La modificación de la ley de defensa, la ley de privatización (Ley de APP), la ley de supuesta responsabilidad fiscal, el veto al impuesto a la soja, la presencia de asesores ad-honorem con prácticas paramilitares (entre ellos el Presidente del Banco Amambay) que participó activamente en las incursiones armadas de la Senad, la persecución a los pobres, a dirigentes y sus organizaciones con el claro interés de eliminarlas, las imputaciones, encarcelamientos, represiones, hostigamientos y acciones combinadas de policías, militares, civiles armados, fiscales y jueces son algunos de los aspectos que echan luz sobre la dirección de este peligroso nuevo rumbo.
Actualmente, y por sobre las penurias del pueblo pobre, trabajador, campesino, personas honestas que diariamente sufren todo tipo de falta de servicios básicos y carencias, han saltado a la luz la mafia, el narcotráfico y los asesinatos como parte del mecanismo para “solucionar” contradicciones de poder y negocios. El narcotráfico como práctica de los explotadores ha minado absolutamente todos los poderes del Estado instalando sus personeros, instrumentos y tentáculos entre Parlamentarios, Fiscales, Jueces, Policías y otras instituciones públicas.
Tal es así que ante los últimos hechos acontecidos en nuestro país ninguna institución del Estado, partido político tradicional, ni los eternos beneficiados como los latifundistas y los grandes agroexportadores han tenido la solvencia ni autoridad moral para manifestarse enérgicamente contra el flagelo de la narco-ganaderia y la narco-política. Al contrario, muchos se han guardado al silencio o se han rebuscado por elementos distractores que desvíen la atención hacia otros hechos de manera a intentar que el pueblo no siga descubriendo los grandes negociados de todo tipo, la corrupción a alto nivel y el libre circular de la plata sucia que envuelve, complica y salpica fuertemente a referentes, lejanos, cercanos, comprometidos y beneficiados con la política antinacional y antipopular de Horacio Cartes.
Las últimas publicaciones periodísticas, las palabras de exponentes importantes de la Iglesia, las expresiones de algunos parlamentarios desnudan la lamentable situación de los hechos que ocurren en nuestro país, en el que el pueblo se encuentra absolutamente desprotegido de sus derechos que hoy son violentados. La política solo es de maquillaje porque la mafia, la corrupción y la complicidad son los que campean en las esferas del Estado. No se puede negar y también queda al descubierto que los intereses imperialistas en su disputa por el reparto y la dominación son actores directos en este panorama que vive nuestro país.
Nuestro querido Paraguay no merece vivir en esta situación de zozobra y amenaza, de temor y quebrantamiento y es hora de que hombres y mujeres patrióticos, honestos y profundamente democráticos salvemos los destinos de nuestra nación y de nuestros pueblos. Porque si ahora no lo remediamos, mañana puede ser muy tarde. Instamos a sectores patrióticos de las FFAA a levantar su voz en coherencia con la defensa histórica y la libertad de la nación, así también a todos aquellos que ocupan cargos en el Estado con una moral inquebrantable ante estos hechos, a sumarse en el camino patriótico y de resguardo de los intereses sublimes de nuestra nación.
Es por ello que desde el Partido Paraguay Pyahura (PPP) y rescatando el sentimiento de ese sencillo pueblo que es parte de la lucha cotidiana por sobrevivir, pedimos la RENUNCIA DE HORACIO CARTES COMO PRESIDENTE DE LA REPUBLICA Y DE TODO SU GABINETE y la INSTALACION DE UN GOBIERNO PATRIOTICO, DEMOCRATICO COMPUESTO POR HOMBRES Y MUJERES INCORRUPTIBLES, DE SOBRADA MORAL, ETICA Y COHERENCIA, Y CUYA POLITICA ESTE VERDADERAMENTE ORIENTADA A LA MAYORIA DE LOS PARAGUAYOS Y PARAGUAYAS, una política nacional, soberana e independiente como lo han querido nuestros antepasados de la Guerra Grande y del Chaco y como lo queremos hoy, todo el pueblo paraguayo.
Octubre, 2014
Partido Paraguay Pyahura (PPP)
