Conversamos con Ramiro y Tadeo, del Comité Central de la JCR que nos cuentan sobre las actividades:
-¿Cómo es que decidieron organizar escuelas por región?
-Desde el Comité Central de la JCR venimos ubicando desde hace un tiempo que, en esta Argentina overa, heterogénea, al haber zonas o regiones que tienen elementos en común, que tienen cierta unidad política, que comparten una historia o una matriz productiva (como por ejemplo en el Noroeste Argentino con los Ingenios, o con las explotaciones del litio), teníamos que pasar a trabajar en la coordinación para potenciar esas luchas en común para el desarrollo de la JCR en esa zonas. Por eso, trabajamos para realizar campamentos-escuela de estudio por región. Realizamos escuelas de las direcciones zonales del NOA (Jujuy, Salta y Tucumán), NEA (Chaco, Corrientes y Misiones) y Cuyo (San Juan, San Luis y Mendoza). También realizamos una escuela con compañeros de la Capital y el Gran Buenos Aires, y una escuela del Comité Central de la JCR.
Estas escuelas, donde jerarquizamos la organización y el fortalecimiento de las direcciones zonales de la JCR, las ubicamos como parte del trabajo para revertir el corrimiento estratégico planteado en el último Congreso.
-¿Qué estudiaron en las escuelas?
-Entre los temas abordados, estudiamos las contradicciones fundamentales del capitalismo y del imperialismo, la experiencia de las grandes revoluciones del siglo 20 y la restauración capitalista en los países socialistas, la necesidad histórica de la revolución, el socialismo y el comunismo.
En el marco del exitoso 13 Congreso del PCR, estudiamos asimismo el Programa del Partido. Abordamos el estudio y los debates actuales acerca del carácter y el camino de la revolución en la Argentina; la necesidad y el papel del partido revolucionario, condición fundamental para que la revolución pueda triunfar, y de la JCR, con en el rol que debe protagonizar la juventud; la línea de masas, el frente único y la hegemonía del proletariado. Se le destinó especial importancia a la lectura y discusión del capítulo acerca del “corrimiento estratégico” contenido en las tesis de Balance del Congreso. Como parte de esta rica discusión, se destacó la necesidad de reforzar el correcto funcionamiento de los círculos, y de crecer y cambiar la correlación de fuerzas en los centros de concentración, en particular, del movimiento obrero.
Frente a la presión revisionista internacional y nacional, que intenta desviar las luchas populares hacia un cauce reformista, y de supuesta conquista de espacios de poder dentro de este Estado podrido, estudiamos y reafirmamos la teoría marxista del Estado y la necesidad de su destrucción revolucionaria; en nuestro país, para construir un Estado de nuevo tipo de las diversas clases revolucionarias bajo la hegemonía de la clase obrera, en la larga lucha hacia la sociedad sin clases y sin Estado.
Generalmente funcionamos en grupos y luego realizamos plenarios, en los cuales se volcaron los debates y conclusiones más importantes de cada uno de ellos, y se abrió la discusión en general. Siempre tratando de integrar la teoría con la práctica, con las necesidades de la lucha política actual y la realidad concreta de cada lugar.
También hubo tiempo para un poco de recreación y deporte; por las noches no faltó guitarreada y se leyeron semblanzas sobre los mártires de la JCR.
-¿Qué balance y objetivos quedan después de las escuelas?
– En los cierres, cada camarada realizó un balance de la escuela y los desafíos que nos llevamos. En una situación donde crece el hartazgo frente a la política del gobierno, gran parte del pueblo se organiza y se rebela frente a la situación que se vive, en muchos casos estamos a la cabeza de esas luchas, mientras trabajamos para frenar a la derecha macrista y sus variantes que buscan volver a ser gobierno, ofreciendo la JCR como un puesto de lucha para la revolución.
Hubo consenso en que las escuelas fueron muy útiles y necesarias; en la superioridad del estudio colectivo (que no reemplaza al estudio individual, sino que lo complementa y lo enriquece), y en las numerosas herramientas teóricas y experiencias que nos llevamos para integrar en cada zona. Fue grande el entusiasmo en el estudio y el debate que hubo se hizo en un clima de gran camaradería.
Se remarcó la necesidad de sistematizar el estudio a lo largo del año en todas las zonas y que pueda ser protagonizado por el conjunto de los camaradas. Siempre considerando a la teoría no un dogma que hay que recitar, sino una guía para la acción, frente a los desafíos que nos impone la práctica y la búsqueda de los caminos de aproximación a la revolución.
La experiencia de todas las escuelas demuestra una y otra vez que lejos de corrernos de la lucha, la potencia, nos redobla el entusiasmo y nos ayuda a reafirmar los objetivos por los que peleamos.
Porque el estudio es una parte central de la construcción del Partido y de la JCR. Como señaló nuestro querido camarada Otto Vargas: “El marxismo se aprende en los libros y en la práctica. La práctica es el elemento principal de esta relación; y por eso, la principal escuela de la Juventud tiene su aula en los círculos, y en el correcto funcionamiento de estos”.
Salimos de las escuelas más fortalecidos política e ideológicamente, con el desafío de seguir creciendo y acumulando fuerzas para la salida revolucionaria que necesita nuestro pueblo y nuestra patria.
Hoy N° 1956 23/03/2023
