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18 de septiembre de 2016

Una delegación de ex presos palestinos visitó la Argentina y realizó distintas actividades con el propósito de denunciar las violaciones a los derechos humanos efectuadas por Israel sobre el pueblo palestino. 

Ex prisioneros políticos palestinos en Argentina

Denuncian al Estado de Israel por violaciones a los derechos humanos

 
Prácticamente un tercio de la población palestina ha pasado por las cárceles sin distinción de edad. Además de los detenidos sobre la base de “procesos judiciales” existe la figura de detención administrativa. Es decir que una persona puede estar indefinidamente presa sin ninguna acusación formal bajo ese término.

 
Prácticamente un tercio de la población palestina ha pasado por las cárceles sin distinción de edad. Además de los detenidos sobre la base de “procesos judiciales” existe la figura de detención administrativa. Es decir que una persona puede estar indefinidamente presa sin ninguna acusación formal bajo ese término.
El problema de los presos palestinos es de tal magnitud que existe un ministerio de la Autoridad Palestina de Asuntos de Prisioneros y Liberados. Actualmente, el Estado israelí mantiene entre rejas a 7.000 palestinas y palestinos, 200 de ellos menores de edad, violando las más básicas leyes internacionales. La progresiva ocupación israelí del territorio palestino ha generado una situación de represión permanente. 
Esto no ha impedido la resistencia, expresada de muchas maneras, pero especialmente en las sucesivas intifadas, en las que el levantamiento es generalizado.
Algunos prisioneros llevan 35 años en la cárcel. Las condiciones en que viven los presos son extremadamente difíciles. Algunos han realizado huelgas de hambre protestando por su detención administrativa, sin ningún cargo en su contra. Un miembro del Frente Popular por la Liberación de Palestina (FLPL) se mantuvo en huelga de hambre 71 días, llegando a condiciones extremas de salud, hasta que se lo liberó. Las detenciones contra los palestinos son indiscriminadas.
También las familias están afectadas. Muchos padres y madres prisioneros han fallecido mientras esperaban la liberación de sus hijos. Las visitas a cualquier preso tienen que ser gestionadas por la Cruz Roja Internacional que es  la que está encargada de verificar los parentescos. Lleva un día entero a las familias lograr una visita de corta duración y a veces no son autorizadas si el familiar se resiste a una revisación vejatoria.
 
Miembros de la delegación palestina
La delegación estuvo integrada por Issa Qaraqe, licenciado y magister en Estudios Árabes. Ministro de Asuntos de prisioneros y liberados. Samer Tayem, licenciado en Periodismo y Ciencia Política, periodista y presentador de televisión. 
Qaddura Fares, licenciado en Estudios Regionales por la Universidad de Jerusalén. Director de la Sociedad de Prisioneros Palestinos. Estuvo detenido en una cárcel de seguridad entre 1980 y 1994. 
Fida Abu Latifa, licenciada en Desarrollo y Construcción institucional por la Universidad de Jerusalén. Directora del departamento de Coordinación y Seguimiento del Ministerio de Asuntos de Detenidos y Ex Detenidos. Esposa de un prisionero político palestino condenado a 18 años y que actualmente lleva 14 en la prisión de Israel. 
Malak al Jatib, estudiante de décimo grado en la Escuela de niñas Bitin. Detenida en las prisiones israelíes durante dos meses entre el 13 de diciembre de 2014 y el 11 de enero de 2015, cuando tenía 14 años. 
Abeer Al Whahedi, encarcelada 5 años luego de una condena de 14 años. La casa de su familia fue demolida por el ejército de ocupación al momento de ser detenida. Fue liberada como producto de un canje de prisioneros con el gobierno israelí. La delegación palestina realizó distintas actividades y entrevistas con parlamentarios, organismos de DDHH, intendentes, movimientos sociales, sindicatos, etc. 
 
Diálogo con el Eatip
En el teatro La Máscara se realizó un diálogo con Lucila Edelman y Darío Lagos, integrantes del Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (Eatip) en el que participaron Malak al Jatib, Fida Abu Latifa y Issa Qaraqe al que luego se incorporaron Qaddura Fares y Abeer Al Whahedi. Contamos con la valiosa colaboración de un traductor castellano árabe, que hizo fluido el diálogo. Como suele ocurrir el conocimiento directo de cada uno de estos ex presos permitió un contacto con esta problemática más profundo que el de la enumeración de los casos. 
Pudimos conocer que Malak, de 14 años, acusada de tirar piedras a los soldados ocupantes israelíes no pudo ser visitada por sus padres durante los dos meses de interrogatorios y detención. Niños aún más pequeños que Malak son detenidos frecuentemente. 
A partir de las conmovedoras experiencias de cada uno de ellos, se fue creando un intercambio en el que aparecieron simultáneamente los dolores provocados por el aislamiento, las etapas vitales vividas en prisión, la separación de los hijos para aquellos que los tenían, las diferentes marcas que quedan en cada uno, junto a la capacidad de reconstruir sus vidas y la voluntad de continuar la lucha por la liberación de su pueblo. Se fue creando una atmósfera de intimidad semejante a los grupos con familiares de desaparecidos en la Argentina. 
Al término de todas las actividades se elaboró una declaración que publicamos. 
 
Libertad a todas y todas las presas y presos políticos palestinos
Los palestinos y palestinas viven bajo ocupación militar que ha obligado a más de seis millones de ellos a vivir fuera de los territorios históricos de su pueblo y que condena a otros cinco millones a soportar un estado asfixiante de anulación de derechos, bloqueos, trabas al libre movimiento, trabajo, estudio, acceso a la salud, la recreación y muchas otras violaciones y atropellos constantes, que han sido documentadas sin cesar desde 1948 hasta la fecha por los organismos internacionales defensores de los derechos humanos.
Ese sistema de oprobio tiene un eje en la detención y encierro prolongado, injustificado, sistemático y en condiciones que por sí solas constituyen graves violaciones a los derechos humanos de miles de palestinas y palestinos, incluidos niñas y niños.
Más de 7.000 presos políticos se encuentran aún en las 22 cárceles de la ocupación israelí. Entre ellos, 478 condenados a cadena perpetua una o varias veces, 70 mujeres, 104 niños menores de 16 años, 414 niños menores de 18, 715 bajo el régimen de “Detención Administrativa”, siete miembros del Consejo Legislativo Palestino, 1.500 enfermos de los cuales 80 están en grave estado de salud, 30 están detenidos desde antes de los Acuerdos de Oslo de 1993, 459 con sentencias de más de veinte años, 16 pasaron más de 25 años en prisión tal como Karim Younis y Maher Younis que hace 33 años ininterrumpidos que están en la cárcel y 65 de ellos siguen en prisión a pesar de haber cumplido condenas de 20 años.
Denunciamos que es el modo de castigar, a través de la fuerza, la legítima resistencia del pueblo palestino a la ocupación israelí y constituye una amenaza para el conjunto de la población. La duración de las condenas, las repetidas detenciones administrativas (sin derecho a abogado ni a conocer el supuesto motivo de la privación de la libertad y que suelen ser renovadas periódicamente y sin mayores explicaciones por parte de un tribunal militar) y el traslado de prisioneros fuera del territorio palestino (violando las disposiciones internacionales), transforma a la cárcel en un mecanismo cruel y parte fundamental de la ocupación militar.
Este aparato de terrorismo de Estado se potencia aún más cuando se castiga el único camino que le queda a los presos para protestar: la huelga de hambre. Así como la prisión es la condena para la dignidad de los que resisten la ocupación, el hostigamiento a los huelguistas de hambre es el modo de castigar la resistencia dentro de las cárceles.
Por todo ello, alzamos nuestra voz y nos sumamos a los hombres y mujeres, organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos, parlamentos y organismos internacionales que reclaman el fin del acoso a los huelguistas de hambre en las cárceles para palestinos de Israel, exigimos el establecimiento de un régimen humanitario mientras dure el encierro y reiteramos el reclamo universal de inmediata libertad de todas y todos los presos políticos, empezando por las niñas y los niños, en el camino hacia la conquista de todos los derechos que le asisten al pueblo palestino, incluyendo el derecho inalienable a vivir libre y dignamente en su propia tierra.
Finalmente, hacemos un llamado a la solidaridad permanente con el Pueblo Palestino, promoviendo todas las actividades relativas al Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) al Estado de Israel en los ámbitos económico, cultural y académico, como una forma eficaz de exigir al régimen de ese país el cumplimiento de la legalidad internacional en todos los órdenes, como única forma de garantizar un futuro de paz en toda la región. 
 
Buenos Aires, 6 de septiembre de 2016.