Del 17 al 22 de agosto un grupo de profesores y estudiantes de Campana junto a la CEPA viajamos a Pampa del Indio a conocer y trabajar junto a la Unión Campesina y la Agrupación Cacique Taioyic. Luego de meses de trabajo, reuniones preparatorias, charlas debates y actividades de finanzas pudimos concretar el viaje. La experiencia fue muy rica para toda la delegación.
Del 17 al 22 de agosto un grupo de profesores y estudiantes de Campana junto a la CEPA viajamos a Pampa del Indio a conocer y trabajar junto a la Unión Campesina y la Agrupación Cacique Taioyic. Luego de meses de trabajo, reuniones preparatorias, charlas debates y actividades de finanzas pudimos concretar el viaje. La experiencia fue muy rica para toda la delegación.
Nos recibieron Daniel Benítez, dirigente de la Unión Campesina, Luis y Cristóbal de la agrupación Cacique Taigoyic, y compañeros de la CEPA y la JCR. Todo el tiempo nos acompañaron y se preocuparon porque conozcamos el recorrido de su organización, de su lucha y de los grandes triunfos como la histórica marcha de los 220 km con 34 días de acampe y la gran marcha a Castelli con la histórica unidad de qom, wichis y criollos.
En cada una de las conversaciones siempre apareció el nombre de Mártires López, el dirigente de la Unión Campesina que unió a las organizaciones, que “les enseñó la lucha” y que tejió la unidad de wichis, qom y criollos.
Una realidad dura
Quedamos conmovidos. Vimos como esos pueblos y campesinos pobres son despojados de todos los recursos, de sus tierras, del agua, de la salud, etc., en manos de grandes terratenientes como Eurnekian (52.000 has.) y el grupo Comega (80.000 has.), entre otros, que producen algodón, ganado y soja, que tienen sistema de riego satelital con tecnología de punta y que han canalizado todo el río Bermejo, dejando a los pueblos de la zona sin agua.
Pasamos de la bronca y la tristeza a la alegría cuando veíamos cómo ese pueblo se puso de pie. Con la unidad, la organización y la lucha, esos pueblos han avanzado muchísimo. Con las luchas consiguieron materiales para la construcción de varias docenas de viviendas; tractores, cosechadoras, gasoil, fumigadora, la apertura de una escuela secundaria bilingüe manejada por la comunidad. Además lograron que a los obreros que trabajan en las viviendas (que son de la misma comunidad) y a los estudiantes y graduados que son técnicos, se les pague un sueldo mensual. Con el plan tierra, techo y trabajo, la comunidad puso el centro desde donde hay que tirar para resolver sus problemas.
Visita a la Escuela Familia Aborigen
Caminamos 6 kilómetros y llegamos a la escuela que se había abierto hace dos años luego de la marcha de los 220 kilómetros. Ahí conocimos al director Feliciano y al grupo de profesores. Nos contaron que además de trabajar con materiales del Ministerio de Educación también lo hacen con materiales que la misma comunidad produce en lengua qom, para conservar su cultura y su historia. Además nos contaban que algunos chicos vienen desde pueblos que están a 50 kilómetros o más, que se quedan de lunes a viernes y luego se vuelven a sus pueblos. Esos chicos se van turnando en grupos, una semana cada uno, porque sólo hay 30 camas.
Conversamos con los chicos, y realizamos una actividad de dibujo. Nos enseñaron algunas palabras en qom y les dejamos como regalo una obra que realizó una profesora de plástica. Una hermosa experiencia. Ahí veíamos la necesidad de docentes al servicio de las necesidades educativas del pueblo y que nuestra formación estaba lejos de estar orientada a esas necesidades culturales e históricas.
El anteúltimo día trabajamos en la vivienda de uno de los compañeros de la Unión Campesina, en la construcción de los pozos para los baños y el cavado de zanjas. Ahí nos explicaron que los estudiantes y arquitectos que diseñan las casas lo hacen junto las familias respetando la cosmovisión del espacio que tiene la comunidad y a las necesidades de cada una de ellas. Cada casa tiene algo distinto a la otra. Las viviendas son mucho más baratas que las del Plan Federal, muchos más grandes y de mejor calidad, no sólo por los materiales sino que se adapta a las necesidades de cada familiar.
La universidad del pueblo liberado y al servicio del pueblo
Al conocer el trabajo de los estudiantes de la CEPA fuimos comprendiendo un poco más qué significa la educación al servicio de las necesidades de nuestro pueblo. No es solamente un trabajo de extensión. Es un trabajo en el que se parte de integrar a los estudiantes y profesionales a la lucha política de los distintos sectores populares. Los estudiantes no sólo estaban en cada corte de ruta, en cada marcha, sino que se integraban a la producción por medio del plan Tierra, Techo y Trabajo. Es decir que su conocimiento específico debía servir para resolver los problemas de la comunidad y potenciar el desarrollo productivo, cultural y político para potenciar la lucha y resolver sus problemas. Esos estudiantes y profesionales de la CEPA no realizan el trabajo sin base territorial sino que lo hacen junto a la Unión Campesina, a la Agrupación Cacique Taigoyic, a la CCC y a la Comisión Zonal de tierras. Como nos decían ellos “cada estudiante que viene, cada profesional que vuelve nos ayuda y nos potencia”. Los que participamos en esta experiencia hemos aprendido muchísimo, y queremos volver a la cosecha del algodón para los meses de febrero y marzo.