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02 de agosto de 2017

FAA no firmó la flexibilización laboral en el campo

Un acuerdo entre Macri y los oligarcas

En un comunicado la dirección de Federación Agraria Argentina (FAA) hizo pública su decisión de no asistir a la reunión convocada para la firma de un acuerdo entre el Gobierno, la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Confederación Inter- cooperativa Agropecuaria (Coninagro) y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales (Uatre), a través del cual se avanza en la flexibilización laboral en varios rubros de la producción agropecuaria. La reunión se concretó en Quinta de Olivos, en donde Macri estuvo acompañado por los ministros de Trabajo, de Agroindustria y de Hacienda. Por las entidades que representan a diversos sectores de terratenientes y burguesía agraria firmaron sus presidentes y por la Uatre Ramón Ayala, tan colaboracionista como el fallecido Momo Venegas, a quien el sábado 29 en la inauguración de la exposición de la Sociedad Rural Macri le dedicó un homenaje.
Por la importancia de la fundamentación de la negativa a aceptar la flexibilización laboral transcribimos una parte importante del comunicado de FAA: “nuestra Institución no encuentra condiciones esperadas para la firma de un acuerdo”, a lo que agrega “Lamentamos que para algunos sectores de la economía y del gobierno, la finalidad de incrementar la productividad justifique la utilización de esos medios tanto en las formas como en el fondo. Hemos repetido, explicado y fundamentado acabadamente que si solo se prioriza el incremento de la productividad en el sector, ésta no garantiza el acceso de los pequeños productores y sus familias a más y mejores oportunidades, ni el agregado de valor en origen (generador de mano de obra) ni el desarrollo territorial sustentable”.
 “De hecho, los millones de toneladas de materias primas se han incrementado y el número de pequeños productores ha decrecido, concentrándose tanto la producción como las tierras en menos manos. Se ha producido más por hectárea y se expandió la superficie cultivada, la “torta” se ha agrandado como nunca en la historia, pero queda en evidencia que el mayor esfuerzo se le sigue pidiendo a los sectores más debilitados del campo, de la sociedad y de la economía. Por otra parte, creemos que es una contradicción poner los esfuerzos de las partes en incrementar la productividad si se profundiza el modelo económico basado en la importación de productos. Seremos más competitivos ante el mundo si el estado garantiza las oportunidades para más productores y se redobla la apuesta a la generación de empleo digno en el campo. No creemos que flexibilizar importaciones y derechos sea el camino; con pequeños productores más vulnerables, también los trabajadores rurales son más vulnerables.
“Por el contrario, nuestras propuestas, ampliamente expuestas y difundidas, van en dirección a fomentar y promocionar a los pequeños productores. Cada productor que tiene oportunidades genera trabajo; el verdadero desarrollo no vendrá de la mano de la productividad sino de que el Estado genere las condiciones para garantizarnos un precio justo a nuestros productos y el comercio justo de los mismos, un sistema financiero adecuado a las necesidades de todas las escalas de productores, un sistema de seguro ante los riesgos climáticos, el acceso a la tecnología pensada para el desarrollo nacional, un sistema impositivo progresivo y ajustado a la capacidad contributiva de cada categoría de productor”.
Las actividades involucradas, por ahora, en el llamado “convenio de cooperación para la aplicación de políticas de fortalecimiento de la productividad en el sector agrario” son el manejo de los silo-bolsas, la producción de arándanos, avícola y porcinos.
La decisión de FAA es digna y expresa la oposición a la política de concentración de la tierra y la producción y la lucha de las bases chacareras de los últimos quince años.