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02 de octubre de 2010

Esta entrevista fue realizada durante el reciente Encuentro Nacional

“Expofrut le paga al hombre y a la mujer no”

Hoy 1232 / Una obrera rural de RIo Negro

Yo soy Isabel, vivo en Fisque Menuco (terreno pantanoso o pantano frío en voz mapuche) llamado pueblo Gral. Roca, en Río Negro. He trabajado como obrera rural, ahora me dedico a ser empleada doméstica. Mi esposo es trabajador rural, trabaja todo el año y encabezó una lucha grande por el salario en la zona del Alto Valle. El trabaja en la fruta, en manzana y fruta de carozo.

—¿Cuál es la situación de los trabajadores rurales en la zona?
—En esta temporada lo que ganaron en cosecha fue de 76 pesos el jornal, pero con la ayuda que da el gobierno. El trabajador que está trabajando en negro cobra mucho menos, cerca de $ 46… Ahora están ganando $ 50 por día, juntando ramas, limpiando acequias y eso.
Pero por ejemplo una persona que tiene hernia de disco, por los trabajos que se hacen en la chacra, no puede hacer nada porque no tiene una posición económica para atenderse. Los peones se dañan mucho la columna, están mal pagos y les hacen cumplir el horario.
Mi marido es de los que se va a las 7 de la mañana y vuelve a las 7 de la tarde. No tienen la higiene necesaria, están comiendo en el medio del campo. Ahora él consiguió tener cobertura en salud pero la mayoría no. Si son trabajadores temporarios, no les corre eso, no los respetan, no tienen derechos.
El otro día leía una revista de Uatre, donde decían los dirigentes que tenían una relación cercana con los trabajadores, y eso no es así. Si fuera así, en Regina no estarían esas familias, que como al productor chico le remataron la chacra, quedaron afuera y las casas en donde vivían eran terriblemente precarias. Uatre no hace las inspecciones que tiene que hacer, no van donde están maltratando a los peones. El gobierno y sindicato hacen propaganda, sacan revistas, pero no es verdad que se preocupan por los trabajadores rurales.

—Contame sobre tu participación en el taller de mujeres rurales…
—Es la tercera vez que vengo a un Encuentro de mujeres y ahora estoy en el taller de mujeres campesinas y trabajadoras rurales. Se está discutiendo la lucha agraria y están saliendo a flote un montón de cosas. Nosotras apoyamos al pequeño y mediano productor, porque trabajamos con empresarios chicos y le podemos ver la cara para reclamarle por el sueldo, en cambio los terratenientes que vienen les compran la tierra a los chicos y te explotan.
Tenemos el tema de Expofrut, que contrata matrimonio, le paga al hombre y a la mujer no y trabajan los dos por igual. Estas empresas grandes son las que te hacen trabajar todos los días hasta el domingo, no te dan descanso, no te dan feriado.
Tenés que ir a trabajar el feriado pero no te paga como feriado, te paga igual que cualquier día. Uatre salió diciendo que había muchos rurales que se iban, que no querían trabajar, pero quién va a querer trabajar conociendo la zona como es y que los patrones no te pagan lo que realmente marca la ley.
Aunque lo que marca la ley tampoco es nada, porque un obrero rural gana alrededor de $ 1.000 trabajando de sol a sol, con helada cuando se te parten las manos… y los $ 1.000 no te alcanzan para nada por el precio de las cosas, si pagás un kilo de pan cuesta 5 pesos, el litro de leche lo estás pagando 3 pesos y algo. Escuché una campesina ayer que decía que a ellos el litro de leche se lo pagaban a 50 centavos…
No es como dice el gobierno que la plata va para educación, la salud. No, porque en Río Negro los trabajadores de la educación están en lucha por un mejor salario, los chicos tienen que pedir que les levanten un aula para poder estudiar cómodos, los hospitales son un desastre, o sea que la plata no llega, ni la provincial ni la nacional. Por eso apoyamos la lucha agraria, nosotros vivimos del campo, no vivimos sin el campo, sin los pequeños y medianos productores no tenemos trabajo.
Acá en el Encuentro hay un grupo que le dice terrateniente a un chacarero chico, que tiene 30 o 40 hectáreas de tierra. Y hay una diferencia entre los chicos, a los cuales le ves la cara y las grandes empresas como Expofrut que cuando reclamás te mandan un ingeniero, un gerente pero jamás llegás a verle la cara al dueño, no lo conocés, ni siquiera vive acá. En los cortes esos no estaban, pero los medianos y pequeños productores se acercaban a apoyar a mi marido que estaba en los cortes. Y en las últimas paritarias con el tema de la poda, los pequeños productores son los que dijeron está bien les damos lo que piden, en cambio las grandes empresas fueron las que no quisieron dar nada…son diferentes. 

—¿Por qué te sirve venir al Encuentro?
—A mí siempre me sirve un montón, vuelvo contenta y con ganas de participar en otros Encuentros. A veces tengo dudas y escuchando a otras mujeres me queda más claro. Rescato las experiencias de lucha y trabajo de otras compañeras, cómo se movilizan, cómo hacen para seguir, cómo salimos adelante peleando para que se sigan haciendo los Encuentros.
En los Encuentros salen muchas cosas profundas a flote, entonces es como que tu problema que te parece terrible, al lado de otros es chiquito… La única manera es que nos unamos diciendo ¡basta, hasta aquí nomás!