afuera. Nuestra provincia tiene riquezas importantes, pero la política de Gioja: agroexportadora, minera y turística, no tiene la capacidad de acumulación –porque la tiene la empresa privada y extranjera- para poder completar con el ciclo de desarrollo en la provincia.
“Nosotros en esto acordamos con algunos sectores industriales y de campesinos pobres y ricos, que el mal de San Juan es la extranjerización de la producción. En esto entra la minería. En el 2002, cuando se inicia la actividad minera, la onza de oro tenía un precio de 500 dólares, y ya era rentable Pascua Lama. Hoy la onza de oro está en 1.700 dólares, y Barrick estima que va a estar en 2.000 dólares en el 2013. La ganancia de las mineras es extraordinaria. Una superplusvalía que se obtiene a partir de las diferencias circunstanciales de precios, además de la plusvalía normal. Y no es sólo la Barrick, sino que hay otras mineras como Strata, y demás.
Si a eso le agregamos que nacionalmente no hay retenciones como con la soja, Barrick hace ganancias extraordinarias que se van del país por la ley de inversiones, que permite que las empresas puedan sacar esas ganancias en forma inmediata. Ahora se depositan acá, pero inmediatamente pueden ser recompradas, con lo que le queda al gobierno un interés. Así, somos una de las provincias mineras más importantes del país, y no tenemos los fondos para poder vivir.
Las exportaciones han crecido, desde el 2002 para acá, de 200 dólares per cápita a 3.000. Ellos lo dan como ejemplo de cómo han hecho crecer la provincia. Ahí está el núcleo de nuestra crítica al gobierno. Porque eso puede agrandar los números macroeconómicos, pero no saca a la provincia de la pobreza.
Solamente Barrick, según las cifras oficiales, exporta por 1.500 millones de dólares (cerca de 7 mil millones de pesos), y deja muy poco en la provincia, en concepto de sueldos e ingresos brutos. El último presupuesto provincial fue de 8 mil millones de pesos. Es decir que una sola empresa produce casi el presupuesto de toda la provincia. Y esto cuando todavía no entró en producción Pascua Lama. Además, hay 150 proyectos mineros en carpeta.
–Uno de los argumentos delos que defienden estos emprendimientos mineros es que genera fuentes de trabajo…
–No vamos a negar que genera ocupación. Tiene un pico de ocupación durante la construcción civil, como ahora Lama Pascua. Pero luego estabiliza con una menor cantidad de trabajadores mineros, 400. También hay una cantidad de industrias alrededor, desde los guantes a la comida, transporte; son más de 100 empresas de servicios.
Lo otro que se cuestiona es que cualquier empresa minera transforma el medio ambiente. La discusión es cómo lo hace y quién controla. Si controla la Barrick, ellos tratan de hacer la mayor ganancia posible, e irse. Además, el embate ambientalista “antiminero” que hubo de entrada obligó a Barrick a que se cuidara muy bien, y a que gaste mucho en publicidad de cómo trabaja. El control es muy malo. La policía minera está muy mal paga, y hasta las camionetas que usa son de Barrick. Hay que agregar que Barrick extrae en una zona que tiene un status que es casi un tercer país, sobre una franja de 4.000 km de cordillera, y de decenas de kilómetros a ambos lados. Está fuera de la jurisdicción de Chile y de Argentina.
Hay mucha gente en San Juan que vive de la minería. Se pueden tomar dos actitudes. Tirar desde un solo aspecto, la destrucción del medioambiente, y ponerse en contra, o ver que el problema esencial es el saqueo, y de ahí dar la discusión con el obrero que dice “yo sé que contamina, pero por ahora me da de comer”.
Desde ya sabemos que son ciertas las denuncias de que la minería va a destruir los glaciares, y que va a agotar el agua, pero el tema principal es el saqueo de las riquezas, y la soberanía. Porque no es sólo el oro que se llevan de la montaña, sino lo que se lleva de actividades que se podrían desarrollar, y ni hablemos del gasoil subsidiado para los transportes de la Barrick. Además los sanjuaninos le estamos subsidiando a la minera una línea que viene de El Chocón, para que puedan tener luz en la cordillera. Por eso planteamos como problema central el saqueo, y la actitud de los gobernantes de prestarse a ese saqueo.
Se podría preguntar ¿qué harían ustedes? Hay que cambiar muchas leyes porque hoy son pocas las palancas que tenemos los sanjuaninos. Ellos han anudado leyes dictadas por el Congreso, como la ley de regalías mineras, que establece un tope del 3%, es una ley nacional. Hay países donde van del 24% para arriba.
Pero lo primero que hay que hacer es frenar todos los proyectos que están en carpeta para ser aprobados en la provincia, que alcanzan los 150. Segundo es controlar cada gramo de mineral que sacan y no aceptar más que paguen en función de una declaración jurada.
Y todo depende del poder popular que tengamos para arrancar más conquistas, porque lo siguiente es avanzar en depositar las ganancias de las empresas mineras, durante algunos años en un banco regional de desarrollo, que sirva para el fomento de otras actividades sobre todo industriales. El objetivo máximo sería tener una empresa estatal que dirija la explotación de los recursos no renovables, para ser usados en forma soberana por un estado popular en función de las necesidades de un desarrollo integral del país. La lucha debe ser nacional y profunda para lograrlo.
–Ustedes inscriben el tema de la minería en un enfrentamiento más global con el proyecto de Gioja. ¿Cómo ves la perspectiva, luego del acto del PCR-PTP del 24 de noviembre?
–El acto es la culminación de algo. Nosotros, a partir de la confirmación de la visita de Otto, encaramos una actividad de un mes. Hemos logrado dinamizar a amplios sectores del Partido, y para afuera hemos instalado que somos el partido del comunismo. Hay que disputar con el proyecto de Gioja, para lo cual hay que armar un proyecto alternativo para el que tenemos algunas ideas sobre el contenido que tiene que tener: agricultura, minería, industrialización, servicios, la necesidad de un banco provincial. Y tiene que ver con el armado de un frente provincial que vaya dando la lucha contra el proyecto giojista, que ha estabilizado la pobreza hacia abajo. Cada vez son más los obreros y los jóvenes que no tienen incidencia en la producción, y se tienen que dedicar al trabajo en servicios. Por eso marchamos a las intendencia y a la Casa de Gobierno para que den respuestas a la falta de trabajo.
Tenés más tecnología en el campo, como el riego por goteo, o la tecnología en la minería, pero como esa tecnología no está manejada por los trabajadores y por un gobierno popular, deshecha trabajadores. Se crean villas con gente que deja el campo. Hay una gran masa de desocupados, y una mayoría de trabajadores de bajos sueldos. La minería es para un sector, sobre el cual también tenemos incidencia. Fundamentalmente hay un sector que son los estatales, docentes, obreros del vestido, vitivinícolas, que ganan sueldos bajísimos. El acto nos tenía que servir para llegar a estos sectores. Como le dijimos a Otto, si somos comunistas, tenemos que exponer nuestro programa. Vamos a pelear por armar el proyecto social uniendo a los obreros y pequeños productores. Pero esto tiene que tener una expresión política. Primero el Partido, y segundo un frente político, al que no queremos ir de arrastre. Hoy en la provincia no hay un partido opositor que pueda realizar el acto que hicimos nosotros, sin plata. Por eso el acto fue una coronación.