Lejos de “sacar” a los compañeros de la actividad práctica, el estudio la potencia enormemente.La formación política y teórica consolida la organización, fortalece la unidad y multiplica la capacidad dirigente del Partido en la lucha de masas. Hoy nos urge contar con los cuadros dirigentes que el desarrollo orgánico exige y, además, persistir en la tarea de la alfabetización de adultos donde sea necesario. Aspiramos hacer de la educación partidaria una tarea permanente, poniendo en práctica el lema que formulara el camarada Mao: “Todos debemos ser insaciables en aprender e infatigables en enseñar”.