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26 de abril de 2011


Este 1º de Mayo todos somos petroleros

Hoy 1366 / La hora política

1. Huelga petrolera histórica

1. Huelga petrolera histórica

Desde comienzos del mes, los petroleros del norte de Santa Cruz están en huelga, con piquetes en las rutas y asambleas permanentes, y la dirección de su cuerpo de delegados. Reclaman un aumento salarial ya, y han fijado un plazo de 90 días para la renovación del convenio colectivo. Traicionados por el secretario general del gremio, Chako Segovia, empleado de las petroleras y del gobierno K, decidieron su destitución en una asamblea de 5.000 trabajadores. Desconocieron la conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo y la intervención de la Federación Petrolera. Están escribiendo una página heroica, histórica, del movimiento obrero.

La huelga petrolera santacruceña enfrenta enemigos poderosos. Los monopolios imperialistas Pan American (ruso-chino), Repsol-YPF (española asociada al testaferro ruso Eskenazi y a los Kirchner), Sinopec (chino). Las petroleras maniobran para derrotar la huelga junto con el gobierno de Cristina K y su gobernador Peralta, que enviaron a la Gendarmería a la zona. Y enfrentan también a los jerarcas sindicales traidores Segovia y los de la Federación.

La huelga petrolera golpea al corazón de la política del gobierno K. 1) Con los topes salariales y convenios congelados para descargar sobre los trabajadores, con la inflación, las consecuencias sociales de la crisis, mientras los monopolios se llenen los bolsillos con el saqueo de nuestro petróleo. 2) El gobierno K saca su tajada con impuestos que engordan su “caja” para las elecciones, y los dividendos de sus acciones en Repsol-YPF y otras petroleras. 3) La huelga también golpea el corazón de la política K, al decidir con la democracia directa de las asambleas y el cuerpo de delegados, qué hacen y quiénes los dirigen, rechazando la intromisión del Estado y los jerarcas propatronales. 4) La lucha petrolera está unida a la de los docentes y estatales (atacados por la patota oficialista), que  desnudan al gobierno K en “su feudo”.

Con sus asambleas, y con su cuerpo de delegados a la cabeza, los petroleros han demostrado su conciencia de clase para pasar de la lucha económica a la lucha política, superando la estrechez del sindicalismo y el economismo con el que las clases dominantes pretenden condenar al movimiento obrero al reformismo.

Desde las fábricas y demás lugares de trabajo, y en todo el movimiento popular, trabajemos para una oleada de solidaridad con los petroleros santacruceños, siguiendo su ejemplo.

Este 1° de Mayo todos somos petroleros.

 

2. Las brasas del Argentinazo

Los petroleros iniciaron la huelga por reclamos económicos. Pero el gobierno K es, antes que nada, un gobierno de los monopolios petroleros. Por eso al inicio de las paritarias, la presidenta viajó a Comodoro Rivadavia a firmar un “pacto de paz social” con los representantes de los monopolios y sus empleados como el Chako Segovia. La intromisión del gobierno K, y luego la intervención, transformó una huelga económica en una huelga política.

Los petroleros no aceptaron la conciliación obligatoria y decidieron que se vaya el Chako. ¡Se ve que las brasas del Argentinazo están vivas, y siguen quemando!

El gobierno K y las petroleras agitan las leyes y reglamentos con que durante un siglo las clases dominantes han tratado de maniatar al movimiento obrero y popular. Y los petroleros han tomado en sus manos la decisión política de enfrentarlos con su huelga. ¡Qué gran enseñanza!

¿No es acaso lo mismo que está ocurriendo en la política nacional, con las elecciones? El gobierno K, continuando la legislación instaurada con el golpe fascista de 1930, la ha profundizado con una legislación y un estatuto fascistas de partidos políticos, pactado por los Kirchner con la dirección de la UCR, en la que solo puede haber dos fuerzas para gobernar: la que arma el gobierno K, y la nueva Alianza que negocia la dirección de la UCR.

La del gobierno K, en nombre del “progresismo nacional y popular” se une con Menem, Saadi, Insfrán, Saiz, Moyano, Scioli, y tantos otros; y usa la caja y el aparato del Estado. La nueva Alianza, alentada por los monopolios rivales de los K (Clarín, Techint, etc.), junta a los gobernadores radicales con De Narváez, el empresario que financió la campaña de Carlos Menem en el 2003, que fue duhaldista, kirchnerista, y ahora… alfonsinista.

 

3. Legislación electoral fascista

El PCR y el PTP han denunciado la legislación electoral K por fascista. Han planteado su inconstitucionalidad ante la justicia, en un documentado escrito del Dr. Jaime César Lipovetsky. Se marcha a una reunión con fuerzas populares para discutir un plan de acción contra esos estatutos electorales reaccionarios.

Como muestra la huelga de los petroleros, lo que está abierto en el país es una gran batalla política. Una batalla en la que el gobierno tiene la iniciativa, y la mayoría de los candidatos de la oposición dentro del sistema se han ido cayendo (más por méritos propios que del oficialismo): Cobos, De Narváez (intentó ser candidato a presidente), Solá, Duhalde; y Sanz y Macri dudan en bajarse.

Lo que está en juego, en la batalla política, en curso, es qué papel va a jugar la clase obrera y las fuerzas revolucionarias. El gobierno K ha ganado terreno, como se comprueba cuando se sale a hacer avales y afiliaciones. Las derechas opositoras han perdido ese terreno, y ahora buscan una salida tratando de arrastrar a una parte de las fuerzas populares hacia una alianza con las derechas opositoras.

Como ha señalado Lenin, “No es difícil ser revolucionario cuando la revolución ha estallado ya (…). Es muchísimo más difícil —y muchísimo más meritorio— saber ser revolucionario cuando todavía no se dan las condiciones para la lucha directa, franca, auténticamente de masas, auténticamente revolucionaria; saber defender los intereses de la revolución (mediante la propaganda, la agitación y la organización) en instituciones no revolucionarias y con frecuencia sencillamente reaccionarias, en una situación no revolucionaria, entre masas incapaces de comprender en el acto la necesidad de un método revolucionario de acción” (Lenin, “La enfermedad infantil del ‘izquierdismo’ en el comunismo”).

 

4. Una campaña política de masas

La campaña política de masas por la personería del PTP, con un gran esfuerzo de muchos compañeros, es una tarea decisiva en el momento actual. Como han demostrado los petroleros de Santa Cruz, hay que enfrentar en política al gobierno K. No se puede vacilar en esto. Las ideas economistas y sindicalistas “parecen” de “izquierda”, pero en los hechos, desarman a la clase obrera frente a la ofensiva política K. Somos conscientes que, durante el período del “voto bronca”, en uno de los picos del auge de masas, se fueron mezclando posiciones que correspondían a una táctica correcta para ese período, con concepciones antiparlamentarias que pierden de vista que la mayoría de la clase obrera y las masas populares aún deben hacer su propia experiencia para comprender la podredumbre de las instituciones del sistema oligárquico-imperialista.Como la están haciendo hoy los petroleros santacruceños con sus asambleas y su cuerpo de delegados. Se ha demostrado que donde se va al encuentro de las masas, recibimos el apoyo que ha permitido reunir más de 28.000 avales y cerca de 5.000 afiliaciones. Ahora hay que poner el centro en las afiliaciones, y completar los avales al hacer las afiliaciones.

Se ha demostrado, también, que nos encontramos en las masas con muchos jóvenes, mujeres y hombres, dispuestos a colaborar en esta campaña, en condiciones de sumarse a los frentes únicos en los que participamos, y multiplicar la fuerza del partido con sangre joven y combativa.

En esas condiciones, con iniciativas y medidas concretas para garantizar los tiempos que impone la legislación fascista electoral K, podremos ayudar a las masas obreras y populares a comprender la trampa de la política K, que los llama a resignarse a “lo posible”, y ganarlas para luchar por hacer posible lo necesario. Así vamos a contribuir, integrando el Movimiento Proyecto Sur, a la unidad de las fuerzas obreras y populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas, en un frente para las elecciones que exprese a los vientos que vienen desde abajo, y continúe después de las elecciones para fortalecer esos vientos, en el camino liberador.