Noticias

09 de noviembre de 2011


Europa: al borde de la crisis de nervios

Hoy 1394 / Los gobiernos y las clases dominantes quieren salvar sus negocios a costa de sus pueblos

Grecia debe a los bancos 210.000 millones de euros, pero su deuda total es de 350.000 millones de euros. Y jamás podrá pagar dichos montos. Esto es lo que dicen los “expertos económicos” de la burguesía, y que la prensa burguesa en París, Londres y otras “cities” financieras repiten.

Grecia debe a los bancos 210.000 millones de euros, pero su deuda total es de 350.000 millones de euros. Y jamás podrá pagar dichos montos. Esto es lo que dicen los “expertos económicos” de la burguesía, y que la prensa burguesa en París, Londres y otras “cities” financieras repiten.
Pero hace un par de años declaraban que los estados deudores (casi todos los de la zona euro) podrían pagar esas deudas realizando planes de ajuste (claro, sobre las espaldas de los trabajadores). Planes que se llevaron a cabo en casi todos los países europeos (incluida Alemania), con la reducción de puestos de trabajo en el Estado, privatizaciones, reducción de salarios, aumento de la edad mínima para jubilarse, y recortes –a veces gigantescos– en educación, salud y ayudas sociales, con aumento récord de la desocupación y puestos de trabajo precarios.
Pero ahora reconocen, que aún con esas medidas, la deuda jamás se podrá pagar, y no sólo la de Grecia sino la de España, Italia, Portugal, Irlanda y, aunque no se reconoce aún, también la de Francia. Entonces se implementan nuevos acuerdos que den garantías los capitales a las clases dominantes de esos países, haciendo pagar el costo a las clases explotadas.

 

Qué se discute entre Francia y Alemania
1) El nivel de reestructuración de la deuda griega. Léase: en qué porcentaje va a reducirse la deuda griega (a los bancos). Es decir el “default” ya está pactado.
2) Dar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) un efecto de apalancamiento potente, para desalentar los ataques de mercado contra otros países de la zona euro, especialmente Italia.
Léase: permitir al FEEF “levantar” en forma ilimitada fondos del BCE (Banco Central Europeo), lo que significa creación de moneda, con la consiguiente inflación. A esto se opone Alemania, que cuida la moneda y se opone a cualquier tipo de inflación. Mientras que a Francia le son necesarios los fondos del BCE, pues sus bancos están excesivamente involucrados en los títulos de la deuda griega, y corre peligro de quiebras en cadena de sus principales bancos si Grecia dejara de pagar.
3)Recapitalización de los bancos. Léase: buscar capitales e inversiones para mejorar la situación de liquidez de los bancos. Aquí también hay gran diferencia entre Francia y Alemania. Para Francia esta “ayuda” es fundamental, debido a la situación desastrosa de sus bancos. Para Alemania la solución es buscar inversiones privadas (países emergentes, China, etc.).
El acuerdo al que llegaron ahora los 17 estados de la zona euro (acuerdo sellado previamente por Merkel-Sarkozy, en donde Sarkozy debió plegarse a las exigencias del gobierno alemán), es el siguiente:
1) Los bancos acreedores aceptan anular 50% de la deuda griega (lo que significa un “default” pero que no es publicitado como tal). Esto es un monto de 100.000 millones de euros, que constituye una pérdida neta para los bancos implicados (los bancos franceses están altamente implicados en la tenencia de títulos del estado griego). Así Grecia pasa a tener una deuda con los bancos de “sólo” 100.000 millones de euros (antes era de 200.000 millones)
2) Los estados prestarán 100.000 millones de euros a esos bancos, y éstos a su vez deberán buscar esos capitales en los mercados, emitiendo nuevas acciones. Pero si los inversores (privados) no desean participar, o lo hacen en pequeña escala, entonces los bancos podrán pedir a los estados, pero éstos “podrán” tener sus cajas vacías (es el caso de casi todos los estados de la zona euro, salvo Alemania), y entonces les quedará el recurso de la Unión Europea, invirtiendo por medio del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
3) Así, el FEEF pasará de tener una capacidad de préstamo de 440.000 millones de euros a 1 billón de euros (un millón de millones).

En resumen: reducción a la mitad de la deuda griega a los bancos. Recapitalización de bancos. Aumento sustancial de capacidad de préstamo del FEEF.
Y como contrapartida: control total de la UE de las finanzas e inversiones privadas de Grecia (es decir pérdida de gran parte de su soberanía, a manos principalmente de Alemania), y con consecuencias a aplicarse a todos los países que son grandes deudores (España, Italia, Portugal).
También se prevén nuevos planes de ajuste en todos los países de la zona euro, pues hay que sostener el FEEF (para asegurar la recapitalización de los bancos) y eso sólo se hace con un crecimiento de la presión fiscal, es decir, que sigan pagando los trabajadores. Por otro lado se mira con impaciencia hacia los mercados privados, y los estados capaces de invertir, fundamentalmente China. Pero ya el gobierno chino advirtió que en ningún caso será el “salvador” de Europa.
Este acuerdo se hace pasando por encima de la proposición francesa, que era de darle al FEEF el carácter de un banco europeo, en el que los estados deudores podrían “aprovisionarse”, pero esto significaba emisión de moneda y su consecuente inflación. Para Angela Merkel esto es inaceptable, y recordaba que el principio de la creación del Banco Central Europeo (BCE) era justamente el de ser independiente de los 17 gobiernos de la zona euro, y ser el custodio del valor del euro. Ahora Sarkozy proponía cortocircuitar el BCE con un nuevo banco que emitiría moneda.
Para el gobierno francés esto era una salida a su mala situación económica: una deuda exorbitante, una balanza comercial deficitaria, y una previsión de recesión galopante. Esta polémica alimentó todos los preparativos del acuerdo, en donde finalmente prevaleció la postura alemana, es decir buscar inversión extranjera, no a la emisión de moneda, y sólo asegurar los bancos con el apalancamiento del FEEF.
Una vez más se ve cómo funcionan las “democracias burguesas”: sus “representantes” son los representantes de sus bancos, de sus monopolios, de sus negocios, y nunca de los intereses del pueblo y de sus trabajadores.
Pero los pueblos de Europa luchan, como vemos estos tiempos en Grecia, Italia, Gran Bretaña, España, etc.