-¿Cómo lograron unir el trabajo de la juventud y los círculos de lectores?
—Nosotros empezamos con los talleres de deportes acá en los barrios de la ciudad. Con el tiempo fuimos invitando a los chicos que participaban de las actividades deportivas dentro de la Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC), sobre todo a los pibes de los equipos de fútbol, a que formaran parte de los círculos de lectura, porque queríamos comenzar a interpretar las problemáticas políticas que pasaban a partir de la información que hay tanto en la Chispa como el hoy. Nosotros ya participábamos de los círculos de lectura.
—¿Cómo se sienten ustedes al participar del movimiento Ni un pibe menos por la droga?
—Desde hace aproximadamente un año pudimos lograr por primera vez en una provincia que desde hace 17 años que gobierna la alianza ECO (ahora ECO—Cambiemos), una CAAC que está funcionando en la capital.
Dentro de la CAAC nos sentimos muy cómodos, es algo que nos gusta realizar, sobre todo con el tema del deporte. Dentro de la juventud solemos hacer cosas a beneficio de los chicos del merendero. Podemos ver el aumento en los diferentes barrios y los compañeros que se van sumando. También vemos cómo mejoran los compañeros desde el lado del deporte, en fútbol, kickboxing, o desde las diferentes actividades que se hacen en la CAAC. Está bueno que este movimiento exista en la Argentina porque hace falta que los chicos puedan tener una manera de pensar y ver que hay diferentes personas que los pueden ayudar con sus problemas de adicciones.
—¿Cómo unen el trabajo de la juventud con el sector campesino?
—Nosotros buscamos mantener un trabajo en conjunto de los jóvenes del campo y la ciudad. En enero estuvimos nuevamente en diferentes parajes de San Miguel, lo hicimos para apoyar a los jóvenes de la Unión Campesina (UC) en el segundo campeonato de fútbol Copa Francisco González, que queremos volver a realizar para recordar y trasmitir a los jóvenes las enseñanzas de este compañero fallecido. Un compañero campesino pobre, socio fundador de la organización, luchador y solidario que donó a la organización parte de su lote para que los jóvenes pudieran hacer sus actividades y deportes, lugar donde funciona la sede de su Colonia.
Viajamos a San Miguel, El Caimán, Montaña y San Antonio, hicimos dife-rentes reuniones con los compañeros de distintos parajes, la verdad que fue positivo porque llegamos a los com-pañeros y compartimos lo que representa la CAAC para nosotros. En las reuniones se pusieron los problemas sobre la mesa: que las políticas que existen te cierran las posibilidades de permanecer en el campo, ya que los compañeros viven en las mismas tierras que sus padres, quedándose sin espacio para producir, en tierras cada vez más desgastadas por el monocultivo forestal contaminante. A su vez no cuentan con insumos para producir porque la compra de las semillas, los insecticidas y fertilizantes, están a precio dólar. Los compañeros cuentan que, con lucha de la Unión Campesina, en el gobierno de Cristina Fernández lograron los primeros subsidios y/ o indemnizaciones por cuestiones climáticas –que los pobres nunca recibían en la provincia–, pero que con el gobierno de Macri se terminó absolutamente todo tipo de ayuda.
—¿Cómo manejaron el trabajo de unidad con otras organizaciones?
—Desde la juventud no teníamos mucha relación con otras organizaciones sociales a pesar de la unidad con los Cayetanos, pero desde que conformamos el movimiento Ni un pibe menos por la droga, y debido a nuestro trabajo con el deporte, comenzamos a hacer cosas en conjunto: torneos con los Cayetanos, encuentros de jóvenes junto a la JP, encuentros de derechos humanos. A la hora de cada marcha la batucada es lo que une a los jóvenes de las diferentes organizaciones sociales.
—¿Cómo es el trabajo con la JCCC?
—Desde la JCCC organizativamente nos reunimos los responsables de los distintos barrios con temario en mano y discutimos sobre las diferentes actividades a realizar, también estamos en los merenderos trabajando a todo a pulmón
—¿Qué significó en sus vidas sumarse a la JCR?
—El cambio sucedió desde el pensamiento y en la forma de ver las cosas que pasan en el país, porque tenemos un punto de vista distinto al que teníamos antes de afiliarnos. Compartimos cosas que nos permiten ver la situación del país y el mundo, en eso influye la lectura del diario, porque sin la lectura no nos podemos informar, y tampoco podemos tener información dentro de nuestros círculos.
Hoy N° 1803 19/02/2020